La Tribuna Norte Baja de San Mamés ha proyectado en la matinal del sábado una imagen insólita. Los socios compromisarios, 914 finalmente tras ser 633 en el momento en el que se dio el pistoletazo de salida a una Asamblea General Ordinaria que arrancó con quince minutos de retraso con cafés y bebidas para los asistentes, tomaron la palabra en un singular acto institucional que se desarrolló en medio de hasta cuatro votaciones. Solo el cincuenta por ciento de ellas logró sacar adelante la junta directiva liderada por Aitor Elizegi, que no contó con el apoyo necesario en la presentación del presupuesto para el presente ejercicio, ni en la evaluación de su gestión durante el curso 2020-21.

Con 381 votos a favor y 492 en contra, los compromisarios suspendieron la gestión del equipo de gobierno de Elizegi, destinatario de un carrusel de quejas. La primera protesta de la mañana tuvo que ver con la comunicación y la relación diaria con la masa social del club. "Señor Elizegi, prometió que las relaciones con los socios iban a ser más amplias y efectivas y creo que no se han cumplido al 100%, porque debemos ser los primeros en enterarnos de los acontecimientos del club, que para eso somos dueños del club", lanzó José Manuel Pérez Ortiz de Mendibil, quien también puso el foco en la necesidad de elevar la voz ante la Federación Española de Fútbol y LaLiga por los horarios de los partidos del primer equipo masculino. "Ponga usted sus reales encima de la mesa de la Federación y de LaLiga, porque nos merecemos mucho más respeto del que nos tienen", apuntó al respecto este socio.

Las escasas apariciones públicas del presidente hasta la semana previa a la celebración de la asamblea tampoco han pasado desapercibidas. "Después de meses de aislamiento usted reconoció que estuvo mucho tiempo sin comparecer, pidió disculpas y dijo que no volvería a ocurrir, pero vaya si volvió a ocurrir y sigue ocurriendo", lamentó el socio Javier Fernández, quien también aprovechó su intervención para criticar que "dice que los hijos de vascos pueden jugar en el Athletic y tema zanjado. De repente nos dice que es valorable poner apellido a San Mamés o Lezama y después valoran que no es necesario. No es que usted se meta en charcos, sino que los crea donde no los hay y después se mete en ellos".

FINAL DE COPA

Lo sucedido fuera del terreno de juego en la segunda final de Copa de la pasada temporada, perdida ante el Barcelona con una delegación del club presente en Sevilla con invitaciones de por medio, también fue puesto sobre la mesa por varios socios compromisarios. Uno de los que hizo referencia a dicho pasaje fue David Esteban, quien expuso que "siempre me he sentido muy orgulloso de ser del Athletic, pero el 17 de abril, el día que jugamos la final de Copa contra el Barcelona, sentí vergüenza de ser del Athletic. Y no por lo visto en el césped, sino por su gestión como junta directiva, porque Bizkaia entraba en alerta roja, la Federación Española delegó en ustedes gestionar un número determinado de pases (66) y según vimos todos ustedes decidieron invitar a quienes consideraron oportuno. Cinco directivos viajaron solos y hacia ellos mi máximo respeto".