Bielsa se llevaba ayer el protagonismo, un nombre propio lleno de connotaciones de todos los colores. Indudablemente hace honor a su apodo y desata pasiones en todos los sentidos. Mientras tanto los otros candidatos siguen afanados en ultimar sus nombres y preparar la traca final. Hoy quizá se desvele algún otro nombre propio que podría desequilibrar la balanza o como poco igualarla. Es la hora de la verdad y los aspirantes reservan sus últimas bazas para enganchar al socio.