Prefiere llevar una rutina en los días de partido, aunque se trate de un amistoso veraniego frente al Necaxa. Por ello, pregunta educadamente si podría posponer la entrevista al jueves, lo que resulta imposible para este plumilla, al que le toca madrugar para emprender el largo camino de vuelta a Bilbao, que en el caso de la expedición rojiblanca se produjo por la tarde. Siempre accesible, cercano, entiende la situación y cita a DEIA en el hotel de concentración del Athletic en Aguascalientes en la mañana del miércoles, antes de que el equipo realice una suave sesión de activación y, ya por la noche, juegue su segundo partido de pretemporada, el segundo también de la gira por México.

Esta no es su primera pretemporada, pero entiendo que el viaje a México hace que sea totalmente distinta a las anteriores, ¿no?

Pues sí, está claro que cambia. Es un viaje bonito, todos lo hemos cogido con ganas, con ilusión, porque es algo distinto y bueno, pues ha ido todo bastante bien. Ha habido que acondicionarse, que eso es lo que más cuesta, por el desfase horario, el calor, la altitud y demás, pero ha ido bien y estamos contentos.

¿Esperaba tanto aficionado del Athletic en tierras mexicanas?

Ya sabemos cómo es nuestra afición y cómo nos apoyan, cómo nos siguen, que vayas a donde vayas hay gente, pero sí que ha sido una sorpresa, porque han estado en todas partes, esperándonos en el hotel, en los campos… Nos ha sorprendido toda la gente que hay apoyándonos.

A sus 24 años, siendo aún muy joven, ¿cómo vive encontrarse con gente del Athletic al otro lado del charco?

Es una gozada, un gustazo. Al final ver que puedes llegar a tanta gente de tan lejos y que te apoya, que te sigue, que tiene palabras siempre de ánimo, de orgullo hacia ti, pues la verdad es que es de agradecer, es una maravilla.

¿Cómo se encuentra a nivel físico?

Estoy fenomenal, cada día creciendo; es lo que se trata en la pretemporada, acumular carga y llegar lo mejor posible al inicio de la liga, pero la verdad que me encuentro muy bien.

"Creo que todos y cada uno de los jugadores del equipo dieron lo mejor de sí e hicimos lo que teníamos que hacer para haber conseguido el objetivo que teníamos"

La pasada fue su segunda temporada en Primera División. ¿Qué sensación le dejó?

Para mí fue individualmente incluso mejor que la primera. Sí que es cierto que igual los resultados colectivos no dejaban ver del todo el buen trabajo que estábamos haciendo todos. Porque creo que todos y cada uno de los jugadores del equipo dieron lo mejor de sí e hicimos lo que teníamos que hacer para haber conseguido el objetivo que teníamos. Lo que pasa es que al final solo esa pequeña falta de gol, esos resultados del final de temporada, en los que no conseguimos marcar, pudieron empañar un poco el trabajo individual, que es al final el que forma el colectivo. Pero la verdad que estoy contento y me reforzó mucho para coger todavía mejor esta temporada.

Desde fuera dio la sensación de que le costó un poco más que en su primer año. Ustedes tienen más datos, obviamente, pero quizá es porque su primera campaña destacó tanto que en la comparativa no pareció tan buena. ¿Lo comparte?

Lo respeto, pero sí que... bueno, pues igual sí que se dieron algunas cosas que se pudieron dar mejor.

Por ir a aspectos más concretos, pareció que cometió más fallos individuales que en su primera temporada.

Pues igual sí pero…

No es una crítica, ni mucho menos…

No, tranquilo. Y prefiero que me lo digas. E igual sí pudo ser así. Pero creo que tanto colectivamente como personalmente he crecido muchísimo. Puede ser que cometiera algún error puntual más, pero yo me sentí bien dentro del grupo. Puede ser que la temporada pasada los centrales tuviéramos más duelos que en mi primer año.

Esa mayor cantidad de duelos a la que alude puede explicar la sensación que le comentaba antes.

Puede ser eso, si. Estamos igual un pelín más expuestos. Es algo que estamos trabajando ahora para corregirlo, porque sabemos que está en el debe. Pero con tanto duelo y acciones como las que hubo el año pasado yo me sentía fuerte. Sí que uno puede fallar puntualmente, pero en general yo me he sentido muy fuerte y muy bien, muy concentrado y muy yo.

Siempre se dice la segunda temporada es más complicada que la primera. ¿Lo ha sentido así?

Yo creo que ha sido más una progresión. Sí que está el dicho ese que dice que es más difícil, y por ejemplo Óscar de Marcos también lo dice. Y sí, es cierto, es más difícil mantenerse y más difícil mantenerse al nivel al que uno quiere llegar. Yo tenía muy claro cuando llegué al primer equipo que quería llegar en las mejores condiciones en las que podía estar. Está claro que cada día se va cogiendo más experiencia, pero hay que llegar lo más completo posible. Eso me ayudó a no tener una llegada impresionante y luego bajar, yo creo que ha sido sostenido en el tiempo.

¿Tiene miedo a que de repente se desmorone todo?

No, a eso me refiero también. Cuando trabajas, trabajas mentalmente y físicamente.

"Somos humanos y todos tenemos alegrías y tristezas, pero intento ser siempre fuerte, optimista y alegre"

¿Cómo es ese trabajo mental?

Es algo que vas haciendo desde pequeño. Está claro que las situaciones son las que más te enseñan, las que más te ayudan a corregirte y te ayudan también a tener confianza en cómo piensas y en cómo actúas. Desde pequeño he intentado trabajar muchos de esos aspectos, con ayuda desde mi casa, desde mi entorno y con la mía propia. Eso no quita para que todos podamos tener bajones o desilusiones, por supuesto. El físico también manda en muchos momentos. Y que somos humanos, todos tenemos alegrías y tristezas, pero intento ser siempre fuerte, optimista y alegre.

Una de las cosas que más nos sorprendió a quienes menos le conocíamos, entre los que me incluyo, es su capacidad para jugar muy concentrado, quizá un hecho poco habitual en deportistas tan jóvenes…

Ese es el trabajo mental, ahí está, ese es el resultado.

Lo parece, sí.

Al final son experiencias que uno va teniendo que sufrir y superar y bueno, pues eso es un poquito el trabajo que se va haciendo.

¿Es usted una ‘rara avis’ en el mundo del fútbol?

No, no, hay mucha gente como yo. O yo creo que hay mucha gente como yo. Al final, cada uno es como es y cada uno tiene sus virtudes y sus defectos.

Pero no suele ser muy habitual encontrar a un chaval como usted, tan centrado, que se exprese con la calma con la que lo hace. ¿O en el fondo le carcomen los nervios y no lo expresa hacia afuera?

También soy muy... no diría nervioso, sino muy activo. Creo que es una mezcla entre mucha actividad y responsabilidad. Se trata de encontrar ahí un equilibrio y la verdad que estoy cómodo jugando.

Por lo que comenta y lo que le he podido conocer en estos dos años, diría que en esa forma de ser y de actuar guarda muchas similitudes con Unai Simón. Ambos juegan tranquilos y, aunque fallen, minimizan el error y siguen, como si no hubiera pasado nada.

Sí, bueno… Creo que somos, cómo decirlo... valientes. No nos echamos atrás. Si cometemos un error no estamos luego escondidos. Vamos de cara. Somos así y así queremos seguir siendo, no nos escondemos.

¿Cómo gestiona los errores en el terreno de juego?

En el primer momento me enfado, lo que pasa es que...

¿Mucho?

Hasta el punto de llegar a poder corregirlo, no más. Así soy.

¿Considera que es negativo enfadarse en exceso?

Sí, sin duda. No hay que llegar a extremos, hay que encontrar siempre el equilibrio entre el saber corregir, el saber avanzar y el seguir concentrado en lo que hay, que es el juego. Un fallo no quiere decir que ya se haya acabado todo, que todo esté perdido. Hay que ser positivo y saber que siempre se le puede dar la vuelta y seguir.

Es que el fútbol es un deporte de errores…

Claro. Si nadie falla, casi todos los partidos acabarían en empate a cero.

“Creo que he mejorado en prácticamente todos los aspectos. Así lo he trabajado, no enfocándome solo en uno, sino en todo”

¿En qué se ve mejor futbolista hoy que hace un año?

Yo creo que he mejorado en todo. Creo que he mejorado en prácticamente todos los aspectos. Así lo he trabajado, no enfocándome solo en uno, sino en todo. Creo que igual donde más he mejorado es en la salida de balón y luego en los acompañamientos y en las coberturas. Igual también es lo que más se nos pide.

Con Ernesto Valverde toman algunos riesgos más que con Marcelino García Toral a la hora de sacar el balón jugado desde atrás. ¿Cree que es en esa faceta donde más margen de mejora tiene?

Sí, creo que todavía puedo tener una salida de balón más limpia, más clara. Y estoy trabajando para ello. Y además es como se está enfocando el equipo para ser muy intensos y ganadores en los duelos y luego ser seguros y darle continuidad al juego.

¿Puede ser que sus mayores enfados, al menos así lo ha parecido, hayan llegado cuando ha fallado un pase en la salida del balón?

Puede ser. Al final uno está trabajando tanto en ello que si fallas pues al final te enfadas más.

Siguiendo con la comparativa de los dos entrenadores que ha tenido en la élite, con Marcelino la línea defensiva jugaba bastante más retrasada, más cerca del área propia, algo que no sucede con Valverde. ¿Cómo se siente más cómodo?

No es que me sienta más cómodo con uno u otro sistema. Me gusta adaptarme a lo que se nos pide. Sí que con Marcelino igual estábamos más protegidos, con los dos pivotes más cerca. También éramos más conservadores, no generábamos tanto. Con Ernesto generamos muchísimo. Sí que estamos más expuestos, pero es algo que lo asumimos, es algo con lo que contamos y para lo que nos preparamos. Yo la verdad es que ahora mismo con este sistema de juego estoy encantado y me gusta mucho.

Como central, ¿cómo vive que hasta el propio entrenador haya pedido reforzar al equipo en la posición en la que usted actúa?

Me parece lo normal, lo que siempre se suele hacer. Siempre que se sale un jugador de una posición se habla de que hay que traer uno nuevo. No le doy más vueltas.

¿Es necesario reforzar esa parcela?

Creo que los que estamos somos gente muy segura, que sabe de lo que va esto y confío mucho en nosotros.

¿Y no le da vueltas al hecho de por qué se quiere reforzar esa parcela?

Para nada. A mí me gusta centrarme en el sitio en el que estoy y en lo que tengo que hacer. Si viene alguien de fuera, más competencia y a disputar el puesto.

¿Ha pensado alguna vez qué habría sido de su futuro como futbolista de no haber salido cedido al Mirandés en la temporada 2020-21?

La verdad es que no, pero tampoco sé qué habría sido de mí. En ese momento tenía muy claro lo que tenía que hacer, estaba convencido de ello y así lo hice. Gracias a Dios salió todo muy muy bien y estoy muy contento.

Llegó y le hicieron capitán…

Había un grupo muy bueno que confiaba mucho en mí. Fueron mis compañeros los que me eligieron.

“La verdad es que espero grandes cosas de esta próxima temporada, la afronto con muchísima confianza”

¿Le gusta el rol de líder?

Sí, además creo que tengo que hacerlo. Me siento cómodo en ello. Me parece que siempre tiene que haber jugadores que asuman ese rol y a mí me gusta.

¿Y cómo lo ha trasladado al Athletic, donde hay jugadores mucho más veteranos que usted?

La veteranía no siempre implica liderazgo. Cada uno tiene su personalidad, que es más que el tiempo que lleves. Dentro de este equipo hay gente muy buena, con una personalidad muy buena y que lleva al grupo muy bien. Yo intento colaborar a que eso sea así, que todo vaya bien como creo que está yendo.

A pesar de su juventud, ¿intenta ayudar a los chavales que llegan nuevos al primer equipo?

Creo que todos tenemos ese papel, todos y cada uno de nosotros. Estoy seguro y espero que sientan que es así, que se les ayuda y que se les motiva.

¿Qué espera de esta temporada?

Grandes cosas, la verdad. La afronto con muchísima confianza.

¿El míster le traslada su confianza?

Sí. Ya lo hacía la temporada pasada y esta…

En un entrenamiento en Guadalajara estuvieron charlando un rato largo y se veía muy buen rollo

Sí, sí. Hay muy buena sintonía. El míster siempre pide cosas lógicas. Intento ver el fútbol igual que él, entonces siempre vamos en el mismo sentido.