UN día después del exigente test ante el West Ham, cita en la que el Athletic se impuso en la tanda de penaltis tras empatar a dos goles con el grueso de teóricos titulares sobre el césped, los pupilos de Gaizka Garitano volvieron a la acción en El Sardinero. Lo hicieron, al igual que frente al Numancia en Soria, a lomos de una segunda unidad en la que figuró de entrada Aritz Aduriz. El veterano delantero rojiblanco, a quien se intuye por detrás de Iñaki Williams en las renovadas preferencias del técnico derioztarra de cara al inicio de liga, se fajó durante 77 minutos sin ver portería. Su falta de sintonía con el gol, sin ir más lejos, está siendo una constante en una pretemporada en la que el donostiarra solo ha sido capaz de firmar una diana. La consiguió, además, en el primer amistoso estival con el Arenas como rival en Fadura. El tanto del 20 del Athletic, fruto de un rechace dentro del área que sirvió para igualar una contienda en la que los leones acabaron arrollando a su rival por 1-6, fue el primer y último gol que ha podido celebrar Aduriz en un verano en el que su relación con el gol se ha visto resentida.

Fuera del previsible equipo titular de Garitano, el donostiarra, que ha posado de inicio ante el Arenas, el Numancia y el Racing de Santander, no tuvo minutos contra el Borussia Mönchengladbach y salió desde el banquillo en las otras dos pruebas más serias de la pretemporada ante el Paderborn 07 y el West Ham. Ayer, en El Sardinero, Aduriz buscó el gol con ahínco, pero no lo encontró pese a rematar hasta en cinco ocasiones. Sin demasiada incidencia en el juego, pero siempre dispuesto a cazar algún envío en las inmediaciones del área rival, el donostiarra abandonó el terreno de juego desesperado por no hallar el camino hacia el gol. Lo intentó, eso sí, hasta en cinco ocasiones con remates de todo tipo. El primero, en el minuto 16, mediante un disparo que se le marchó excesivamente alto tras una rápida combinación con Gaizka Larrazabal, quien perdonó el empate en un mano a mano con Luca Zidane en el segundo acto.

Antes, en el primera mitad, Aduriz volvió a intentar superar al guardameta local, ovacionado ayer por El Sardinero, con un cabezazo que no encontró portería. Sí lo hizo en el minuto 28 tras un centro desde la banda izquierda de Mikel Balenziaga. El delantero rojiblanco, desmarcado en el segundo palo, se elevó y conectó un testarazo con marchamo de gol que, sin embargo, se encontró con una notable intervención de Zidane, quien se lució ante una afición que volvió a celebrar, tres minutos antes del descanso, otra gran estirada del cancerbero, quien acertó a desviar un potente derechazo de Aduriz. Tras el paso por los vestuarios, el guipuzcoano, menos activo, vio la cartulina amarilla por llegar tarde a la disputa de un balón dividido y en el minuto 71, en una falta lateral botada por Ibai Gómez, probó fortuna por última vez con el tercer cabezazo de la noche, el cual tampoco acabó dentro de la portería del Racing.

VILLALIBRE Y KODRO Fue así, sin acierto y sin el ansiado premio del gol, como Aduriz dejó su lugar en el campo a Asier Villalibre. El joven delantero gernikarra formó pareja de ataque en los últimos minutos del encuentro con Kenan Kodro, quien ingresó en el campo en sustitución de Larrazabal y que, al igual que Villalibre, aún no ha marcado en pretemporada. Ninguno de los dos, con una plaza en juego de cara al curso entrante, tuvo opciones de perforar las redes de la portería del Racing, si bien el joven ariete rojiblanco participó de manera indirecta en el gol que puso el momentáneo 1-1 en el luminoso.

Villalibre, que se encontraba en boca de gol dispuesto a aprovechar un centro desde la derecha de Larrazabal, vio cómo el tanto se lo marcaba en propia puerta el conjunto cántabro, ante el que quién sabe si el gernikarra y Kodro unieron fuerzas por última vez en la presente pretemporada.