El Athletic da una bocanada de aire, pero sigue con el agua al cuello. Es lo que puede concluirse de las cuentas que el club rojiblanco ha dado a conocer y que corresponden al ejercicio pasado, el de la temporada 22-23. La entidad presidida por Jon Uriarte mostró a sus socios un balance en el que destacan los 119,1 millones de euros de ingresos, los 123,9 de gastos y los 105,4 a los que asciende el patrimonio del club.

Es decir, la nueva Junta Directiva consiguió mejorar los números de sus predecesores -exactamente los ingresos se incrementaron en 9,8 millones, los gastos se redujeron en 3,3 y el patrimonio sumó dos millones más-, reduciendo en 16 millones el déficit estructural que arrastra el Athletic desde que no se clasifica para Europa. Pero, a pesar de ello, tuvo que seguir echando mano a la hucha para poder cuadrar las cuentas. Fue menos de lo esperado, pero finalmente el Athletic utilizó 21,5 millones de la provisión para cerrar el curso sin pérdidas, dejando los ahorros en 38,8 millones de euros.

"¿Soluciona el déficit estructural del club? No, pero lo parte por la mitad. Estamos en la mitad de un camino que apunta líneas de éxito y de mejora"

Guillermo Ruiz-Longarte - Tesorero del Athletic

“Lo primero es estabilizar económica y financieramente el club. Vamos a terminar el ejercicio con una mejora de 16 millones respecto a la temporada anterior en cuanto al déficit estructural y se ha conseguido a través de la mejora de ingresos y de la contención de gastos”, explica Guillermo Ruiz-Longarte, tesorero del Athletic. Así, desde el club reconocen que gran parte de la mejora de los ingresos se debe al ticketing, es decir, a las entradas a San Mamés; y es que cabe destacar que la temporada 22-23 fue la primera al completo sin restricciones por el covid-19.

Con todo, la Junta Directiva de Uriarte también saca pecho por la “maximización de los ingresos por tiendas, la puesta en marcha de nuevos negocios y la formalización de nuevos acuerdos comerciales”, entre los que destaca la vinculación con Castore. Así, Ruiz-Longarte subraya: “Hemos incrementado los ingresos globales en más de 10 millones y hemos reducido los gastos en 3, sobre todo en gastos de personal de plantilla deportiva. ¿Soluciona el déficit estructural del club? No, pero lo parte por la mitad. Estamos en la mitad de un camino que apunta líneas de éxito y de mejora”.

La propuesta del nuevo presupuesto, a examen

En esa dirección va también la propuesta de presupuesto que la dirección del Athletic presentará a sus socios en la asamblea general que se celebrará el próximo 31 de octubre. “Si la temporada 22-23 fue la de sostener y mejorar, la 23-24 tiene que ser la de crecer decisivamente”, advierte el tesorero del club. Por ello, el club prevé un aumento de ingresos de 9,6 millones de euros -para llegar a los 128,7- pero también propone un incremento de los gastos de casi 10 millones -que elevaría la suma hasta los 133,6- que Ruiz-Longarte argumenta como “inversión”: “Para crecer hay que invertir y nosotros lo vamos a hacer dentro de casa: en Lezama, en las estructuras del club y sobre todo en la plantilla a través del proceso de renovaciones y cesiones”.

Lo que sí quiso recalcar Ruiz-Longarte es que se “invertirá más en gasto de personal”, pero que a pesar de ello “no vamos a sacrificar el equilibrio presupuestario”. Y es que el objetivo que se han puesto Uriarte y los suyos es “eliminar el déficit estructural del club”, aunque reconozcan que eso es un camino largo que no terminará esta temporada. Por ello, para los presupuestos de este curso, el club propone utilizar 16,7 millones de la provisión, lo que “mejoraría el déficit estructural en 21 millones en dos años” pero que, a la vez, dejaría la hucha del Athletic tiritando con 22,1 millones.