A la segunda, en una especie de reválida, Aitor Elizegi sacó adelante el que desde el primer minuto de su mandato ha sido su gran proyecto. Ese por el que ha removido Roma con Santiago, al que intentó dar forma sin éxito en diciembre de 2020 (por un escueto margen de nueve votos, 339 a favor y 348 en contra) y que, a poco más de dos meses de que abandone el club, ha conseguido aprobar. Con su imagen desgastada, consecuencia de los distintos varapalos que ha ido acumulando en las Asambleas Generales Ordinarias, en esta ocasión y tras la propuesta impulsada por la plataforma San Mamesen Orroa, que reunió 2.416 firmas para llevar a cabo la cita extraordinaria de este jueves, finalmente los socios compromisarios le han dado su respaldo. De este modo, en los próximos meses San Mamés contará con una grada popular que dará cabida a más de 4.000 aficionados entre socios y abonados.

No sin polémica, que viene de lejos, de aquellos primeros intentos por mover a socios que se ubicaban en alguno de los sectores de la Tribuna Norte Baja en la que pretendía ampliar la zona de ubicación, y con algunos daños colaterales, que afectarán a unos 2.000 socios que se tendrán que reubicar en distintos graderíos del campo y que en consecuencia recibirán diversas bonificaciones durante las dos próximas décadas, la grada popular de animación será una realidad al comienzo de la temporada 2022-23, tal y como avanzó la Junta Directiva.

Los gerentes del club, que en numerosas ocasiones han denunciado, tanto de manera pública como en conversaciones privadas en distintos foros, la división existente en la masa social del Athletic, que achacan a su victoria en las elecciones celebradas en diciembre de 2018 ante el proyecto continuista de Alberto Uribe-Echevarria, han provocado otra, que afecta directamente a los socios de la Tribuna Norte Baja, que en distintas intervenciones mostraron su malestar. Estos, denunciaron la falta de empatía por parte de la Junta Directiva para con su problemática. Y, si bien no se opusieron a la ampliación de la zona de animación, no quedaron satisfechos por ninguna de las dos propuestas que se sometieron a votación.

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Asamblea Extraordinaria del Athletic

ELIZEGI RESPONDE A LOS AFECTADOS

Fue el propio Aitor Elizegi quien quiso dar respuesta a algunos de los socios afectados de la Tribuna Norte Baja. Asumiendo que probablemente no sea la mejor solución posible para todas las partes, pero convencido en sacar adelante su propuesta, el máximo dirigente del club expuso lo siguiente: “No es el mejor proyecto posible, pero sí es el proyecto que condiciona menos localidades”.

Con las elecciones a la vuelta de la esquina, a celebrarse probablemente en alguno de los últimos días del mes de junio, y con otro proyecto como el de la reforma de estatutos pendiente -todo apunta a que habrá una cita extraordinaria para su votación el 17 de mayo-, a Elizegi y su Junta, se les acumula el trabajo. Es por ello que serán también los nuevos gestores del club quienes deban terminar de dar forma a la ampliación de la zona de animación. Sin olvidar que, tras la aprobación de la propuesta del club, la afección económica causada por las distintas bonificaciones y cifrada en unos 50.000 euros anuales, tendrá un efecto negativo en las arcas del club en los próximos 20 años, un periodo equivalente al de cinco presidentes.

SIN UN PLAZO CLARO

Tras el sí de los compromisarios, Aitor Elizegi compareció en rueda de prensa para ofrecer sus impresiones sobre lo acontecido en la Asamblea. En primer lugar, aseguró que la ampliación de la grada “no es importante” para su Junta Directiva, que lo es “para el Athletic”, al que se mostró confiado en que le hará “más fuerte en el futuro”. Cuestionado por los plazos necesarios para llevar a cabo la ampliación de la zona de animación, el presidente no se quiso mojar, por no tener todos los datos de cuántos de los socios afectados se moverán de lugar y cuántos se mantendrán en la nueva grada, pero sí calculó que arrancando el proceso de cambio de localidades a finales de este mes o principios de mayo, podría estar listo en un margen de unos 90 días.