Ronald Koeman (Zaandam, Holanda, 1963) lo tiene claro: "El título de la Supercopa es importante. No el que más de los que tenemos por jugar, pero sí es importante para el jugador, el entrenador, el club y para demostrar que estamos en el buen camino". Así de claro se mostró el entrenador del Barcelona ayer en rueda de prensa al definir la importancia del título que perseguirán sus hombres esta noche ante el Athletic, rival al que espera "a tope" y al que considera "complicado".

"El equipo está bien y estamos contentos por jugar la final. Con cuatro días de descanso habrá sido suficiente para recuperarnos totalmente y nos espera un rival difícil, que trabaja mucho y es muy competitivo. Si nos presiona arriba, tendremos que intentar jugar y hacer nuestro juego, porque ya vimos contra la Real que nos presionó bien y nos costó entrar en el partido, pero debemos estar a nuestro nivel", valoró asimismo Koeman, que busca en La Cartuja su primer título como técnico culé.

El holandés, en medio de un clima complicado por la inestabilidad que sacude al Barcelona con unas elecciones a la presidencia recién aplazadas como consecuencia de la evolución de la pandemia, capitanea desde el banquillo una no menos delicada transición en el plano estrictamente deportivo que ha encontrado varios obstáculos en el camino. Lo fue la impactante y firme intención de Leo Messi de abandonar el barco el pasado agosto en plena pretemporada y ahondó en los males del colectivo la grave lesión de rodilla del jovencísimo Ansu Fati, quien había adquirido un rol principal en un equipo que, a la espera de saber si podrá contar en la final de hoy con el tocado Messi, apela al colectivo para adjudicarse una Supercopa que buscará con ahínco en el mejor momento de la temporada.

Lo celebra desde el banquillo, con una mezcla de alivio y optimismo de cara al futuro próximo, un entrenador de carácter donde los haya como Koeman, que vive su segunda experiencia en los banquillos de LaLiga tras su paso por el Valencia en el curso 2007-08, cuando fue destituido después de caer goleado 5-1 en San Mamés. Se resarció en cierto modo el holandés el pasado 6 de enero al vencer 2-3 en Bilbao a costa de un equipo al que volverá a tener enfrente esta noche en una cita que será "diferente", toda vez que "cada encuentro es distinto y ellos, al igual que nosotros, habrán analizado lo que sucedió entonces para mejorar cosas".

En cuanto a la semifinal entre el Athletic y el Real Madrid, Koeman apuntó que lo ocurrido en la noche del jueves sobre el césped de La Rosaleda "te demuestra que siempre hay que competir y que el Athletic lo hace y tiene calidad". "Tuvieron efectividad y merecieron pasar por muchas cosas", finalizó el técnico del Barça.

EL AVISO DE BUSQUETS

Sergio Busquets, por su parte, subrayó ante los medios de comunicación que "no hay que desmerecer al Athletic, hizo un partidazo en semifinales y es un rival difícil". "Para nosotros lo importante era ganar y estar en esta final, no el rival", apuntó asimismo el centrocampista catalán, que también se refirió a Pedri, el joven talento blaugrana que ha cautivado al barcelonismo y que "tiene que seguir demostrando su nivel y lo que tiene, porque es pronto todavía al llevar poco tiempo en el club, pero tiene un talento brutal y un gran margen para crecer". "Lo tiene todo para que así sea", finalizó Busquets, quien vuelve a verse las caras con el Athletic en otra final.