Leganés - Agradecidos por la visita, en una temporada que está siendo muy dispar para ambos, Vesga y Merino dialogan para DEIA en las instalaciones del Leganés, club en el que juegan como cedidos.

Hoy no podrán enfrentarse al Athletic. Usted, Mikel Vesga, porque está lesionado, aunque de estar en condiciones óptimas la llamada cláusula del miedo se lo impediría, algo que también le afecta a Sabin Merino. ¿Qué les parece la aplicación de dicha cláusula?

Mikel Vesga: Es algo que se decide en el momento, a la hora de firmar el contrato. Pero sí es verdad que puede ser perjudicial tanto para el jugador como para el club. Un futbolista tuyo que viene jugando puede que por ese partido deje de jugar, pues el compañero que entra lo hace bien y se gana el puesto. En mi caso, por ejemplo, coincidió justo con el primer partido de liga y eso hizo que igual me costara entrar más en el equipo. Así que en ciertos puntos es perjudicial, aunque por otro lado también puede ser entendible.

Sabin Merino: Yo opino parecido. Está claro que el club mira sobre todo por sí mismo y en ese caso entiendo que el jugador no pueda jugar. Imagínate que te estas jugando algo y un jugador tuyo te deja fuera. Para evitar eso me parece que está bien, pero sí es verdad que por nuestra parte, la del jugador, es difícil de entender. En el caso de Mikel, que ya le ha pasado, no pudo jugar en el primer partido de liga. Tu compañero lo hace bien y te cuesta entrar o igual no entras. Es difícil valorarlo, las dos partes son entendibles.

Lo que sí parece es ir en contra del objetivo primero de una cesión, que es que el jugador en cuestión dispute el máximo número de minutos.

M. V.: Sí. Como club te interesa que el jugador juegue lo máximo posible y esa cláusula puede parar un poco la progresión del jugador. Puede ser perjudicial.

S. M.: Sí, yo creo que por lo general suele ser perjudicial para el jugador.

¿Consultaron con ustedes el pasado verano la inclusión de dicha cláusula en su respectivos contratos de cesión?

M. V.: En ese momento no le das gran importancia. Entiendes que por parte del Athletic pongan esa posibilidad. Te fijas más en otros aspectos que quizá son más importantes a la hora de la cesión.

S. M.: En mi caso, yo firmé el último día del mercado y no estaba como para mirar nada. Se llegó a un acuerdo rápido, el Athletic me hizo el favor de que este año viniera cedido y se entiende.

M. V.: Es verdad que el club nos pone muchas facilidades en muchas cuestiones, por lo que también hay que entender su parte.

S. M.: El club se portó muy bien conmigo y es entendible.

Cambiemos de tercio. Los dos están viviendo una temporada bien distinta. A nivel personal, ¿cómo la están viviendo y qué valoración hacen?

M. V.: Yo, personalmente, estoy contento. Creo que he participado bastante, aunque al principio me costó entrar en el equipo. En las primeras diez jornadas apenas jugué. Luego he tenido continuidad y he podido disputar gran parte de la liga. Además, el año como experiencia personal está siendo bueno.

S. M.: A todos nos gusta jugar lo máximo posible y en ese aspecto no he participado lo que me gustaría. Pero bueno, sí que me ha servido para aprender muchas cosas. Mentalmente es un año que me ha venido muy bien, he conocido diferentes culturas y diferentes maneras de vivir el fútbol que no son ni parecidas a cómo se vive en Lezama. Quedarte con cosas de gente que lo vive diferente a ti te ayuda, sobre todo mentalmente.

Para usted, Vesga, la del Leganés es su segunda cesión tras su salida en la segunda mitad de la temporada 2016-17 al Sporting. ¿Le ha resultado más sencillo en esta ocasión?

M. V.: Esta vez quizá ha sido más fácil. Recuerdo que cuando fui a Gijón fue todo muy rápido, me marché de un día para otro y era la primera vez que salía de casa. Se me hizo más duro. Esta vez, con sus cosas también, sabiendo con tiempo que venía para aquí, se ve de otra manera. Pero se parece en muchas cosas, en eso que dice Sabin de compartir vestuario con gente de otras culturas y otros países, gente que ve la vida de otra manera ... Eso te hace aprender cosas nuevas.

Usted, Merino, llegó al conjunto pepinero sobre la bocina. ¿Jugó a su favor que hubiera futbolistas a los que ya conocía de antemano en el equipo?

S. M.: Yo había estado toda mi vida en Bilbao y salir de allí es complicado. Soy del Athletic y lo que uno quiere es ser jugador del Athletic toda la vida. Está claro que son pasos que hay que dar. Que estuviesen todos estos -Mikel Vesga, Unai Bustinza, Javi Eraso y Jon Ander Serantes, quien se marchó en el mercado invernal al Avispa Fukuoka japonés- te hace mucho más sencillo todo. Por eso no tuve que pensármelo tanto, sabía que la adaptación sería más sencilla que si no conociera a nadie.

Realmente sí salió de casa, nada más y nada menos que a Estados Unidos, donde compatibilizó sus estudios con el fútbol. ¿Existe algún paralelismo entre aquella experiencia y esta?

S. M.: No, no tiene nada que ver. Cuando fui a Estados Unidos fue por ocio y a estudiar, nada que ver con esto. Ahí no tenía que demostrar nada a nadie. A Leganés vine tranquilo. Aunque no haya jugado mucho estoy bastante tranquilo y contento con lo que hago día a día, que es lo que importa.

Volvamos al verano pasado. Vesga, su salida del Athletic se produjo incluso antes de que comenzaran a entrenar, mientras que la de Merino fue a última hora. ¿Qué opinión les merece ahora que lo ven con cierta perspectiva?

S. M.: Yo hablé con el míster (Eduardo Berizzo). Me dijo que contaba conmigo, que le daba igual que fuese para un partido o para 20, pero que contaba conmigo porque me veía posibilidades. Al final el club decidió que había muchos jugadores y que me podía venir bien salir. Yo lo entendí. Por mucho que el entrenador te diga que cuenta contigo, en las dos primeras jornadas me quedé fuera de la convocatoria y no veía posibilidades de jugar a corto plazo. Por eso lo entendí y decidí salir.

M. V.: En mi caso, en su momento me chocó que me lo dijeran tan pronto. Pero por suerte y analizándolo ahora, lo agradezco. Después de un año duro, con necesidad de salir y queriendo jugar, yo ya tenía la idea de salir. Agradezco que se me dijera antes porque creo que es importante para la adaptación llegar cuanto antes al equipo al que vas a ir cedido.

¿Y usted cree que le pudo penalizar llegar al Leganés a última hora?

M. V.: Ya te contesto yo a eso. Creo que sí. El equipo estaba avanzado, llevábamos como dos meses entrenando, y tuviste que venir a un grupo nuevo, con un entrenador y un sistema distintos? Y encima estábamos muchos jugadores.

S. M.: A Leganés llegué en muy buenas condiciones. El primer partido amistoso lo jugué muy bien e hice gol. Entré con buen pie, pero no llegué ni a ir convocado en liga. Sí puedo decir que me costó bastante. Además, venía de no jugar y llegar y que me costara entrar, pues se hizo complicado. Así es difícil entrar y dar tu mejor nivel.

Eso que cuenta está relacionado con lo que ha dicho antes, que mentalmente el año le ha venido bien...

S. M.: Sí. Creo que a día de hoy, aunque no juegue todo lo que me gustaría, cuando me toca participar estoy en buenas condiciones y lo hago más o menos a buen nivel.

Les ha tocado vivir desde la distancia la irregular temporada del Athletic. ¿Han sufrido mucho con el conjunto rojiblanco este año?

M. V.: Hombre, pues sí. Los primeros meses sobre todo. Son amigos y compañeros. Ya sabes lo que es estar en esa situación y no es fácil. Para mí es de aplaudir cómo le han dado la vuelta al asunto y se han plantado donde están ahora mismo. Me alegro muchísimo por ellos. Pero sí hemos sufrido con ellos desde aquí.

S. M.: A mí, que hice toda la pretemporada con ellos, con la plantilla y el entrenador que había, que era muy bueno y llevaba muy bien al grupo, ver al Athletic en esa situación me extrañó mucho. Pensaba que desde el inicio iban a estar arriba, pero cuando ves que no ganan te preguntas qué está pasando. Verles abajo te hace sufrir, porque tampoco se veía claro que pudieran sacarlo. Luego, con la llegada de Gaizka, se ha visto un equipo más sólido y su estilo es más conveniente para el Athletic.

¿Pensaron que el equipo pelearía por salvarse hasta el final de la temporada?

S. M.: Lo hemos hablado más de una vez... y preocupados estábamos. Miedo no he tenido porque es una plantilla súper comprometida. Cuando las cosas han ido un poco mal, el grupo siempre ha tirado hacia adelante. En mi cabeza pensaba que lo iban a sacar, pero también se me pasaba el ¿y sí...?

M. V.: Estábamos preocupados, sí.

Si le ganan mañana al Athletic, ¿se les abre la puerta europea?

S. M.: Tenemos la suerte de que estamos en una situación bastante buena. Tenemos 41 puntos faltando cinco jornadas, no estamos matemáticamente salvados, pero sí casi. El objetivo está casi conseguido y podríamos aspirar a más.

M. V.: El objetivo, visto lo reñido que ha estado todo, es disfrutar de lo que queda y ver hasta dónde puede llegar el equipo. Cuanto más arriba, mejor para todos.

S. M.: Además, tenemos tres partidos en Butarque, que aquí hemos conseguido el 70% de los puntos.

M. V.: Habrá que aprovecharse de ello?

¿Conocen a Gaizka Garitano?

M. V.: Del año pasado?

S. M.: Sí, que nos tocó coincidir con él más de un día, cuando nos quedábamos sin convocar.

M. V.: Nos hacía el favor e íbamos a entrenar con el Bilbao Athletic.

Usted, Merino, acaba contrato con el Athletic este verano y a Vesga aún le restan dos temporadas más. ¿Ha hablado el club con ustedes de cara al curso que viene?

M. V.: No, esperaremos a que concluya la temporada y veremos qué pasa.

S. M.: De momento nadie nos ha dicho nada y en ese aspecto estamos tranquilos.