Ha sido un parón para lamer heridas. Porque así es cuando toca descansar después de sufrir una derrota tan dañina como la saldada en la jornada anterior. El Athletic se ha afanado en recapacitar durante estas dos últimas semanas debido al batacazo que se dio frente al Cádiz en San Mamés, un fiasco que genera una ralentización en la escalada de un conjunto rojiblanco que no se puede permitir esta noche el lujo de volver a fallar. Lo hizo con el cuadro cadista, que lo quiere leer como uno de esos accidentes que se producen a lo largo de la liga, por lo que tiene puesto el foco en el compromiso de esta noche en el Ciutat de València, un estadio al que regresa casi nueve meses después de certificar el billete a la última final de Copa gracias al tanto de Alex Berenguer en la prórroga. El de hoy no tiene tanta trascendencia como el de entonces, pero no por ello guarda su punto de importancia. No en vano, el partido ofrece su riesgo para el colectivo de Marcelino, que reclama un triunfo que permita a su equipo recuperar las sensaciones previas al duelo con el Cádiz, pero también alerta a sus pupilos del peligro que ofrece un Levante herido pese a que no ha ganado aún partido alguno recorridas trece jornadas y a que haya cambiado de inquilino en el banquillo.

El Athletic, así las cosas, sabe a qué atenerse. Se trata de ser fiel a sí mismo, olvidarse del nombre y de los números del rival, no bajar la guardia en ningún momento y marcar los tiempos de un partido que necesita gobernar. La teoría es sencilla, la práctica no tanto cuando no se hacen las cosas bien. Por ello, Marcelino espera que sus futbolistas no caigan en ningún tipo de relajación, con el deseo de no encajar un gol tan tempranero como sucediera frente al Cádiz y manejar la ansiedad del conjunto que dirige Javier Pereira, quien tampoco ha logrado dar con la tecla desde que sustituyera en el cargo a Paco López. El Levante es el más goleado de la categoría y el Athletic es el segundo menos goleado, una estadística que habla mucho de las genéticas de los dos equipos, pero que debe hacerse efectiva en el verde, sobre todo para los intereses del conjunto rojiblanco, que también es el único equipo de Primera División que no ha hincado la rodilla en sus desplazamientos, una condición que confía mantener en Orriols.

Se conoce el plan de Marcelino, al que apenas le gusta dar pistas sobre sus intenciones. En esta ocasión no iba a ser la excepción. El de Villaviciosa es poco amigo de cambiar lo que cree que le funciona, pero no extrañaría que pudiera introducir matices en su idea, en función de las características de un encuentro en el que aguarda a un Levante supermotivado por su necesidad de sumar la primera victoria, pero también temeroso de sus propias debilidades, especialmente defensivas, y del potencial físico de un Athletic del que se destaca su ritmo y su alta intensidad de juego. Marcelino -que sigue sin contar con los lesionados Nolaskoain, Vivian y Berchiche pero que recupera a Vencedor, Iñigo Martínez, Villalibre y Zarraga- lo tiene claro. No se intuyen cambios en una defensa con Yeray e Iñigo Martínez en el eje de la zaga, mientras que Unai Vencedor, tras sus molestias que le impidieron jugar ante el Cádiz, regresa al once para formar pareja en la medular con Dani García, mientras que la incógnita reside en la elección que tome el técnico en cuando al acompañante de Iñaki Williams en ataque. Raúl García ha tenido más chance que Oihan Sancet en los encuentros precedentes, aunque quizá se incline en esta ocasión por el de Mendillorri debido al perfil del Levante y de las evidentes urgencias granotas.

Sea como fuere, el Levante no asoma como una perita en dulce pese a su delicada situación clasificatoria y, aunque no ha sido capaz a estas alturas de ganar un solo partido, puede decir que el Real Madrid y el Atlético de Madrid se tuvieron que conformar con agarrar solo un punto en sus comparecencias en el Ciutat y en el que encajaron tres y dos goles, respectivamente. También es cierto que tanto el Celta como el Granada vencieron con solvencia en el feudo levantista, por lo que queda ver qué Levante se topará un Athletic que, con todo, no debe descuidarse de futbolistas como Morales, Roger, Soldado o Bardhi, y a los que ya ha sufrido en tiempos no muy lejanos.