Revisar los números del Athletic en sus visitas al Estadio de La Cerámica, el antiguo Madrigal, resulta algo así como un ejercicio de autoflagelación, solo apto para los más masoquistas y comparable con pocos registros, si acaso con los resultados de los encuentros de los bilbainos en casa del Barcelona. Hasta ayer domingo, únicamente se contabilizaban tres triunfos rojiblancos en 23 visitas, que se dice pronto, con ocho empates y doce derrotas. Así, pese a las dudas del Villarreal en este arranque de temporada, que se llevaron por delante a Quique Setién y van camino de hacer lo propio con Pacheta, a quien parece que el traje le queda grande, cabía mirar con cierto recelo al encuentro. Imaginar un desarrollo similar al que tuvo lugar resultaba una cuestión de fe, y el Athletic la tuvo, hasta el punto de que a ratos pareció jugar en el patio de su casa, claro que el desenlace del choque se convirtió en una película de terror. Demasiado sufrimiento, desmedido incluso, aunque el botín conseguido mereció la pena.

30

El Villarreal-Athletic, en imágenes Efe

Buena parte del triunfo del equipo rojiblanco en casa del Villarreal se entiende desde la alineación. Nada nuevo en esto del fútbol, pero seis jornadas después, Ernesto Valverde pudo regresar a su plan inicial en el centro del campo y así todo resultó más sencillo. Iñigo Ruiz Galarreta y Mikel Vesga coincidieron de nuevo después de hacerlo por última vez en el derbi frente al Alavés disputado en Mendizorrotza y el equipo fluyó. Robó arriba, generó mucho fútbol a base de controlar la posesión del balón y se mostró superior a su rival. La presencia de Oihan Sancet en la media punta fue la guinda del pastel. Entre los tres, con la inestimable ayuda de Nico Williams, desarbolaron el entramado defensivo del Villarreal.

“Nos aportan buena distribución y siempre miran hacia adelante con el balón, lo que nos permite jugar con todo el ancho del campo”, explicó Valverde en sala de prensa al término del encuentro cuando se le cuestionó por lo que le aportan al equipo tanto Ruiz de Galarreta como Vesga.

Los buenos minutos de ambos futbolistas actuando de manera conjunta y el 0-3 que imperaba en el marcador, Galarreta fue sustituido pasada la hora de juego, para nada hacía presagiar el sufrimiento final al que se abonó el Athletic, un hecho que ya le sucedió el miércoles frente al Rubí en Copa y en menor medida en la cita liguera del pasado fin de semana frente al Valencia. Tiene ahí trabajo por delante Valverde. El problema está detectado, en su mano está ponerle remedio.

Sea como fuera, con los tres puntos en la buchaca y una imagen más que positiva en líneas generales, el Athletic se reencontró con la victoria y se mantiene firme cada vez que se adelanta en el marcador. Esta temporada ha marcado el primer gol del encuentro en siete ocasiones en liga y solo en dos ha cedido puntos: frente al Getafe en un choque marcado por la expulsión de Sancet a las puertas del descanso y contra el Valencia ocho días atrás. Ambas, curiosamente, en San Mamés. Además, gracias a su triunfo de ayer, el conjunto rojiblanco se reencontró con la victoria lejos de Bilbao tras caer goleado ante la Real Sociedad en el derbi de Anoeta y perder por la mínima frente al Barça.

Además, en clave individual, Nico Williams e Ruiz de Galarreta se estrenaron en el apartado goleador este curso, con dedicatoria especial al hijo que espera del centrocampista, e Iñaki Williams se reencontró con el gol cuatro jornadas después. Sufrimiento desmedido, sí, pero quintos en liga.

La cifra

6

Son los goles que, con el de ayer, le ha marcado Iñaki Williams al Villarreal . El ‘submarino amarillo’ es la segunda víctima favorita del atacante bilbaino, empatado con el Betis, en una clasificación particular que lidera la Real, a la que le ha anotado siete. En las doce primeras jornadas, el mayor de los Williams suma cinco goles.