Bilbao - Las derrotas previas al parón de liga ante Valencia y Celta no han rebajado el elevado grado de confianza que se respira dentro del vestuario del Athletic, según manifestó ayer Iñigo Lekue en la sala de prensa de Lezama, donde el deustuarra aseguró que “estamos con ganas de volver a ganar después de esas dos últimas derrotas para recuperar las sensaciones del inicio de la liga, pero lo que se pueda hablar fuera no nos tiene que afectar y de hecho no nos afecta, porque estamos convencidos de lo que hacemos, de nuestro juego y de cómo trabajamos día a día”. “Para nada ha habido un bajón de ánimo, de trabajo, ni de nada”, incidió el rojiblanco, que fue cuestionado acerca de la necesidad de mejorar las prestaciones a domicilio para no depender en exceso del factor San Mamés, ante lo que apuntó que “tampoco creo que sea una mala dinámica ganar siempre en casa y empatar fuera, aunque, evidentemente, también queremos sacar puntos fuera de casa, porque puede haber partidos en los que no ganes o no puntúes en casa”.

Lekue, no obstante, confía en dar continuidad mañana a la solidez exhibida en La Catedral desde la llegada de Gaizka Garitano a costa de un Valladolid “peligroso” y sólido también en defensa, con solo ocho goles encajados en otras tantas jornadas ligueras. No se espera, por tanto, un encuentro demasiado abierto, por lo que el de Deusto hizo hincapié en que “nosotros esperamos dejar nuestra portería a cero y buscar el gol para encontrar la victoria; es verdad que ninguno de los dos equipos encajamos mucho y esa es una de nuestras fortalezas”. Los hombres de Garitano, así las cosas, tienen el partido de mañana entre ceja y ceja y el reto de sumar los tres puntos como único objetivo a la vista, aunque Lekue reconoció que es “bonito” marcarse objetivos a largo plazo como hizo la pasada semana Yeray Álvarez, quien apuntó incluso a la Champions. “Es bonito ponerse esos objetivos y pensar en volver a Europa. Si seguimos así y estamos en la segunda vuelta peleando por estar arriba, podremos mirar más arriba, pero para eso tenemos que seguir con la dinámica en la que estábamos y sobreponernos a las dos últimas derrotas”, reflexionó en la matinal de ayer el 15 del Athletic.

En el plano individual, Lekue, con 20 minutos en las piernas en liga tras salir desde el banquillo contra el Alavés y el Valencia en San Mamés, admitió su deseo de tener “más minutos”. “Todos los jugadores queremos jugar y el día que me toque intentaré aprovechar la oportunidad”, destacó Lekue, quien dejó claro que una vez superadas sus últimas lesiones “estoy disponible al cien por cien”. “Llevo dos meses entrenando con el grupo y he jugado varios amistosos, además de algunos minutos en liga, por lo que estoy totalmente preparado para lo que quiera el míster”, incidió instantes antes de mostrar su candidatura, incluso, para actuar como lateral izquierdo ante la baja por lesión de Yuri Berchiche.

La demarcación, sin ir más lejos, resulta sumamente conocida a Lekue, quien afirmó verse “capacitado” para jugar a pierna cambiada, dado que “he jugado ahí varios partidos y, de hecho, en mi primera temporada con Ernesto Valverde era más lateral izquierdo que derecho por la confección de la plantilla”. “Tenemos muchos jugadores y en ese puesto está Mikel Balenziaga, que lleva muchos años y sigue haciéndolo muy bien”, indicó, no obstante, el multiusos rojiblanco, que espera sumar minutos ante el Valladolid.

“LA ASAMBLEA NO AFECTARÁ” La Asamblea General Ordinaria que se celebrará mañana en el Palacio Euskalduna de Bilbao, la primera que afronta Aitor Elizegi como presidente del Athletic “no afectará al partido”, según señaló, por otro lado, el propio Lekue, seguro de que la cita con los socios compromisarios del club no tendrá incidencia alguna en el ambiente que se respirará por la tarde en San Mamés, ni en el desarrollo natural del encuentro. “Ni lo hemos pensado. Somos conscientes de que hay Asamblea y, de hecho, algún compañero es asambleísta y tiene voto y poder para poder ir, pero no creo que deba afectar al partido y a nosotros, mucho menos”, finalizó el de Deusto.