El Levante buscará esta noche clasificarse para la primera final de Copa de su historia. ¿La primera? Oficial sí, al menos. Ya que en 1937 disputó y ganó el encuentro que decidió al campeón de la Copa España Libre. Un trofeo que a día de hoy figura en las vitrinas del renovado Ciutat de València, pero que no adquiere catalogación de oficial. En plena guerra civil española y por iniciativa del entonces presidente de la Federación Valenciana de Fútbol, Josep Rodríguez Tortajada, cuatro clubes pertenecientes a los territorios que por aquel entonces estaban bajo el control de las autoridades republicanas: Espanyol, Girona, Valencia y Levante, disputaron en Barcelona un torneo oficioso en el que el conjunto granota se alzó con el título.

El trofeo no tiene carácter oficial ya que el 29 de septiembre de 1936 la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) envió una circular a todos los entes territoriales y a todos los clubes para hacerles saber que se suspendía “la temporada de juego para todas las competiciones oficiales dependientes de la nacional”. En los archivos de la FIFA tampoco figuran las actas de los tres encuentros que dieron forma a aquella Copa España Libre.

El Levante intentó varias décadas después que le fuera reconocido aquel título como oficial, pero sus demandas no llegaron a buen puerto. En 2007, el Congreso de los Diputados solicitó a la RFEF, el único organismo competente para determinar el carácter del torneo, que estudiara el caso del equipo granota. Dos años después, la asamblea de la Federación Española emitió un voto negativo al respecto al atender a un informe desfavorable del Centro de Investigaciones de Historia y Estadística del Fútbol Español (CIHEFE).

Así, el rival del Athletic esta noche (21.00 horas) en las semifinales de la presente edición de Copa, buscará un hito histórico, alcanzar su primera final en el torneo del K.O.. Para ello, afronta el encuentro con una ligerísima ventaja sobre los bilbainos y que se la otorga el 1-1 logrado tres semanas atrás en San Mamés.

40 AÑOS DEL DEBUT DE CRUYFF

La centenaria historia del Levante vivió hace ahora 40 años un hecho insólito, que Johan Cruyff, uno de los mejores jugadores que ha conocido el mundo del fútbol, aceptara jugar como granota ¡en Segunda División! Tras acabar su etapa en el Barcelona y hacer las ‘Américas’, el holandés buscó nuevos retos, ligados a unos grandes emolumentos, y estos le llevaron al equipo valenciano. Se estrenó el 1 de marzo en un duelo ante el Palencia, pero la historia no acabó demasiado bien. El Levante arrancó aquel partido segundo en una liga en la que los tres primeros ascendían de forma directa, pero finalizó la liga en novena posición. El efecto Cruyff se diluyó, pero no afectó a su bolsillo. Jugó 10 partidos, en los que marcó dos goles, y se embolsó 40 millones de pesetas y algún buen pellizco más por la venta de entradas.

Además del astro holandés, también Marcelino García ToralEl ahora técnico del Athletic llegó al conjunto granota en el verano de 1990, pero no pudo evitar que meses más tarde el equipo, que militaba entonces en Segunda División, descendiera a Segunda B. Completó una segunda temporada, la 1991-92, antes de fichar por el Elche, club en el que en 1994, con solo 28 años y debido a una lesión de rodilla, colgó las botas.