I el propio Marcelino García diría que aún no tiene decidido qué once hombres saltarán el sábado al césped de La Cartuja, anticipar hoy el equipo titular de la final no deja de ser una mera elucubración. Pero tras el repaso de las alineaciones diseñadas por el técnico del Athletic, un total de veintiuna, aventurar su elección definitiva para el partido más importante de la temporada supondría realizar un ejercicio con red, en absoluto un salto al vacío. Se parte de la base de que existe una formación tipo que se ha mantenido con ligeras variaciones a lo largo de los tres últimos meses. La mayoría de las demarcaciones tienen ya un nombre adjudicado y si alguno de estos futbolistas que están en la mente de todos no compareciese ante el Barcelona hablaríamos de sorpresa.

Como las actuaciones recientes dejan bastante que desear, cabe que se registre alguna novedad por aquello de buscar un revulsivo. Dejando pues abierto un resquicio para lo inesperado, apartado que no incluiría a Nuñez o Balenziaga en la hipótesis de que Yeray o Yuri no superasen sus molestias, casi la única incógnita pende sobre el círculo central. Es esa la parcela del campo donde se centran las dudas. Que las hay y razonables además. Porque el portero será el que todo el mundo sabe, al igual que De Marcos e Iñigo Martínez completarán la zaga, presumiblemente junto a Yeray y Yuri a tenor de la evolución observada en Lezama. Y para las cuatro posiciones más adelantadas, la apuesta más segura, por no decir infalible, señala a Berenguer y Muniain ubicados en los costados y a Williams y Raúl García como delanteros.

La selección de la pareja de centrocampistas aparece más abierta, sujeta a consideraciones que solo Marcelino maneja. De hecho, así es desde que cogió el equipo, puesto que en dicha línea se han contabilizado multitud de cambios. Dani García, Vencedor, Vesga y Unai López viven inmersos en una dinámica singular que se refleja en el reparto, bastante equitativo por cierto, de los minutos de competición. La impresión de que son perfectamente intercambiables ha dado pie a interpretaciones dispares. Lo mismo se afirma que el técnico tiene la ventaja de que cualquiera es válido, como se argumenta que en realidad ninguno acaba de llenarle del todo.

Sea como fuere, la única verdad es que aparecen y desaparecen. Su participación depende del rendimiento individual o como dúo, de la densidad del calendario o de las peculiaridades de cada compromiso. Factores los tres apuntados que de nuevo abren un interrogante que se cerrará un rato antes del arranque de la segunda final copera.

ensalada de datos

Cinco son las combinaciones que ha empleado Marcelino. Todos han jugado con todos excepto en un caso, nunca Vencedor y Unai López han coincidido de inicio, sí un rato suelto, en el cruce copero con el Betis. La fórmula más habitual es Vencedor-Dani García, utilizada en nueve ocasiones, tres de ellas muy significativas: los dos encuentros de la Supercopa y los dos encuentros de la Supercopala final con la Real SociedadUnai López-Vesga, sería la siguiente, en seis oportunidades; Vencedor-Vesga, en tres; Unai López-Dani García, en dos y Dani García-Vesga, en una. Estos datos corresponden siempre a la formación titular, dado que también Marcelino ha modificado el centro del campo con gran frecuencia en las segundas partes.

Dani García y Vencedor han sido los más asiduos en la pizarra, con una docena de titularidades por barba, les sigue Vesga con diez y el cuarto lugar es para Unai López, ausente en enero por lesión, con ocho. Las estadísticas corroboran que Marcelino está muy pendiente del comportamiento de la línea de medios, tanto que podría asegurarse que constituye su auténtico caballo de batalla. Dicho de otra forma, en otros puestos se muestra más rígido o más constante en sus preferencias aunque haya veces en que, al menos desde fuera, se detecten motivos para probar algo distinto.

Por ejemplo, los llamados a fabricar goles pueden acumular semanas, meses, sin ver puerta e insiste con ellos. No tiene tantos miramientos cuando se trata de decantarse por la dupla a colocar en la sala de máquinas y si estima que necesita una aportación más convincente, no le tiembla el pulso. En la siguiente cita, cambia y punto. En la ida de la semifinal con el Levante y frente al Eibar, no quiso esperar tanto y optó por transformar la zona ancha en el descanso.

Volviendo a lo inminente, si hubiese que lanzar un vaticinio, acaso los tiros irían por acertar quién se situará al lado de Dani García. El más veterano reúne más boletos que ningún otro en este momento. Aparte de que probablemente ha sido el más entonado en los partidos recientes, puede pesar su mayor experiencia y su perfil, por ser un jugador más dotado para el corte, la contención y la lectura posicional. Sobre el papel, las altas posesiones del Barcelona condicionan mucho el trabajo a desarrollar en la zona ancha. Vencedor ha estado en los tres cruces con los azulgranas, pero no es descartable que el sábado empiece Vesga, mientras que Unai López apuntaría a posible recambio en función de cómo marche el asunto. Tampoco sería raro que los cuatro acabasen tomando parte.