Cruzar el túnel de vestuarios y observar el intimidatorio 'This is Anfield', escuchar el 'You'll never walk alone', jugar en uno de los templos del fútbol inglés. Sensaciones que ponen la piel de gallina y el Athletic, que presume también de una identidad única, se ha puesto esta tarde uno de sus mejores trajes para salir indemne y reivindicarse ante el mismísimo Liverpool en el último test de pretemporada, que ha dejado buenas noticias para el equipo y para el propio Marcelino de cara al estreno de liga en Elche. Ya no hay cabida para experimentar a lo largo de esta semana y el duelo en Anfield Road ha servido para que el conjunto rojiblanco, invicto en un fructífero viaje a la Premier League, cierre el calendario veraniego con buenos síntomas que alimentan el optimismo ante el inminente arranque del curso oficial. Un partido grande que permite la revalorización del meta Julen Agirrezabala, confirma el olfato goleador de Berenguer, pichichi rojiblanco la liga pasada, rescata a Muniain... pero que proyecta también lagunas defensivas y una inquietante falta de pericia rematadora en oportunidades que no deben desperdiciarse.

Marcelino no se esconde. Ha aprovechado el denominado partido estelar de la pretemporada, a solo ocho días del arranque de liga, para mostrar el once que, salvo algún matiz, presentará en el Martínez Valero. Ante el Southampton ya dio alguna pista, si bien el plan B le funcionó de maravilla en el St. Mary's Stadium. Quizá alguno de los que comparecieron de inicio frente a 'Los Santos' lo haga también en Elche a la espera de conocer el estado de forma de Yeray, inédito este fin de semana en tierras inglesas, y del mismo Capa, que se quedó en casa debido a una sobrecarga muscular. El asturiano, incluso, podría retocar alguna posición en caso de ubicar a Raúl García, Villalibre o Vesga, suplentes en Anfield. El debate está abierto en estos próximos días en el entorno athleticzale, aunque parece claro que el cachorro Julen Agirrezabala, la gran sorpresa veraniega, ha ganado la partida a Jokin Ezkieta y el guipuzcoano será el meta que sustituya en la jornada inaugural a Unai Simón, que gozará de unos días de descanso tras su periplo intenso en la Eurocopa y en los Juegos Olímpicos de Tokio.

Competir en Anfield exige una versión pluscuamperfecta. Sobre todo, cuando enfrente asoman jugadores del talento ofensivo de los Salah, Mané o Jota, un tridente que asusta a los rivales. Jürgen Klopp ha puesto en escena un once reconocible pese a ciertas ausencias de futbolistas claves (el Liverpool repite mañana en Anfield ante Osasuna en el homenaje al fallecido Michael Robinson, exjugador de ambos equipos), por lo que el Athletic estaba avisado. Marcelino puso el acento durante el curso anterior en evitar errores defensivos que costaron demasiados puntos a su equipo. Es predicar en el desierto. Vivian, que está llamado a ser una alternativa en el eje defensivo, se ha equivocado en una salida de balón y, claro, el regalo, no lo iban a desaprovechar los reds, habituados a lo grande. Keita ha visto la intención del gasteiztarra, cuyo pase no ha llegado a coger Vencedor, y el guineano se ha asociado con Mané para que este cediera a Jota, que ha batido a un Agirrezabala que poco ha podido hacer. El Liverpool, ya con el marcador de cara, se ha sentido a gusto y por momentos parecía decidido a triturar a los leones. Salah ha empequeñecido a Balenziaga, aunque Agirrezabala, lejos de hundirse mentalmente, ha sacado después una mano prodigiosa a la lanzamiento del egipcio.

El Athletic estaba grogui, pero ha surgido la calidad puntual de algunas de sus referencias, como el caso de Muniain, que ha querido protagonismo. Ha empezado entonces el otro vía crucis de los leones, que no es otro que la falta de pegada. La pretemporada no ha servido de momento para corregir este déficit, por lo menos en las figuras de Iñaki Williams y Sancet, que han vuelto a fallar cuando lo tenían todo a favor. El primero ha desaprovechado un mano a mano con Alisson tras filtrar Muniain un buen servicio, después el bilbaino se la dejado a placer a Sancet, que la ha mandado a las nubes cuando se cantaba el gol, y de seguido el mayor de los Williams no ha sido capaz de superar al meta blasileño tras asistencia de un Vencedor que ha ido de menos a más. Marcelino se desesperaba ante tanto desperdicio, aunque le quedaba el consuelo de la reacción de sus pupilos.

El conjunto rojiblanco se había espabilado, lo que se entiende como una plusvalía. El arranque del segundo acto ha confirmado las buenas sensaciones en la recta final del primero y el Athletic ha salido respondón liderado por Muniain y con sus hombres más ofensivos enchufados. El capitán, entonces, ha fabricado el inicio de una acción coral, un manual de un ataque mayúsculo. El txantreano ha encontrado a Williams, este a Sancet y el navarro ha prolongado para que Berenguer, de dulce con el gol como ratificó la liga pasada, sentenciara ante Alisson. El partido se ha abierto en canal y el Athletic, pese al carrusel de sustituciones, ha querido el cuerpo a cuerpo con el Liverpool, al que le ha frenado un notable Agirrezabala, con una parada prodigiosa a tiro a bocajarro de Mané, cuando el senegalés no suele marrar estas oportunidades. La recta final ha dejado buenos minutos de Nicholas Williams y detalles de Villalibre en un encuentro que cierra las pruebas. El día 16 comienza lo bueno.

FICHA TÉCNICA

LIVERPOOL: Alisson; Alexander-Arnold, Matip, Van Dijk (Min. 72, Williams), Robertson (Min. 46, Beck); Milner, Keita, Elliott (Min. 84, Cain); Salah, Jota (Min. 72, Woodburn) y Mané (Min. 84, Morton).

ATHLETIC: Agirrezabala; De Marcos (Min. 64, Petxarroman), Vivian (Min. 64, Unai Nuñez), Iñigo Martinez (Min. 83, Paredes), Balenziaga (Min. 64, Lekue); Berenguer (Min. 76, Morcillo), Dani García (Min. 83, Vesga), Vencedor (Min. 77, Zarraga), Muniain (Min. 64, Nicholas Williams); Sancet (Min. 64, Raúl García) e Iñaki Williams (Min. 64, Villalibre).

Goles: 1-0: Min.13; Jota. 1-1: Min. 53; Berenguer.

Árbitro: Mike Dean (Inglaterra). Sin amonestaciones.

Incidencias: Partido amistoso disputado en Anfield Road ante unos 37.000 espectadores. El encuentro comenzó con media hora de retraso sobre el horario previsto debido a problemas en los accesos al estadio.