IN margen de error y con LaLiga en juego. Así visitará mañana el Atlético a un Athletic obligado a exprimir sus escasas opciones de obtener un billete europeo de cara a la próxima temporada. La victoria, necesaria para no perder pie definitivamente en una pugna que se antoja sumamente complicada, es lo único que buscará también el bloque dirigido por Diego Simeone, sabedor de que cualquier tropiezo en las seis últimas jornadas del campeonato podría resultar decisivo en la ardua lucha por el título que mantiene abierta con Real Madrid, Barcelona y Sevilla. Al acecho los tres en una clasificación en la que los andaluces asoman como cuartos en discordia a seis puntos de distancia de los colchoneros, que presentan una ventaja de tres puntos respecto al equipo de Zinedine Zidane y de cinco, pero con un partido más disputado respecto al conjunto que comanda Ronald Koeman, la exigencia a la que se ve sometido el cuadro madrileño es máxima.

La jugosa renta de la que llegó a disponer en febrero se fue evaporando paulatinamente cuando parecía que ningún rival le discutiría el liderato hasta el término del curso. Fueron diez puntos de colchón los que un imponente Atlético consiguió acumular en lo más alto de la clasificación tras golear a domicilio al Cádiz el pasado 31 de enero en la vigésimo primera jornada liguera, pero los tropiezos se sucedieron a partir de entonces. Siete días después no pasó del empate como local ante el Celta (2-2) y al cabo de dos jornadas se vio sorprendido por el Levante en el Wanda Metropolitano, donde los granotas se llevaron los tres puntos al imponerse 0-2.

Con tan inesperada derrota asomaron las primeras dudas en torno a la fiabilidad de un equipo que marcaba semanas atrás una progresión de cien puntos y estas, irremediablemente, se vieron multiplicadas definitivamente con los empates firmados ante Real Madrid (1-1), Getafe (0-0) y Betis (1-1) y el revés sufrido en la visita a un Sevilla que cantó bingo gracias a un solitario gol del lateral argentino Marcos Acuña. Así desapareció el amplio margen de puntos que lucían los colchoneros, que han recuperado el tono en los dos últimos compromisos al golear al Eibar (5-0) y vencer con relativa comodidad al Huesca (2-0) en el choque previo a su visita a San Mamés.

nombres propios

Está por ver si para afrontar el encuentro contra el Athletic, que mordió el polvo por 2-1 en su visita al Wanda Metropolitano el 10 de marzo, Simeone recupera a Luis Suárez, quien completó ayer la primera parte del entrenamiento con el resto de sus compañeros tras perderse por lesión las dos últimas jornadas. El delantero uruguayo, con diecinueve goles y dos asistencias en los veintiséis partidos ligueros que ha disputado, ha enterrado las dudas acerca de su rendimiento en un curso en el que ha terminado por explotar Marcos Llorente.

Reconvertido en jugador de banda y en media punta, el otrora mediocentro madrileño, amigo y socio del rojiblanco Ibai Gómez, puede presumir de haber alcanzado los dobles dígitos en goles y asistencias. Con once tantos y diez pases de gol, los dos últimos el jueves ante el Huesca, Llorente se ha convertido en un pilar ofensivo para Simeone, que también celebra el paso al frente de Ángel Correa. Autor de la primera diana en el último triunfo ante el conjunto oscense y de un doblete frente al Eibar, el argentino luce también aires renovados para satisfacción de un equipo en el que el guardameta esloveno Jan Oblak vuelve a luchar por el trofeo Zamora.

El Atlético, con solo 20 goles encajados en 32 jornadas, lidera dicho ranking siendo, además, tras el Real Madrid, el conjunto que menos partidos de liga ha perdido como visitante esta temporada. Si en solo uno ha caído derrotado el cuadro madridista, en dos ha cedido muy a su pesar el siempre aguerrido y entregado equipo que lidera Simeone, al que el propio Real Madrid y el Sevilla de Julen Lopetegui son los únicos que han podido superar hasta la fecha lejos de su estadio.