Bilbao - Cuando la Fundación Athletic le propuso a Óscar de Marcos realizar un libro autobiográfico para que sirviera para el Club de Lectura que organiza el club rojiblanco, este se negó en rotundo. “Hijo, mejor vete por la sombra”, le había recomendado su aita. Y el alavés siguió sus palabras. Sin embargo, la Fundación insistió tanto y tuvo tan claro que era la vida de De Marcos la que quería publicar, que el jugador no tuvo más remedio que aceptar. “Era reacio porque me cuesta mucho abrirme y contar mis cosas, primero dije que no, pero después cambié de opinión. Y aquí tenéis un libro con mis anécdotas, sentimientos y experiencias, escrito como si se lo contara a un amigo”. Porque De Marcos se pasó “tardes enteras” junto a José María Isasi, autor que le ayudó en la elaboración del libro, narrándole su vida: “Yo hablaba y él me grababa”. Y así nació Togo, “una biografía de mi primer año en el Athletic donde me pasaron muchas cosas y en el que acabé en el país africano”.

De hecho, el rojiblanco reconoce que el libro le ayudó a revivir momentos del pasado. “Al fin y al cabo, cuando debuté era un chaval de 20 años que tenía que aprender a gestionar los días buenos y los días malos”, dice. Porque De Marcos irrumpió en el Athletic como un tornado, marcando en su primer encuentro en San Mamés, donde apareció como titular; para después estrenarse también como goleador en la Europa League. Pero también sufrió una gran caída que le llevó a la suplencia, a quedarse fuera de las convocatorias e, incluso, a regresar al equipo filial, de donde realmente era su ficha. “Ese año fue una montaña rusa emocional e Isasi lo ha contado muy bien en el libro. Primero debuté, marqué, me salían bien las cosas... pero luego tuve un bajón y me entraron las dudas. Pero ahora sé que se madura y que aprendes a tomarte las cosas de otra manera”, explica. Asimismo, en la publicación, De Marcos no tiene reparos en hablar con admiración de las dos personas que más le impresionaron su primer año en el Athletic: Andoni Iraola y Carlos Gurpegi. “Ambos me han marcado mucho y por eso salen mucho en el libro. Son unos referentes tanto a nivel personal como deportivo. Son mis modelos a seguir”.

la aventura africana Togo es el título escogido para la autobiografía de De Marcos porque el país africano tiene un lugar asegurado en sus recuerdos. A él viajó en verano de 2010, al año siguiente de fichar por el Athletic, para colaborar con un proyecto que habían comenzado los Salesianos. Y el alavés no volvió a ser el mismo, así que sus vivencias en el África subsahariana sirvieron de hilo conductor para contar la historia de su primera temporada como rojiblanco: “Recuerdo que en Togo era el único que utilizaba zapatillas, los demás iban descalzos; y el campo de fútbol estaba rodeado por una selva donde los niños me aseguraron que había serpientes. Cuando mandé el balón por encima del larguero, hacia unos matorrales muy espesos, tuve que armarme de valor para ir a por él. Pero si los niños entraban sin miedo y se reían, yo no podía ser menos”.