Amigo Jon, como aficionado al Athletic durante una larga vida, te felicito y te deseo lo mejor en tu difícil recorrido. Ser presidente te habrá provocado una inmensa alegría y una infinita satisfacción. Sin embargo, me parece que has de aprender varias lecciones de este nuevo hecho que ocurre en tu vida.

Tenías que haber sabido y meditado antes de presentarte a la presidencia del Athletic, que hay que cuidar varios aspectos fundamentales del paso por la vida. Si tu destino estaba escrito, ¿cómo se te ocurrió nacer de una madre que tenía un hermano que iba a ser, nada menos, que presidente de la Real Sociedad de San Sebastián? Podía haberlo sido del Eibar o del Iliturgi de Andújar. Pero, ¡hala!, de la Real. Debías haberlo pensado muy seriamente y nacer de alguien con pedigrí athlético y de Amoroto o de las Siete Calles. Y claro, tu tío, el Presidente Uranga, el hermano de tu madre, te regaló una camiseta de la Real. Con ella puesta, con la madurez de tus cinco o seis añitos, te presentaste en la Gabarra para celebrar los éxitos del Athletic. Jon, caíste en una trampa saducea. Con las cosas esenciales de la vida no se puede trivializar. Tenías que haber tenido en cuenta que, con cinco o seis años ya se tiene la madurez suficiente para reflexionar y tomar decisiones ante situaciones esenciales de la vida. Jon, hablando en serio, ¿no sabías que entre nosotros y montados en la gabarra hay mucho talibán suelto? Eso lo vas a constatar diariamente.

Y obviamente, Jon, a la prensa, en su sección deportiva, a esa prensa que guarda las esencias más entrañables de nuestro club, de la vida política y de lo que sea, no podía pasarle inadvertido un hecho tan grave, y te lo han restregado antes y después de ser presidente. ¡Qué escritos te han dedicado! Lo de la gabarra y la camiseta, que yo destaco e ironizo, es la parte infantil de los escritos de esta gente. Parece que no te van a dar ni los cien días de confianza.

Por contraste, la campaña de los tres candidatos ha sido respetuosa y seria, como corresponde a las personas que, como en este caso, han trabajado poniendo lo mejor de sí mismos al servicio de su proyecto para el Athletic.

No sé si también te confundiste al elegir a tu padre. Él fue y es una figura señera del quehacer económico en nuestro País Vasco. Estudioso pergeñador de la puesta al día de la Ley del Concierto Económico. Pero es que, aparte de aquel pintoresco político, Albert Rivera, que para denostar esa Ley hablaba del cuponazo, ¿hay personajes e ideologías en nuestra tierra vasca que no comulgan con el trabajo de tu padre y no le perdonan? No lo sé. Sí sé que cierta prensa en Bilbao nació con la vocación de ir siempre contra algo o contra alguien y que, sistemáticamente, sin perder comba, es consecuente con tal vocación. De momento ha bajado el tono, te desea lo mejor pero, en cuanto crean que yerras, ¡leña al mono!

Por mi parte, me alegraría mucho que de la mano de un muy buen entrenador y exquisita persona, como es Ernesto Valverde, lleguemos todos a la gabarra, pero esta vez con la camisa rojiblanca.