El Athletic hincará el diente el sábado a una nueva edición liguera en la que debe dar un plus respecto a las últimas temporadas si quiere aspirar con plenas garantías a una plaza europea. No es casualidad que el objetivo continental haya resultado inalcanzable en los seis últimos años. La pasada campaña fueron flagrantes errores propios acompañados de una recurrente falta de contundencia en las áreas lo que condenó al equipo a una baldía octava posición en la clasificación. Para mejorar hay que crecer y ese es el primer desafío del colectivo que lidera Ernesto Valverde. Ya lo decía José Ángel Ziganda: “Todo lo que no mejora empeora”. No le faltaba razón al técnico de Larraintzar, al frente de los rojiblancos en el curso 2017-18, el primero de una larga secuencia ya en el que los leones se quedaron sin billete europeo después de cuatro clasificaciones consecutivas para competir en Europa.
Todas, del ejercicio 2013-14 al 2016-17 se consiguieron de la mano de Valverde, quien buscará desde la banda recuperar tan anhelada costumbre en una temporada en la que, además de la necesidad de proyectar una marcada solvencia defensiva, se antoja imprescindible mostrar una mayor contundencia ofensiva. Es ahí, en este segundo apartado, donde entran en juego dos jóvenes talentos llamados a liderar en buena medida el ataque. No son otros que Oihan Sancet (Iruñea, 25-IV-2000) y Nico Williams (Iruñea, 12-VII-2002), consolidados ya como piezas indiscutibles en el once tipo del entrenador. Ambos vienen de completar una aceptable temporada en términos individuales, pero cabe pedirles más de cara al curso entrante, en el que deben confirmar su progresión y tratar de mejorar sus cifras a fin de potenciar la pegada del colectivo.
La falta de delanteros con la capacidad goleadora necesaria para asumir la responsabilidad del gol en solitario obliga a los de alrededor a colaborar activamente en tamaño cometido. Sancet y Nico pueden y deben echar una mano elevando sus prestaciones respecto al último curso. En el caso del media punta navarro, su aportación a la causa ha sido progresiva desde su definitiva promoción al primer equipo tres años atrás. Cerró la temporada 2020-21 con dos goles y dos asistencias en liga para firmar seis tantos y cuatro pases de gol en la 2021-22 e irse hasta las diez dianas con dos asistencias incluidas en la 2022-23. Con opciones reales de superar la decena de goles en el ejercicio entrante, su número de asistencias debe crecer también desde la posición de enganche en la que arrancará la temporada frente al Real Madrid.
No fue así el pasado curso durante el primer tercio del campeonato, pues actuó en una posición más retrasada dejando a Iker Muniain las labores de media punta. Arrancar más cerca del área desde la primera jornada de la temporada que está a punto de comenzar debe ayudar a Sancet a tener una mayor incidencia directa en los goles del equipo. En pretemporada, sin apenas minutaje debido a su activa participación en el Europeo sub’21 que concluyó el 8 de julio, el iruindarra aprovechó su primera y única titularidad ante el Manchester United para asistir en el 0-1 a Nico Williams, quien debe dar un paso adelante también en su relación con el gol.
PENDIENTE DE RENOVAR
A las puertas de su tercera temporada como león de pleno derecho y con Ibaigane trabajando en la renovación del contrato que le une al Athletic hasta el 30 de junio del próximo año, el menor de los Williams no se estrenó como goleador y asistente en la máxima categoría hasta el pasado curso, en el que firmó una tarjeta personal de seis tantos y cinco asistencias. Desacertado de cara a portería en distintos tramos de la temporada, incluida la aciaga vuelta de semifinales de Copa ante Osasuna en la que perdonó dos goles cantados, el navarro debe ganar poso delante de la portería rival. También en el último pase, asignatura pendiente desde su irrupción en el primer equipo, si bien su potencial, mayúsculo, le ha permitido ya participar en un Mundial.
A sus 21 años recién cumplidos, Nico volverá a ser fundamental para Valverde como lo fue la pasada campaña, en la que asomó como titular en 32 de las 36 jornadas que disputó. El mismo número de titularidades y de partidos en liga proyectó curiosamente Sancet, quien renovó su contrato hasta 2032 el pasado 1 de abril. Ambos, presente y futuro del club siempre cuando Nico estampe su firma para ampliar su vínculo con Ibaigane, emergen como elementos diferenciales al servicio de Valverde, quien tiene también la responsabilidad de potenciar las cualidades de uno y otro. Si los dos funcionan y evolucionan tal como se espera, el Athletic ganará en poderío ofensivo a fin de poder equipararse a otros equipos con Europa como objetivo y con atacantes que ya han mostrado una fiabilidad realizadora en ejercicios anteriores.
Sancet y Nico, Nico y Sancet parten así las cosas con la misión de liderar, probablemente junto con Iñaki Williams, el otro atacante fijo en las alineaciones de Valverde, una parcela ofensiva en la que está por ver el rendimiento que son capaces de ofrecer futbolistas como Alex Berenguer, Iker Muniain, Gorka Guruzeta, Asier Villalibre, Raúl García, Adu Ares e, incluso, Javi Martón en caso de hacerse finalmente un hueco en la plantilla. No son pocas armas al servicio del técnico, pero es sabido que la cantidad no hace la calidad y, por tanto, cada uno deberá aportar su granito de arena en un ataque en el que muchas miradas, de saque, se depositan en Sancet y Nico debido al margen de crecimiento que presentan y la sólida esperanza en una notable temporada de ambos.
En el estreno ante el Real Madrid será Nico quien parta con un mayor rodaje en comparación con Sancet, a quien se espera aun así en el once inicial. El navarro, máximo goleador del equipo igualado con Iñaki Williams al término de la última edición liguera, cerró el curso 2022-23 con un gol en el Santiago Bernabéu ante el propio Real Madrid, rival al que volverá a tener enfrente el sábado en una exigente puesta de largo.