Alea jacta est. La suerte está echada. El Athletic conocerá mañana el resultado de los test de PCR y de anticuerpos a los que fueron sometidos en la matinal de ayer en Lezama 29 de sus futbolistas, todos los del primer equipo además de Oihan Sancet, Dani Vivian, Jokin Ezkieta, Hodei Oleaga y Gorka Guruzeta, el cuerpo técnico y en torno a una veintena de empleados del club, entre ellos el presidente Aitor Elizegi.

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Los jugadores del Athletic comienzan a hacerse los test

Un requisito fundamental impuesto por LaLiga para la vuelta al trabajo de los 42 equipos que forman LaLiga Santander y LaLiga SmartBank y que en el caso del conjunto rojiblanco tendrá lugar, salvo sorpresa, el próximo lunes. Antes, mañana mismo, la entidad recibirá los resultados de los exámenes y en función de los resultados de los mismos -el ente que preside Javier Tebas espera que haya entre 25 y 30 positivos asintomáticos entre todos los clubes, un cálculo que atiende a la penetración que ha tenido el virus en el Estado- actuará de una manera u otra. Atendiendo al protocolo que LaLiga hizo llegar días atrás a clubes y futbolistas, si hay algún positivo esa persona tendrá que aislarse en su domicilio dos semanas, mientras que los negativos podrán comenzar a ejercitarse de manera individual.

La de ayer fue una extraña mañana en Lezama, donde algunos jardineros ultimaban la puesta a punto de los campos sobre los que se entrenarán los futbolistas del Athletic para preparar su vuelta a la competición, que apunta a mediados o finales de junio. Necesitarán cinco campos, ya que sobre un mismo terreno de juego únicamente podrán coincidir seis deportistas, que deberán duplicar la distancia de seguridad. Ajenas a la pandemia del coronavirus, las obras del nuevo edificio del primer equipo seguían su curso con normalidad tras varios días de parón a la espera de que las instalaciones deportivas recuperen su actividad.

Puntual, a las 8.30 horas, Raúl García fue el primer jugador del Athletic en llegar a Lezama 55 días después de su última visita. Aparcó el coche en el parking subterráneo y caminó unos pocos metros hasta la puerta donde le esperaban para someterse a ambos test. Los médicos del club aprovecharon también para realizarles a los futbolistas a una analítica de sangre, motivo este por el que tuvieron que acudir en ayunas, y les midieron la temperatura a todos, sin que se registrara ninguna anomalía. El navarro abandonó el interior del edificio por otra puerta -apuntar que todas las puertas deben estar abiertas para evitar posibles contagios al tocarlas- unos 30 minutos después y se dirigió a una céntrica clínica que tiene en Bilbao el IMQ, aseguradora médica oficial del club. Allí se sometió a un electrocardiograma antes de regresar a su domicilio. Una rutina que siguieron todos sus compañeros, que fueron apareciendo en Lezama en intervalos de unos diez minutos. El testigo de Raúl García lo cogió Aduriz y Guruzeta fue el último en llegar, en torno a las 11.10 horas.

Hubo futbolistas que coincidieron a la salida o entrada y que, guardando la distancia de seguridad recomendada, aprovecharon para charlar durante unos instantes después de un buen puñado de semanas sin verse las caras. Muchos de ellos, eso sí, tampoco pudieron vérselas, ya que se presentaron en Lezama con mascarillas y guantes.

un test "desagradable"

Iñaki Williams, Mikel San José e Iñigo Martínez fueron de los pocos que pararon el coche junto a los periodistas, fotógrafos y cámaras que echaron la mañana en Lezama. Los dos primeros coincidieron en señalar que el test fue "duro" por lo molesto de una de las pruebas, que consiste en introducir sendos palillos por los orificios nasales y un tercero por la garganta, y todos ellos se mostraron deseosos de retomar los entrenamientos y la competición.

Gaizka Garitano, Patxi Ferreira, los fisios y readaptadores... Todos se acercaron en sus vehículos salvo el podólogo Sergio Bilbao, que llegó a Lezama en bicicleta. El técnico, cuyo contrato finaliza el próximo 30 de junio, llegó a las 11.00 horas y permaneció en las instalaciones bastante más tiempo que el resto, aprovechando posiblemente la visita para adelantar trabajo. Por allí se dejaron ver también a primera hora de la mañana Jon Berasategi, director general del club, y Rafa Alkorta, director deportivo, quienes abandonaron las instalaciones en el mismo vehículo, pero bien protegidos con guantes y mascarilla. También el presidente Aitor Elizegi, con cita sobre las 14.00 horas, se sometió a los exámenes médicos pertinentes para conocer si no está contagiado, si lo está o si ya lo ha pasado.

Solo queda el OK de los médicos para que Lezama recupere parte de la normalidad perdida por el coronavirus.