Por lo que transmite, a Óscar de Marcos (Laguardia, 33 años) todas las acepciones del término discreción le encajan: sensatez, tacto, agudeza, prudencia. Apura sus últimos años como profesional siendo competitivo, útil, pero duda a la hora de situar el punto final, que será en el Athletic sí o sí. En el diálogo desgrana inquietudes, analiza su evolución personal y repasa el buen inicio del equipo con Ernesto Valverde, al que conoce muy bien.

Bueno, la cosa ha empezado bastante bien.

Pues, la verdad es que sí. Sobre todo por las sensaciones y luego, los resultados están ahí. La gente está ilusionada y también nosotros.

¿Cuál es su análisis de este inicio de temporada?

Hace muchos años que no se había arrancado tan bien y una de las razones era que se entendía que había que sacar un número de puntos en función de los rivales de turno y sin embargo no se conseguía. Esta vez creo que estamos compitiendo muy bien, incluso tenemos menos puntos de los que podríamos tener.

No existe equipo que no lamente puntos que se esfumaron. En el caso del Athletic fue una reflexión muy habitual durante el pasado curso.

“No me veía capacitado para jugar aquí, si no llega a venir Bielsa es probable que me hubiese marchado del Athletic”

Sí, pero este tipo de circunstancias se equipara con el paso de los meses porque suele haber partidos donde sacas más de lo que mereces. El año pasado, no estuvimos acertados cuando hubo oportunidades de engancharse arriba. Es algo que se dio varias veces durante la temporada. En verano hablamos entre nosotros de que había partidos para meterse arriba y hemos mejorado en esto. Toda la plantilla ha tratado de aportar un plus y ha ido bien.

Reconocerá que el calendario de liga del primer mes y medio se presentaba muy favorable buscar una buena colocación.

Los cálculos es mejor dejarlos para el final del año. Hay que jugar dos veces contra los diecinueve equipos de la categoría. Ahora es verdad que nos estamos enfrentando a equipos que el año pasado acabaron en la parte baja, pero luego llegará una racha contra los que quedaron por encima, y ya veremos.

A los más fuertes les van a pillar inmersos en sus compromisos europeos y el Athletic solo juega un partido semanal.

No sé decir si cuando nos toquen los equipos que están en Europa será o no un buen momento para jugar contra ellos. Habrá algunos que entonces estén en una dinámica positiva de juego y cuando esto pasa en esa clase de equipos los partidos se ganan solos.

¿A qué se debe la mejoría respecto a campañas previas?

Ha habido varios cambios. Empezando por el entrenador, también el equipo tiene un estilo diferente, no sé si mejor o peor, pero que de momento la plantilla ha captado bien. Yo ya estuve con Valverde en otra etapa y sé qué es lo que quiere, pero él también ha introducido matices en su propuesta. Lo importante es que el equipo se siente cómodo.

¿Puede ser más preciso?

Ofensivamente influye que en vez de jugar con dos pivotes, ahora juega un medio más fijo y dos que se descuelgan más. Atacamos con más gente, lo que a la hora de defender supone algo más de riesgo, pero el equilibrio defensa-ataque está funcionando. Creamos peligro y a nosotros no nos hacen demasiado.

Un Athletic más alegre, por tanto.

Hay quien opina que con Marcelino no se hacía un juego alegre, pero yo no lo veo así. Este equipo tiene conceptos muy buenos de la etapa de Marcelino y luego, lo que ha hecho Valverde es aplicar unas variantes que han servido para mejorar. Has dicho la palabra alegre y es verdad que se percibe un contagio en todas partes, una ilusión.

Es que han marcado muchos goles y desde que Aduriz dejó de estar en plenitud, el monotema ha sido las dificultades de cara a portería.

“El equipo defiende bien, es un trabajo que venimos haciendo desde la etapa de Garitano y también con Marcelino”

A ver, lo de Aduriz nunca se va a olvidar porque era un jugador que metía los goles él solo. Ahora, de repente la responsabilidad recae en más jugadores. Es complicado tener siempre gente del tipo de Aduriz, Llorente o Urzaiz, que han sido los goleadores del Athletic muchas temporadas. Ojalá Iñaki Williams acabe metiendo veinte goles al año, pero es un delantero distinto a los que he nombrado. El nos da otras cosas muy válidas que hacen que llevemos marcados todos esos goles.

Por el contrario, lo de recibir poco no es novedad.

Es verdad que el equipo en su conjunto, no solo la defensa, está convencido de que defiende bien. Se hace una presión en campo contrario, no nos sacan muchos centros y se defienden bastante bien. Es un trabajo que venimos haciendo desde la etapa de Gaizka Garitano y también con Marcelino. Llevamos varios años encajando poco, es algo que se mantiene.

¿Desde cuándo lleva diciendo que lo va a dejar, dos años?

A lo mejor son tres. Con Garitano tuve problemas de tobillo y acabé operándome, luego estuve bien con Marcelino, recuperado. Después, aunque he tenido alguna cosilla, nada de la gravedad de lo del tobillo. Desde entonces creo de verdad que puede ser el último año mío en el Athletic, pero posteriormente he renovado dos veces, una en marzo y otra en abril.

Firmó tan tarde porque no lo tenía claro.

Me tomé mi tiempo. Estoy en una edad en que todo puede cambiar mucho en cuestión de pocos meses. Con la tralla que llevo en las piernas no puedo tomar en octubre, por ejemplo, la decisión de seguir. Ahora es la misma situación, estamos en septiembre y no tengo ni idea de cómo estaré en mayo.

Septiembre se le está dando de cine.

Estoy a gusto, disfrutando. Físicamente me siento fuerte y eso ayuda mucho.

La veteranía le permite dosificarse mejor en los partidos para compensar esa tralla en las piernas que comentaba.

Todo ayuda. Físicamente ya no voy a estar como cuando tenía 23 años. La experiencia es una ventaja a la hora de decidir, de seleccionar cuándo tienes que ir y cuándo no debes.

Pues, entonces, perfecto: decide con más criterio y, de paso, se ahorra esfuerzos.

Una de mis virtudes siempre ha sido el desmarque, aparecer en zonas donde se hace daño, zonas donde eres menos detectable para el rival, pero como en cualquier trabajo hay veces en que tienes que reinventarte un poco. Ahora estoy jugando con Nico Williams por delante, le doy el balón y es imposible que le pueda adelantar por la banda.

Porque él es muy rápido y porque tiende a ocupar el pasillo por el que usted piensa subir.

Por eso digo lo de reinventarse, tengo que hacer otro tipo cosas, diferentes a las que eran normales años atrás, y quizá por eso mismo estoy más fresco para defender.

Defensa, lo que se dice defensa, no ha sido en la vida.

Es verdad. Vine al club como media punta o delantero, es donde jugaba desde infantiles. Luego me he tenido que ir reciclando. He tratado de cumplir aquello que los entrenadores me pedían para hacerme un sitio en las alineaciones. Lógicamente, no soy lo que se dice un defensa vocacional, pero me he ido adaptando.

Alternando posiciones ha hecho una gran carrera. ¿Recuerda ahora cuando estuvo pensando en salir del Athletic porque no jugaba?

“Ahora hemos jugado contra equipos de la parte baja, pero luego vendrán los que quedaron por encima y ya veremos”

Sí. A ver, lo que pasó es que en el primer año con Caparrós participé algo más, pero en el segundo creo que intervine en una docena de partidos y solo fui titular en uno. Creía que no estaba capacitado para estar aquí y jugar, no sé, cuatro partidos seguidos. Si no llega a venir Marcelo Bielsa es probable que me hubiese marchado y no hubiese hecho aquí mi tercera temporada.

Dice que no se veía capaz, pero era un tema del entrenador. Uno no le ponía y el otro sí lo hizo.

Digo que no me veía capaz porque le veía a Iraola y pensaba que yo no llegaría a eso en mi vida. Pero bueno, yo tenía 21 años. Ahora detecto esa sensación en algún chaval que sube, veo que está convencido de que no podrá jugar cinco partidos seguidos. Yo le observo y pienso justo lo opuesto, que lo va a hacer, pero es él quien se lo tiene que creer. Hasta que Bielsa no me lo hizo ver, creía que no valía para jugar en el Athletic con la carga de responsabilidad que yo me imponía a mi mismo o que veía en los demás jugadores.

Menos mal que dudaba porque lleva la tira de partidos.

Hombre, ahora, después de visto, pues sí, es evidente que podía jugar. Pero esa duda que yo tenía seguro que la compartirían muchos aficionados en ese par de años que hice con Caparrós. Luego, cambió la situación y todos cambiamos de opinión, yo el primero.

Le debe mucho pues al argentino.

Está claro que sí.

¿En qué fase de su trayectoria piensa que ha jugado mejor?

“He tratado de cumplir lo que los técnicos me pedían para tener sitio en el once, pero no soy un defensa vocacional”

Ahora entiendo mucho mejor el juego que en mis primeros diez años en el equipo y ayudó así al equipo, pero mi estado físico en los ocho primeros años me permitía repetir acciones muchas veces durante un partido y así también ayudaba. Estos factores, el físico o el saber estar, según en qué momento influyen para ir teniendo roles distintos en el equipo.

Decía que últimamente se ha planteado dos o tres veces colgar las botas, su perspectiva será idéntica ahora.

Lo veo igual. Llevo seis partidos en que lo he jugado todo, me siento bien. Si esto se mantiene toda la temporada… Pero no sé qué pasará y el club ya sabe cómo pienso y hablamos con total naturalidad. No sé cuándo, pero sí sé que mi final está aquí, en el Athletic.

¿Ah, sí?

Mi único objetivo pendiente es ganar un título con el Athletic y a partir de ahí mis ilusiones son ajenas al fútbol. Me apetece cultivar otras aficiones.

¿Se pueden saber?

Tengo muchas, iré probando.

No va a decir nada.

Me gustan muchos deportes, el tenis, el paddle,… También algo de estudio. De joven empecé empresariales y lo dejé. No sería algo relacionado con esto. Y está la música, que se me había olvidado. Al decir estudiar, pienso en que me gustaría estudiar música.

Esto vendrá más adelante, antes está el fútbol y tienen un objetivo fijado. Es el mismo de otros años, pero lo han expresado de manera más solemne.

Sí, se hizo público en una comparecencia del presidente, el entrenador y el capitán, con la intención de que fuese más oficial, pero los últimos años también hemos querido entrar en Europa y así se ha dicho.

Van cinco intentos fallidos de manera consecutiva, pero han andado cerca y no parece que haya un abismo insalvable para ser uno de los que se clasifican.

No haberlo conseguido está más relacionado con esos partidos de los que hablaba al principio, que eran clave para dar el salto y no los ganábamos. Ha habido años en que hemos estado a un partido de meternos en UEFA, nos lo jugábamos ahí y nos faltó dar ese paso. Este año la meta no es otra que corregir la forma de afrontar esa clase de partidos para no caernos y estar arriba.

Si hubiesen metido seis u ocho goles más en varios de esos años, posiblemente hubiesen alcanzado el premio.

Sí, también se podría analizar de esta forma. Es verdad que en datos hemos estado cerca, lo mismo que hemos tenido situaciones favorables, pero son experiencias que se han repetido, nos ha faltado algo. En el vestuario lo hemos hablado un montón de veces y este año también.

Tiene pinta de que el empeño de Valverde en dotar de más argumentos ofensivos al juego está enfocado a paliar esa falta de gol que les ha impedido ubicarse más alto en la tabla.

Sí que es algo en lo que hace mucho hincapié. Ha elegido un camino, tanto si ganamos como si perdemos. Es una apuesta suya que queremos llevar hasta el final. l