La derrota del pasado viernes ante el Cádiz en San Mamés aún sigue escociendo entre la parroquia rojiblanca. El poso que queda, más aún tras los resultados del fin de semana, con derrotas de Osasuna, Rayo Vallecano y Betis; y el empate del Atlético de Madrid, los cuatro equipos que marchan justo por delante del Athletic en liga, es de haber perdido una gran oportunidad de dar un golpe sobre la mesa y pegar un salto en la tabla. La mejoría del equipo en líneas generales, no tanto seguramente de cara a gol, es evidente, más aún si se comparan las temporadas más recientes, pero se antoja insuficiente, toda vez que el conjunto rojiblanco no termina de asentarse en posiciones europeas.

Aún es pronto, sí, pero hace algunas semanas Marcelino García Toral pidió aplazar su primer análisis del curso hasta que se hubiera consumido el primer tercio del campeonato. Y ese momento ha llegado. Cierto es que el Athletic ha jugado doce partidos y no trece, puesto tiene un encuentro pendiente, la visita al Real Madrid aplazada por los choques de selecciones de la Conmebol y que, en principio, se disputará el próximo 1 de diciembre, pero la competición sí ha consumido ya una tercera parte de su recorrido.

La derrota frente al Cádiz, de la que hay que tomar nota para evitar que vuelva a suceder algo parecido, tampoco puede ocultar la realidad. El Athletic marcha octavo en liga, un puesto y un punto mejor que el Barcelona, y tienen a tiro las plazas europeas. Osasuna, séptimo, posición que daría acceso a la Conference League, les aventaja en un punto; mientras que Rayo, sexto, y Betis, quinto, que copan a día de hoy los puestos de Europa League, lo hacen en dos y tres, respectivamente. En este sentido, el análisis no puede ser malo, más aún si se tiene en cuenta que estos tres equipos han jugado un partido más que el Athletic. Un equipo al que el exceso de empates, un total de seis, que son exactamente la mitad de los encuentros que ha disputado, le están lastrando.

Haciendo un rápido repaso de las igualadas cosechadas hasta la fecha, a saber: contra el Elche, el Barcelona, el Atlético de Madrid, el Valencia, el Espanyol y la Real Sociedad, se podría asegurar sin demasiado margen para el error, que el Athletic hizo méritos más que suficientes para lograr la victoria en al menos tres de ellos, lo que se habría traducido en seis puntos más. Claro está, realizar un ejercicio similar no es más que una cuestión de ciencia ficción. Lo único cierto es que el Athletic tiene 18 puntos, que son cinco más que los logrados el curso pasado en el mismo número de partidos y uno más que hace dos temporadas.

A diferencia de lo sucedido la pasada campaña, en la que el conjunto rojiblanco se mantuvo bastante alejado de los puestos europeos en sus doce primeros partidos de liga, circunstancia que se trasladó posteriormente al resto de campeonato, en la presente temporada ha terminado hasta tres jornadas en dichas posiciones. Así ocurrió tres el cuarto y quinto encuentro (5ª posición) y después de la octava jornada (7º). Eso sí, dos años atrás, de la mano de Gaizka Garitano, el Athletic ocupó puestos europeos en las ocho primeras jornadas.

Entonces, tras un inicio esperanzador y una ilusionante clasificación para una nueva final de Copa, el equipo fue incapaz de mantener la línea, y tras la reanudación de la liga después del confinamiento provocado por el coronavirus, no pudo acabar la liga en puestos europeos.

el gol, asignatura pendiente

Esa mejoría en sensaciones y en juego, con partidos bastante buenos, como los disputados recientemente ante Villarreal y Espanyol, no se está traduciendo en un plus clasificatorio en gran medida por la falta de pegada del equipo. Los rojiblancos han marcado 11 goles en 12 partidos, el mismo registro de hace dos campañas y que es ligeramente peor al del curso pasado (12 en otros tantos encuentros). Una cifra a todas luces escasa. Además, solo cinco futbolistas han visto puerta en lo que va de liga: Iñaki Williams (3), Iñigo Martínez (2), Iker Muniain (2), Raúl García (2) y Dani Vivian (1). El que resta para completar los once se lo marcó un futbolista del Rayo Vallecano en propia puerta.

Así las cosas, para seguir progresando y mantener intactas las opciones de regresar a Europa, lo que no se ha conseguido en las cuatro últimas campañas, aumentar el número de goles se antoja vital. Mientras eso no ocurra, le mejoría será insuficiente.