El primer asalto de la semifinal de Copa frente al Levante el pasado jueves dejó un regusto un tanto amargo en el entorno athleticzale y el 1-1 pone en alerta al conjunto rojiblanco para el choque de vuelta en el Ciutat de València. Un duelo que tendrá lugar el próximo 4 de marzo, pero el Athletic está obligado a dejar el torneo del K.O. en stand-by para centrarse en los tres compromisos ligueros a los que tiene que hacer frente con anterioridad a la gran cita en Orriols. Este lunes le toca examinarse en el Ramón de Carranza, seis días después recibe al Villarreal en San Mamés y a los cinco días viaja al Ciutat para tantearse con el Levante en el aperitivo copero. Marcelino García Toral es consciente de lo que tiene en manos. La semifinal de Copa se entiende como un gran reto, si bien no puede descuidar la liga, la que da de comer. El Athletic necesita un impulso y este puede llegar esta noche en la Tacita de Plata, donde no comparece desde octubre de 2005. Entonces cayó por la mínima en plena crisis del nuevo proyecto de José Luis Mendilibar y hace cuatro meses y medio el cuadro amarillo volvió a bofetear a los leones con una imprevisible victoria con dos hombres menos que dejó muy tocado a Gaizka Garitano, el predecesor de Marcelino, quien cree prioritaria la victoria sobre un Cádiz que encadena tres derrotas consecutivas.

El Athletic reclama recuperar su mejor versión, la más cercana a la que ofreció en la Supercopa y a la de la goleada sobre el Getafe. Desde el triunfo posterior en Alcoi, los rojiblancos no conocen la victoria, a excepción del éxito en los cuartos de la Copa sobre el Betis en la tanda de penaltis, en cuatro partidos en los que han aflorado pequeñas lagunas que quiere corregir el técnico asturiano, al que no le tiembla el pulso en sus decisiones, como se pudo comprobar el pasado jueves, cuando llevó un triple cambio en el descanso tras el mal primer acto de sus hombres frente al Levante. A Marcelino no le gusta el término ansiedad, pero sí surge una sensación parecida a la hora de gestionar la necesidad que tiene su equipo de sumar puntos, sobre todo en el objetivo de escalar posiciones en la tabla y escapar de la zona de descenso, que también amenaza al conjunto de Álvaro Cervera, muy cómodo a la hora de armar contragolpes.

Esas tres sustituciones que efectuó Marcelino en el asalto inicial de la semifinal de Copa generan su punto de incertidumbre sobre el once por el que apostará el de Villaviciosa, que insiste en la necesidad de que el Athletic no encaje gol alguno, matiz que no se ha producido en los diez encuentros que lleva el asturiano al frente de los rojiblancos. Capa, Dani García y Vencedor fueron los damnificados de ese primer periodo ante el Levante y quizás alguno o incluso los tres no comparezcan de inicio, aunque el técnico no dio ayer ninguna pista al respecto.

con muniain

La única que ofreció es la duda que entraña el estado de Muniain, lastimado en los minutos finales del choque del jueves tras recibir un fuerte golpe en la zona lumbar. El navarro, no obstante, se recuperó a tiempo y entró en la expedición que viaja a Cádiz, por lo que, salvo una recaída, será de la partida inicial junto a Raúl García y Williams en la faceta ofensiva, en tanto que más dudas ocasiona la propuesta en la medular, con opciones para Unai López, que podría hacer pareja con Dani García. En la zaga, Lekue podría reemplazar a Capa, o quizá Marcelino se incline por retrasar a De Marcos al lateral y situar por delante a Berenguer, tal como ejecutó en el segundo acto frente al Levante.

Sea como fuere, el Athletic conoce que debe dar un golpe de efecto en un campo propicio para los visitantes, ya que el Cádiz solo ha ganado en dos ocasiones en el Ramón de Carranza, una de ellas al Barça, para sufrir cinco derrotas y otros cuatro empates, números que hablan de la debilidad del equipo amarillo en su feudo, aunque el conjunto rojiblanco tampoco puede presumir de asustar lejos de Bilbao, ya que solo ha ganado en una ocasión, y se remonta a la segunda jornada de liga, en el derbi de Ipurua frente al Eibar. Marcelino quiere cambiar esa dinámica y de paso sellar su primer triunfo como visitante que serviría para coger impulso.