BILBAO. El deseo de Aitor Elizegi de concretar una poderosa grada de animación en San Mamés continúa su curso. En la rueda de prensa ofrecida ayer, el máximo mandatario rojiblanco explicó que "las últimas reuniones del año han sido con todas las partes, desde otoño trabajamos en el día a día con el acuerdo que presentamos en la asamblea de redacción y el 7 de enero, a primeros de año, empiezan los contactos con los socios del sector 124 y los 2.630 socios de la grada norte actual, ordenados por antigüedad y por grupos"."En el contacto personal con esos 2.630 socios, uno a uno, se les explicará el proyecto y durante las primeras semanas de enero llegarán al resto de socios los primeros bocetos y las primeras proyecciones sobre la proporcionalidad que podemos crear en este espacio, en esta grada", agregó al respecto Elizegi, quien hizo referencia a que "habrá que definir cuál es el grupo de socios que quieren vivir la grada norte sentados, les hemos garantizado ese espacio y ese confort técnicamente y pensamos que es un porcentaje del 40% de la actual ocupación". En ese sentido, el presidente expuso su firme objetivo de "ayudar, facilitar o promover el movimiento de socios que llegaron a norte sin vocación de norte, porque nos consta que hay quienes estarían interesados en ocupar otros espacios por criterios de equivalencia, cuota o comodidad". "Haremos ese proceso en los dos próximos procesos de cambio de localidad, en 2020 y 2021 y, si hiciera falta, en 2022", avanzó el propio Elizegi.

El presidente rojiblanco subrayó una vez más su recuerdo de "la vieja grada de San Mamés", la cual "hemos podido ver también en el Villamarín, en El Sadar y en muchos estadios de Europa, por no hablar de los grandes muros o curvas europeas que todos admiramos y, con perdón, envidiamos". "Si fuéramos capaces de atender, sobre todo, a una parte importante de los 2.630 socios citados en las dos próximas temporadas, sería el momento de afrontar las soluciones técnicas que existen y son factibles trabajando sobre la actual estructura sin meternos en grandes daños al actual edificio", destacó un optimista Elizegi.