Juan Mari Aburto, alcalde de Bilbao, ha recibido en el Ayuntamiento de la villa a la comitiva rojiblanca, mucho más reducida que la de 2015, fruto de la pandemia provocada por el coronavirus. Aitor Elizegi, presidente de la entidad, Iker Muniain, primer capitán del equipo, que portaba el trofeo de la Supercopa, y Marcelino García Toral, el entrenador que ha hecho posible la gesta, han sido los primeros en saludar al primer edil. Además de los tres citados, Óscar de Marcos, Mikel Balenziaga, Iñaki Williams y Raúl García, los otros capitanes del equipo; José Ángel Iribar, mito rojiblanco; Mikel Martínez, vicepresidente de la Junta y Jon Berasategi, director general de la entidad han completado la delegación del Athletic.
En el acto, Aburto ha tomado la palabra para, en primer lugar, felicitar al club por la conquista de la Supercopa: "Zorionak, txapeldunak. Estamos orgullosos de vosotros. Felices y contentos de vuestra hazaña histórica. Habéis escrito una página de oro en la historia del club".
ORGULLO ATHLETICZALE
El alcalde de Bilbao, que caminaba con una muleta, no ha ocultado su felicidad por poder abrir "la casa de todos los bilbainos" a los futbolistas rojiblancos. "Acogemos con orgullo al Athletic en representación de todos los aficionados. El corazón rojiblanco está aquí, en este salón árabe. Es un recibimiento austero, pero por responsabilidad teníamos que organizar un recibimiento de esta naturaleza. Tenemos puestas nuestras confianzas en que pueda volver la tan deseada normalidad. Necesitábamos una buena noticia, un triunfo histórico como el de ayer. Necesitábamos también esta vacuna que nos ha otorgado una gran dosis de alegría".
Aburto ha instado al equipo a regresar al Ayuntamiento en unos pocos meses para celebrar un posible título de Copa: "Habéis aprendido el camino, os esperamos en breve. En abril tenéis dos oportunidades para estar en este salón. El trabajo de cada día es lo más importante. Gora Bilbao, aupa Athletic!"
Por último, el primer edil de la villa ha hecho entrega de la bandera de Bilbao a Aitor Elizegi. Un trapo con historia, que habitualmente figura en la plaza Ernesto Ercoreca y que Aburto recordó que bajó la ría subida en la gabarra en 1984, cuando el Athletic conquistó la liga y la Copa.
