Ander Capa (Portugalete, 8 de febrero de 1992) bien podría ser uno de los destinatarios de parte de la vasta bibliografía de Gabriel García Márquez, por lo menos en lo que se refiere a los volúmenes del premio Nobel de Literatura ‘Crónica de una muerte anunciada’ y ‘Cien años de soledad’. Respecto al primero, porque la ausencia del lateral derecho del Athletic en la última convocatoria de Marcelino estaba cantada. El técnico tenía a 24 futbolistas disponibles y debía descartar a uno de ellos para hacer frente al partido con el Levante y prácticamente todo el entorno athleticzale conocía que el portugalujo poseía todas las papeletas para ser el damnificado.

Ya lo había dejado fuera de la convocatoria en el encuentro de vuelta de las semifinales de Copa en Mestalla, pero el asturiano le tuvo que recuperar debido a los problemas estomacales de última hora que sufrió Óscar de Marcos y que le impidió jugar ante el Valencia. Respecto al segundo libro del escritor colombiano, Capa ha interiorizado su soledad desde que arrancara la presente campaña, ya que es el único jugador de campo que no ha competido minuto alguno y va camino, salvo cambio radical en la opinión del técnico, de cerrar en blanco un curso que se ha convertido en un vía crucis para el defensa.

El propio futbolista asume que será así desde que se siente señalado por la dirección deportiva y por el entrenador. No en vano, le ha penalizado un proceso negociador de su posible renovación en el momento que no aceptó dos años atrás la primera y única oferta en firme que le ha trasladado la entidad bilbaina. Como se conoce, el club le ofrecía solo una temporada más para prolongar un contrato que expira el próximo 30 de junio y el propio Capa se encargó de negar que las diferencias se redujeran al asunto dinerario.

Así lo manifestó en la entrevista concedida a este periódico el pasado septiembre: “El tema económico nunca ha sido un problema en mi renovación… Lo único que queríamos eran dos años más, cierta tranquilidad”. El nuevo contacto que se produjo pocas semanas después de estas declaraciones no sirvió para acercar posturas, ya que el Athletic ni siquiera le puso una nueva oferta sobre la mesa y se limitó a emplazarse en un futuro en función de qué rol ejercería el jugador, que ha sido nulo hasta la fecha.Una situación que no ha hecho más que aumentar la bola de nieve sobre un caso que presenta evidentes dosis de incertidumbres y desconocimiento de la letra pequeña que le rodea.

La gota que ha desbordado el vaso la causa su descarte de la última convocatoria y todo hace indicar que la historia se repetirá de cara al compromiso del Athletic el domingo en el caso de que Marcelino no cuente con bajas, a la espera de la posible recuperación o no de Iñigo Martínez, quien no pudo completar el duelo ante el Levante por molestias musculares. Lo cierto es que al portugalujo le toca resignarse al escenario que sufre, por mucho que le pueda molestar determinados comentarios en las redes sociales y en tertulias mediáticas en las que le acusan de exigir hipotéticas cantidades por encima de lo que le pueda ofrecer el club o de que lo tiene hecho con otro club, reflexiones que, según fuentes consultadas, no se ajustan a la realidad.

De hecho la discrepancia procede en la duración del nuevo contrato, mientras que el club sí ha atendido a las peticiones de sus compañeros Yuri Berchiche y Dani García, de más edad que Capa y que han firmado por dos temporadas más. El portugalujo tuvo alguna opción de salir en el mercado de invierno que no fraguó y a día de hoy no ha recibido ninguna oferta para la próxima campaña, aun consciente de que su futuro estaría lejos de Bilbao, ya que se entiende poco lógico esperar a junio al resultados de las elecciones presidenciales y a conocer si Marcelino continuará o no al frente del equipo.

El propio Aitor Elizegi, presidente del Athletic, se mojó sobre el caso Capa en su última comparecencia ante los medios de comunicación. “El Athletic le ofreció a Ander Capa continuar aquí. Ander es un ejemplo dentro y fuera del vestuario. El tema es que es una posición donde está con muchos jugadores compitiendo por ese puesto. No podemos dudar ni del entrenador, ni de los servicios médicos ni de la plantilla”, dijo el de Santutxu, siguiendo la línea de Marcelino, que el pasado noviembre quiso zanjar el asunto: “Que quede clarísimo que si Capa no juega, es solo decisión mía”.

Hace un mes, el técnico fue cuestionado de nuevo respecto al lateral, sobre el que vertió un buen número de elogios, precisamente días después de que un fondo de San Mamés entonara el cántico ‘Capa Askatu’ cuando el jugador saliera a calentar por primera vez esta temporada en la cita ante el Espanyol.

Marcelino ha relegado al ostracismo al portugalujo, que ha pasado de ser la primera opción en el lateral derecho a su llegada al banquillo rojiblanco, además de ser partícipe del título de la Supercopa de 2021 en La Cartuja, a convertirlo en la cuarta alternativa en esa posición por detrás de Óscar de Marcos, Iñigo Lekue y Alex Patxarroman. Un giro de 360 grados en las preferencias del técnico con un jugador que atesora 104 partidos como león y un total de 222 en Primera División.