Se cumplen hoy tres meses de la última comparecencia de Iñigo Vicente (Derio, 6 de enero de 1998) en el Athletic. Fue en el derbi de El Sadar ante Osasuna, saldado con derrota (1-0) por los dirigidos entonces por Gaizka Garitano. Vicente entró al césped en el minuto 86 en sustitución de Iker Muniain como último recurso del entrenador para intentar sacar por lo menos un punto. Se trató del segundo y último partido que ha disputado hasta la fecha el derioztarra, que debutó como león en el duelo frente al Cádiz en San Mamés dentro de la cuarta jornada, en lo que supuso todo un bofetón para el conjunto rojiblanco que hincó la rodilla frente a un rival que cerró el encuentro con solo nueve jugadores en el verde. 32 minutos son los que lleva recorridos Iñigo Vicente, que no gozó de oportunidades con Garitano y que tampoco las ha tenido por el momento con Marcelino García Toral, quien en la previa del estreno copero en Ibiza dejó caer que a aquellos que no entraran en la convocatoria se les podría abrir la puerta en lo que resta de mercado invernal, que baja la persiana el 1 de febrero. Vicente fue uno de los que no viajaron a las islas Pitiusas. Sin embargo, la decisión está tomada. El canterano se queda y no saldrá cedido.

Marcelino no le ha invitado a buscarse un destino y el mercado tampoco está como para tirar cohetes. La pandemia del covid-19 hace estragos en las finanzas de la mayoría de los clubes, que en gran parte han visto cómo se ha reducido sensiblemente los respectivos límites salariales. El Celta y el Cádiz, dos equipos llamados a luchar por la permanencia, son los últimos en reforzar sus respectivas plantillas con incorporaciones de bajo coste, ya que los movimientos son muy escasos, cuando apenas resta una semana para el cierre de esta ventana de fichajes. Solo las urgencias de última hora pueden propiciar un aumento en el volumen de operaciones, pero, sea como fuere, Iñigo Vicente, salvo un giro radical, no hará las maletas, como ya lo hiciera en el verano de 2019, cuando recaló en calidad de cedido en el Mirandés de Andoni Iraola, con el que jugó en 36 partidos con una tarjeta de cinco goles.

La competencia en el costado izquierdo, en el que suele ejercer el derioztarra, es brutal. Muniain es la prioridad para Marcelino en esa posición, por la que también optan Berenguer, aunque este puede pasar a banda derecha; Morcillo, que fue titular el pasado jueves en Ibiza; y Córdoba, que experimenta un ostracismo similar al de Vicente, que asimismo ofrece la polivalencia de competir en las dos bandas e incluso como segundo delantero, tal como lo hizo Sancet en sus 45 minutos en Can Misses. Iñigo Vicente, que apenas ha podido asomarse en la elite, espera su oportunidad como ya la tuvieron algunos de sus compañeros ante el equipo balear y quiere convencer a Marcelino una vez que afloje un calendario agotador desde la llegada al banquillo del Athletic del asturiano, que aún debe conocer más en profundidad a los futbolistas que menos rodaje han disfrutado hasta la fecha.