NICIADOS los entrenamientos en Lezama, donde se desarrollará de principio a fin una atípica pretemporada en clave rojiblanca, llega la hora de hacer borrón y cuenta nueva. El curso 2019-20 pasó a la historia y emerge en un cercano horizonte una campaña que volverá a exigir de lo lindo al Athletic. El colectivo, con la final de Copa como principal aspiración, deberá mejorar prestaciones en el campeonato de la regularidad para alcanzar un billete europeo que no fue capaz de hacer suyo hace apenas un mes. No lo consiguió, entre otras razones, porque hubo un puñado de futbolistas que se mostraron incapaces de reflejar en el verde el peso que se les atribuye dentro del equipo. No fue el año de hombres como Óscar de Marcos, Unai Núñez, Ibai Gómez o Iñaki Williams, quienes afrontan el ejercicio entrante con la necesidad de dar un paso al frente que deberá confirmar Unai López, otro león llamado a reivindicar su figura en un curso al que cada uno de los citados hincará el diente desde su particular perspectiva.

Óscar de marcos

¿Último año de uno de los capitanes?

Será su duodécima temporada en el Athletic y quién sabe si la última, al vencer su contrato el 30 de junio del próximo año, como sucede con Mikel Balenziaga. El de Biasteri ha perdido terreno desde la llegada de Ander Capa y su continuidad en Bilbao dependerá del rendimiento que sea capaz de ofrecer en una campaña en la que no le queda otra que apretar los dientes. Tras cumplir 31 años el pasado 14 de abril, De Marcos será uno de los nombres propios que deje un ejercicio en el que deberá dar lo mejor de sí para recuperar viejas sensaciones. Cerró la temporada 2019-20 con solo trece participaciones en liga a sus espaldas y no puede permitirse otro año con tan escaso recorrido si quiere evitar correr la misma suerte que Mikel San José y Beñat Etxebarria.

Una importante lesión en su tobillo izquierdo, cierto es, condicionó de pleno su actividad al caer lastimado en la visita al Getafe en la segunda jornada liguera, reaparecer el 6 de octubre en Vigo y tener que pasar por el quirófano en diciembre para solucionar los problemas derivados de una latosa dolencia que le apartó de los terrenos de juego hasta el pasado 14 de junio. La cuenta se pone a cero para el 18 del Athletic, segundo capitán tras Iker Muniain.

Unai Núñez

En busca de un hueco entre Iñigo y Yeray

Pasan los años y comienzan a pesarle al central portugalujo, que no encuentra el modo de asaltar una parcela en la que mandan Iñigo Martínez y Yeray. Con contrato hasta 2023 y una cláusula de 30 millones de euros, su figura en el mercado parece haber perdido reclamo, pero mantiene un atractivo cartel que necesita traducir en números sobre el césped. Una temporada más encadenando suplencias sería la peor noticia posible para un defensa que, a sus 23 años, ansía jugar y encontrar una regularidad que no ha tenido desde su promoción al primer equipo en la temporada 2017-18.

Viene de disputar veinte partidos de liga y seis de Copa, pero quiere más, si bien partirá con desventaja respecto a sus compañeros al tener que esperar para sumarse a los entrenamientos tras dar positivo en covid-19, lo que amenaza con lastrarle de cara al inicio de un nuevo curso en el que le aliviaría la apuesta por una defensa con tres centrales. Si el dibujo táctico es el habitual, tendrá que trabajar duro para alcanzar el rol que está convencido de poder desempeñar en el equipo.

Ibai Gómez

Un "fichaje estrella" con cuentas pendientes

Fue una de las grandes decepciones de la última temporada y está por ver qué papel le otorga Garitano en el curso que se avecina, pero también le urge ganar protagonismo. Calificado por Rafa Alkorta como uno de sus "fichajes estrella" junto al de Kenan Kodro en un tono relajado que a buen seguro no procedía, el de Santutxu tiene importantes cuentas pendientes por resolver. La primera y más importante, argumentar vestido de corto el porqué de los cerca de 4 millones de euros desembolsados por el club en enero de 2019 para traerle de vuelta del Alavés, donde seis meses después expiraba su contrato.

Sin continuidad alguna en el once inicial y con un decreciente número de minutos a su disposición como revulsivo, Ibai afronta el delicado reto de hacer cambiar de idea al entrenador después de ver frenada su marcha al Espanyol en el último mercado invernal. Finaliza contrato como león en 2022 y se le exigirá un paso al frente después de sumar unos discretísimos números la pasada temporada, con un solo gol en su haber tras tres choques coperos y diecisiete de liga, competición en la que catorce compañeros lograron arañar más minutos, el cachorro Oihan Sancet incluido.

Iñaki Williams

El deber del gol no puede esperar

De los cinco casos expuestos, el suyo es el más notorio. No puede, ni debe permitirse una temporada como la última en el apartado individual, pues solo sumó seis dianas para la causa en liga y otras cuatro en Copa. Cabe exigirle mucho más. La retirada de Aduriz y la complejidad de que Raúl García ejerza de nuevo como salvador de urgencia en la ardua búsqueda del gol obligan a Williams a mejorar y mucho sus prestaciones. Desde su debut como león en diciembre de 2014 con Ernesto Valverde en el banquillo de San Mamés, el bilbaino solo ha alcanzado o superado en una ocasión la decena de tantos en liga. Lo hizo en el ejercicio 2018-19 firmando trece, una cantidad que, cuando menos, debería alcanzar si quiere ejercer como punta de lanza en un equipo que necesitará goles como el comer para aspirar al objetivo marcado.

Unido al Athletic hasta 2028, Williams defiende a capa y espada su condición de ariete, pero el tiempo pasa y en el curso entrante deberá plasmar sus palabras en goles o dejar paso. De entrada deberá esperar para incorporarse a los entrenamientos tras ser uno de los seis leones contagiados por covid-19.

Unai López

Prueba de madurez tras el terreno ganado

El 8 del Athletic también está ante un curso más que importante en el plano individual, pero en su caso después de haber hecho los deberes al cierre del último ejercicio. Apunta a ser otro de los nombres propios que depare la actualidad del Athletic durante los próximos meses si consigue superar la prueba de madurez a la que se verá sometido tras el terreno ganado en el curso 2019-20. Ganó el pulso a Beñat Etxebarria, no se vio superado por la pujanza de Mikel Vesga y acabó LaLiga ejerciendo como cerebro del equipo con una palpable mejoría en el trabajo sin balón, faceta en la que más ha mejorado.

Le reclamó Garitano un plus en labores defensivas y respondió con creces Unai López, consciente aun así de que no puede relajarse ni un ápice si no quiere pasar del once inicial al banquillo en cualquier momento. Su evolución, con tres jóvenes como Sancet, Vencedor y Zarraga ganando terreno en el club, será seguida de cerca por el técnico y por la afición rojiblanca, que celebraría en asentamiento en el equipo de un joven futbolista en pleno proceso de crecimiento. El transcurso de la temporada puede reforzar su línea ascendente o devolverle a un segundo plano del que el guipuzcoano no quiere ni oír hablar.