El partido del domingo en San Mamés vuelve a colocar sobre el tapete el increíble caso que se ha ido construyendo en torno a Iñigo Martínez y su futuro. La visita del Barcelona, que el pasado verano realizó un intento por hacerse con los servicios del central, llega ambientada con informaciones contradictorias datadas en la capital catalana que lo mismo afirman que persiste el interés del club presidido por Joan Laporta, como dan a entender que ha dejado de ser objetivo prioritario para reforzar la plantilla de Xavi Hernández.

Al margen del ruido mediático tan característico en el entorno azulgrana, el único dato objetivo para situar la cuestión dice que, a fecha de hoy, Iñigo continúa sin recibir una proposición para seguir vinculado al Athletic a partir del 30 de junio, cuando vence su contrato. La inaudita ausencia de iniciativa por parte de Ibaigane, además de plantear un escenario imposible de prever, coloca en una posición indefendible a los dirigentes. Su negativa a pulsar al futbolista es, en sí misma, un error grave de gestión, una dejación de responsabilidades que ni el presidente ni el director deportivo han argumentado.

No hay constancia alguna de las razones que alberga la directiva para dejar en vía muerta una operación que, desde la óptica deportiva, reclama exactamente la postura opuesta. Ya se verá cuáles son las consecuencias de la política del avestruz que practica el club, pero tiene pinta de que pasará factura si finalmente se confirma que, ante el nulo empeño institucional, Iñigo Martínez opta por el cambio de aires.

De momento, no cabe imaginar un desenlace distinto a la marcha del defensa ondarrutarra. Por pura lógica, y estamos ya en marzo, si el Athletic elude obstinadamente el contacto está transmitiendo a la parte del futbolista que tiene la puerta abierta para resolver su porvenir como crea oportuno. Otra cosa es cómo explica la directiva esto a la afición; o, mejor dicho, si la afición va a asumir semejante disparate. Intoxicar en redes asegurando que Iñigo quiere irse (o que simula sufrir una lesión), aparte de feo, no responde a la verdad. Iñigo no se ha posicionado aún, salvo para comentar que está a gusto en Lezama y en Bilbao.

Hace más o menos un año, la directiva de Aitor Elizegi le trasladó una oferta a Iñigo. No le modificaba la ficha y lo compensaba con una serie de incentivos. Estando ya en la antesala del proceso electoral, el jugador prefirió no responder escudándose en el inminente relevo en Ibaigane. Negociaría con los nuevos mandatarios. Es entonces, con la pretemporada en marcha cuando el Barcelona sondea a Iñigo para su captación. Antes del cierre del mercado estival, Jon Berasategi, director general del Athletic, recibe de una persona autorizada una propuesta concreta, quince millones de euros y cinco más en variables para que el jugador recale en el Camp Nou.

Ese movimiento existió, pese a que Jon Uriarte se escudase en que nadie del Barcelona había hablado directamente con él. Lo cierto es que el Athletic no respondió a la oferta, dando pie a dos interpretaciones: no era dinero suficiente para dejar marchar a Iñigo o iba a tratar de formalizar su renovación. Bueno, pues hoy es posible asegurar que ambas lecturas estaban equivocadas. Así que es obligado preguntar a la directiva de Uriarte: comprobado que ni deseaba ni desea seguir contando con el jugador, pues no ha movido un dedo en este sentido, por qué no aceptó el dinero que daba el Barcelona a sabiendas de que en junio perderá a Iñigo a cambio de cero euros.

Curiosamente, en este tiempo coincidente con la vigencia del mandato de la actual directiva, Iñigo no ha recibido noticia alguna del Athletic. Ha tenido que conformarse con escuchar diferentes declaraciones, ninguna que reflejase lo que estaba ocurriendo, esto es, nada de nada. Pero sí que, aparte del Barcelona, le han llamado desde clubes de la Premier League, de la liga turca y de la liga española, por ejemplo, del Atlético de Madrid.

En el plano personal, el central lleva una temporada accidentada, también a causa de una lesión que le mantuvo casi tres meses apartado de la competición. Regresó en la semifinal celebrada en El Sadar y repitió titularidad a los pocos días en Vallecas. Será interesante ver su participación y rendimiento en adelante, mientras deshoja la margarita de su porvenir en medio del ensordecedor silencio de Ibaigane.

Iñigo Martínez

12 partidos disputados

El central de Ondarroa de 31 años ha disputado esta temporada un total de 12 partidos: 10 de liga (900 minutos) y 2 de Copa (180 minutos).