A la Real Sociedad, rival del Athletic en la final de Copa que a día de hoy aún no tiene fecha a causa de la pandemia del coronavirus que ha paralizado toda actividad deportiva, le ha salido el tiro por la culata su intento de ser pionera. Quizá se haya pasado de frenada. Por lo menos en lo referente a su deseo de que la plantilla de Imanol Alguacil retorne a los entrenamientos en las instalaciones de Zubieta mañana mismo. La entidad presidida por Jokin Aperribay creía tener blindado este movimiento, con el que se saltaba la unidad que a priori debían proyectar todos los clubes profesionales en este asunto, entre ellos el Athletic, quien, según fuentes consultadas, se ha desmarcado desde el minuto cero de la idea pretendida por la Real, que ayer mismo se encontró con la desautorización del Consejo Superior de Deportes (CSD), que ha comunicado al conjunto donostiarra la imposibilidad de consuma su anuncio, ya que incumple el Real Decreto 463/2020, por el que el Gobierno central declaró el estado de alarma el pasado 14 de marzo para contener la expansión del covid-19.

La Real Sociedad comunicó el sábado que reabrirá sus instalaciones de Zubieta mañana para que los jugadores del primer equipo que lo deseen puedan desarrollar trabajo individual, nunca grupal. Deberán hacerlo de “forma individual y escalonada” y siguiendo “los protocolos establecidos” y las medidas de seguridad dictadas por las autoridades sanitarias, pero el CSD recuerda que el decreto gubernamental prohibe la apertura de cualquier centro deportivo, entre ellos Zubieta. La Real ha tenido que acatar el mandato del CSD y sus futbolistas seguirán con los entrenamientos en sus respectivos domicilios.

El Athletic recibió con cierta sorpresa el anuncio de la Real Sociedad, que también publicó un segundo comunicado en el que informó del acuerdo de rebaja salarial con la plantilla y un descuento del 20 por ciento en las cuotas de sus abonados debido a la probabilidad de que la competición retorne con partidos a puerta cerrada, y renuncia a un regreso a los entrenamientos en Lezama del colectivo de Gaizka Garitano de forma unilateral, al margen de las directrices que anidan en la patronal de los clubes. Fuentes de la Junta Directiva presidida por Aitor Elizegi dicen desconocer de antemano las intenciones del club donostiarra, con el que negocia junto a la Federación Española de Fútbol concertar una fecha para la final de La Cartuja en el momento en que las autoridades den el visto bueno al regreso a la actividad, y consideran que la vuelta al trabajo de las plantillas en sus respectivas instalaciones no solo deben “someterse a las sugerencias recogidas en el protocolo de seguridad acordado por LaLiga”, sino que también debe hacerse de forma unánime, ya que “habrá que coordinar el escenario entre todos. Damos por supuesto que todos los equipos, sin excepciones, deberían entrenar en las mismas condiciones”.

Dani García, jugador del Athletic, también se pronunció por la intención de la Real de iniciar mañana los entrenamientos aunque sea de manera atípica, debido a las medidas de seguridad que obliga la crisis sanitaria. El centrocampista rojiblanco fue claro en sus afirmaciones al programa Tablero Deportivo de Radio Nacional de España, aunque las formuló con anterioridad a conocer el aviso del CSD. “Lo veo muy arriesgado, pero si ellos vuelven es porque les habrán dado el visto bueno y no correrán ningún riesgo”, reflexionó el de Zumarraga, que hizo hincapié en que lo fundamental ahora es ganar la batalla a esta epidemia antes que regresar a la labor diaria sobre el césped: “Creo que hay que poner en valor el trabajo que se está haciendo para parar esta pandemia y no vamos a meter prisa para que vuelva el fútbol sin haber solucionado con antes lo más importante”.