El primer jugador que dio la cara nada más perder ante Osasuna fue Iñaki Williams. El delantero apareció ante los micrófonos cariacontecido y casi al borde del llanto: “No tengo palabras para describir el cúmulo de emociones que tengo”. El 9, autor del único tanto local, fue claro con el problema que tuvo el Athletic: “Nos hemos vaciado, hemos hecho ocasiones para que el resultado hubiese caído en nuestra parte; pero el fútbol cuando no las metes, a veces, te pasan estas cosas y te vas con cara de tonto”. Así pues, la palabra que más repitió Iñaki fue: “jodidos”. Sobre todo cuando se refirió a su Nico, que falló dos ocasiones claras ante Sergio Herrera: “Es normal que mi hermano esté jodido, todo el equipo lo estamos. Nos quedamos a las puertas de otra final y la verdad que no hay palabras. Jodidos. Jodidos”.

La misma impresión manifestó Iker Muniain: "Estamos tocados, la gente está muy triste por lo que podía haber sido. Nos quedamos a las puertas de una nueva final". El capitán del Athletic resumió muy bien lo que fue el partido: "Nos hemos vaciado en el campo, hemos generado ocasiones, hemos metido a Osasuna en su campo e incluso nos hemos puesto por delante. Podíamos haber hecho el 2-0 pero el partido se ha ido a la prórroga. Y, cuando apenas quedaba tiempo, nos han metido un golazo".

"Hay que asumir la derrota y luego pelear por Europa"

Óscar de Marcos quiere mirar adelante. No regodearse en las heridas. "Hay que asumir la derrota, que ha sido dolorosa, y luego hay que pelear por Europa, que es el objetivo", dijo. El lateral diestro explicó que la derrota ha sido "un palo muy gordo" para el vestuario por "cómo ha ido el partido", pero reconoció que "en el fútbol, lo más difícil es el gol" y eso al Athletic le faltó.

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