La pandemia del coronavirus ha paralizado prácticamente toda la actividad futbolística del planeta. Quedan escasas competiciones en juego. Rusia suspendió ayer y Ucrania, Turquía y Australia resisten, de momento, junto a otras ligas de África y Suramérica. Las tres primeras mencionadas parecen tener las horas contadas, una vez que la UEFA podría decretar en su reunión de hoy la suspensión de estas competiciones, después de que ayer mismo se decidió inmovilizar la OTP Bank Liga de Hungría, que sí se disputó el pasado fin de semana en su vigésimo quinta jornada. El Ferencvaros, uno de los clubes carismáticos del país magiar, lidera la tabla y en el mismo ejerce Unai Melgosa en el cargo de ayudante de campo del técnico Sergei Rebrov, mítico exfutbolista ucraniano con el que coincidió en su etapa anterior en el Dinamo de Kiev.

Melgosa (Portugalete, 10 de enero de 1976) reconoce a DEIA que la liga húngara se ha competido hasta el domingo “porque aquí no se ha activado el estado de emergencia, aunque los partidos se han tenido que jugar a puerta cerrada”. “Ha sido una sensación extraña cuando en el resto de Europa se había paralizado el fútbol, aunque es de esperar que se suspenda cuando se reúna la UEFA (la conversación tuvo lugar pocas horas antes de conocer tal aplazamiento de la OTP Bank Liga). Las restricciones son menores en Hungría respecto a las que sufrís en Euskadi. El número de afectados no es tan alto y las últimas cifras oficiales hablaban de 32 contagios y un solo fallecimiento, pero todo llegará”, describe el entrenador portugalujo, que ejerció como técnico de las categorías inferiores en Lezama en dos etapas entre 2004 y 2014. Tras dejar el Athletic, ha sido formador en la Aspire Academy de Catar y en el América de México, además de dirigir a los equipos sub’19 y sub’21 del Dinamo de Kiev antes de recalar en el Ferencvaros.

Precisamente, el equipo de Melgosa, el único vasco que trabaja en el fútbol húngaro y que forma cuerpo técnico con el catalán Albert Bosch, lidera la competición después de golear el pasado sábado al Kaposvar, colista, por un contundente 5-0, con lo que aventaja en tres puntos al MOL Fehervar, segundo clasificado y que cuenta con dos partidos más, lo que acentúa el favoritismo del Ferencvaros al título. “En esta liga son tres o cuatro equipos lo que tienen nivel para luchar por el liderato y en el Ferencvaros es lógica la presión por lo que supone su historia y solo el campeón va a la previa de la Champions”, explica el entrenador jarrillero, que vive en Budapest con su esposa y sus dos hijos, de 2 y 5 años de edad. “Hoy (por ayer) han cerrado los colegios, pero todavía gozamos de libertad de movimientos”, indica Melgosa, que está en continuo contacto los últimos días con sus padres y dos de sus hermanos en Portugalete.

“Ha sido una sensación extraña cuando en el resto de Europa se pararalizaba el fútbol”

Técnico ayudante del Ferencvaros