- La desescalada, primero, y la tan cacareada nueva normalidad, después, han propiciado un vertiginoso regreso a la competición que no da respiro alguno desde el pasado día 11. Es, incluso, un sinvivir, que obliga a revisar día sí y día también este calendario tan comprimido para asegurarse la fecha y la hora en la que le toca jugar a cada equipo. Al Athletic le toca de nuevo comparecer hoy en San Mamés a las 14.00 horas, una franja que se la han adjudicado casi por decreto en esta rentrée, se entiende porque el clima de Euskadi suele ser más benigno que el de otros lares para jugar a la hora del almuerzo. Protestar o quejarse, como se sabe, es proclamar en el desierto. Queda muy bien de puertas afuera, pero consciente de que de puertas adentro espera el más absoluto de los desaires. Sea como fuere, el conjunto rojiblanco, que se tuvo que resignar el martes a regresar de vacío de su visita al Barça pese a su buena imagen en el primer acto, se la juega ante el Mallorca, especialmente porque se trata de un encuentro que decidirá si tiene sentido o no la aspiración de optar a competir el próximo curso en la Europa League. Restan siete jornadas por delante, 21 puntos por dirimir, pero todo lo que no sea la victoria del grupo de Gaizka Garitano frente a un rival que malvive en la zona de descenso supondría poner más palos a las ruedas en un recorrido ya de por sí sinuoso.

Da hasta la impresión de que al Athletic le quieren poner una alfombra roja para regresar a las competiciones continentales tres temporadas después, con la plusvalía deportiva y financiera que generaría. Los rivales que están por encima se empeñan en tropezar y no descartar a los leones, que se agarran a cualquier clavo ardiendo para luchar por su anhelo hasta el suspiro final. Valencia, Granada, Real Sociedad, Villarreal e incluso el Getafe no fueron, al igual que los rojiblancos, capaces de ganar en la anterior jornada, lo que aprieta la lucha por esas plazas europeas que quedan en el aire. Una expectación que se acentúa cuando se avecinan enfrentamientos entre enemigos directos, lo que eleva la temperatura. El Athletic, al margen de mirar de reojo a otros estadios, tiene metida entre ceja y ceja la obligación de vencer sí o sí a un Mallorca que comparecerá en el nuevo San Mamés por primera vez como equipo de Primera División y que se juega la vida, lo que causa dos versiones: un incentivo competitivo que le hace más peligroso o una presión asfixiante que lo convierta en más vulnerable.

Garitano se manifiesta muy satisfecho del rendimiento de su segunda unidad en el exigente duelo en el Camp Nou pese a la derrota por la mínima de los leones frente al Barça, aunque el derioztarra volverá hoy a su plan A, al que más le gusta. El cupo de las rotaciones lo agotó de momento el martes en el coliseo azulgrana y hoy recurrirá a su núcleo duro en busca de una victoria que le acelere en su objetivo de alcanzar la séptima plaza que ocupa una Real Sociedad de capa caída. Son cinco puntos de distancia con la zona europea, aun así el colectivo rojiblanco es consciente de que el éxito ante el Mallorca le permitiría revalorizarse de cara a la próxima cita en Mestalla, que la leería como casi una final frente a un irregular Valencia. Garitano, con todo, no se fía del Mallorca y echará mano de todo su arsenal disponible una vez que recupera a Berchiche, ausente en Barcelona por sanción; por lo que el once inicial podría ser el mismo que ejerció frente al Betis una semana atrás con la novedad de Yeray en lugar de Unai Núñez. También cabría la posibilidad de alguna sorpresa, como podría ser la presencia en ataque de Asier Villalibre, inspirado en los pocos minutos que le ha tocado jugar en los tres partidos precedentes, o de Óscar de Marcos en el extremo derecho, lo que obligaría al técnico rojiblanco, que también ha citado a Ibai Gómez, a mover su pizarra.

El Mallorca, que se entrenó ayer en las instalaciones del Zamudio, es consciente de que la salvación pasa por sacar algo positivo de San Mamés, una vez que la permanencia, que marca el Eibar, la tiene a seis puntos de distancia. Vicente Moreno hará algunos cambios en el once respecto al que salió de inicio ante el Real Madrid, aunque uno de sus fijos es el extremo japonés Takefusa Kubo, que podría repetir arriba junto al colombiano Cucho Hernández y el croata Budimir.