Sin que se hubiese extinguido el humo de la batalla celebrada el martes en Valdebebas, se conoció que Athletic y Real Madrid volverán a verse las caras en el marco de la semifinal correspondiente a la Supercopa 2020-21. Será el jueves 14 de enero en el campo de La Rosaleda en Málaga, mientras que la víspera en El Arcángel de Córdoba se medirán Real Sociedad y Barcelona en la otra semifinal. La final del torneo está fijada para domingo 17 de enero en La Cartuja de Sevilla. De modo que el bombo ha querido que se repitiesen los emparejamientos ligueros habidos esta semana, correspondientes a la decimonovena jornada del campeonato y adelantados precisamente para que pudiera celebrarse la Supercopa en las fechas comentadas.

Se sabía de antemano que el Athletic tendría como rival en la Supercopa al Madrid o al Barcelona porque el reglamento de la competición establece que los equipos con mejor clasificación en la liga se crucen con los que se han disputado el título copero por una plaza en la final. Según las bases del torneo, el campeón de liga juega contra el subcampeón de la Copa, pero dado que la final copera del curso anterior se halla pendiente de celebración hubo que recurrir a un sorteo para concretar los duelos.

Consultado el jueves sobre esta nueva cita con el Madrid, Gaizka Garitano optó por no realizar valoración alguna. Se escudó en que su única preocupación está enfocada al partido de esta noche en San Mamés contra el Huesca. "Ahora no tengo la Supercopa en la cabeza. Tiene que tocar un rival y ya se analizará cuando llegue el día. Ahora tenemos que olvidarlo porque eso está relativamente cerca, pero lejos. Estamos a tope con partidos de liga cada tres días. No entra en nuestros planes, cuando llegue ya se preparará ese partido con el Madrid".

EL VIL METAL

La confección del cuadro de la Supercopa tuvo lugar el jueves al mediodía durante la celebración de la Asamblea General Extraordinaria de la Real Federación Española de Fútbol. Esta será la segunda edición en el formato estrenado el pasado enero, que dejó atrás la fórmula de enfrentar a los poseedores de los títulos de Liga y Copa a doble partido. La gran novedad este año es el traslado de la misma a tierras andaluzas. La edición anterior se celebró en Arabia Saudí gracias a un acuerdo alcanzado por el gobierno de dicho país y la RFEF con vigencia para tres años. Luis Rubiales negoció el ingreso de 120 millones de euros, 40 por temporada, pero la pandemia ha obligado a renunciar esta vez al polémico desplazamiento a Riad, la ciudad que iba a acoger los tres partidos.

La elección de la exótica sede para la Supercopa provocó una cascada de críticas centrada en la vulneración sistemática de derechos fundamentales en Arabia Saudí. La Federación Española trató de capear el temporal apelando a un supuesto acuerdo con las autoridades de aquel país para permitir la presencia de mujeres en el estadio. Un gesto ridículo para justificar lo injustificable que contó con el refrendo presencial de Isabel Díaz Ayuso. Al margen de que la UEFA hizo una recomendación nítida al respecto y Amnistía Internacional, entre otros organismos, atacó con dureza la postura de la RFEF, las televisiones (TVE o Mediaset) se negaron a cubrir el evento por idénticos motivos.

Aquel sonado revuelo no ha sido óbice para que la RFEF persevere en sus planes: Rubiales obtuvo el jueves el visto bueno de la Asamblea para prorrogar por tres años el suculento negocio con las autoridades saudíes. No recibió un solo voto en contra. Parte de ese dinero, aseguran que la mitad, se destina a financiar el fútbol femenino, el fútbol-sala y los clubes de categoría inferiores. El resto es para los equipos participantes en la Supercopa, si bien los criterios para su reparto son, como mínimo, curiosos. Hay un fijo por jugar y el ganador y el finalista perciben una mayor cantidad, pero existen más conceptos que son fuente de debate y el año pasado dieron pie a una demanda del Valencia, que estimó había sido discriminado. El lío viene de que la RFEF ha instituido una retribución por el palmarés histórico a cada equipo y lo que denomina la "parte comercial", un cajón de sastre que beneficia siempre a Madrid y Barcelona. En el presupuesto elaborado por el Athletic solo se contempla un millón y medio de ganancia por acudir a la Supercopa, cifra que crecerá, en especial si es capaz de eliminar al Madrid.

En la edición 2019-20 se dio la circunstancia que los campeones de liga y Copa, Barcelona y Valencia, fueron apeados de la final, donde el Madrid derrotó al Atlético de Madrid en la tanda de penaltis. En el palmarés del Athletic figuran dos títulos de Supercopa. El de la campaña 1984-85 lo ganó de forma automática gracias a que consiguió el doblete y el reciente, 2015-16, cuando sorprendió al Barcelona con un marcador global de 5-1.El error de la final de Copa

¿Con público en las gradas?

Sin fecha oficial. De momento no hay fecha para la final de Copa 2019-20 que reunirá a Athletic y Real Sociedad. Por aproximación, pues ha de jugarse antes que la final de la temporada en curso que será el 17 de abril, es muy probable que sea a comienzos de ese mes. El impulso en absoluto realista que inspiró el aplazamiento y cristalizó en un pacto de ambos clubes y la RFEF con el argumento de que las aficiones debían estar presentes en el acontecimiento, se ha revelado un gran error de cálculo. Ayer mismo, lo admitió implícitamente Luis Rubiales al decir: "Crucemos los dedos para que haya algo de público en la final de Copa, bastante hemos perdido aplazándola". Llenar La Cartuja en abril sigue siendo una quimera.