amí no me vuelve loco el fútbol, pero veo los partidos del Athletic siempre que puedo”. Esta frase del cantante Iñaki Uranga resume muy bien el sentir de muchas personas en Bizkaia que, sin ser apasionadas del balompié, son fieles a los colores rojiblancos y siguen de cerca las aventuras y desventuras de los leones. En su caso, para más inri, esa pasión viene marcada por los genes, puesto que la saga de los Uranga son nietos de Manuel Amezaga, quien fuera portero rojiblanco hace un siglo. “Mi aitite fue portero en los años 20 y los familiares tenemos varios detalles que lo recuerdan”, explicó Uranga. Él practicó otros deportes como el baloncesto y la pala corta porque reconoce que el fútbol “no se me daba excesivamente bien”, eso no quita para que él, que tiene como profesión y devoción cantar, también sea un apasionado de cantar los goles del Athletic.
Por eso mismo, ayer como era jornada de partido, Iñaki no falló a su cita con el Athletic en el bar La Pasarela de la calle Huertas de la Villa de Bilbao . “Es un lugar magnífico en el que estar y ver los partidos. Julen, el camarero, ofrece una atención excelente y además producto de calidad. Es un local en el que uno está muy a gusto”, indicó el cantante del grupo El Consorcio. Así, en el ambiente distendido de este bar vivió Iñaki un encuentro muy importante para el Athletic en su lucha por encontrar la tranquilidad liguera y ahuyentar los fantasmas del descenso. “Ahora la situación no es tan alarmante, pero creo que todos lo hemos visto muy mal a principio de temporada. Desde lo poco que entiendo de fútbol, creo que el cambio de entrenador era necesario y eso se ha visto reflejado en los resultados”, reflexionó Uranga, que está viviendo una exitosa gira por el Estado con El Consorcio: “La respuesta del público está siendo buenísima. Por ejemplo, el fin de semana pasado se agotaron las entradas en los conciertos que ofrecimos en Santander y Valladolid”.
La situación actual dista bastante de los mejores recuerdos de Iñaki en rojo y blanco, aquellos títulos de liga y Copa de los 80 y , en especial, de la gabarra. “Ojalá podamos verla pronto por la ría para celebrar un nuevo título”, deseó el artista. Con Uranga en pleno recuerdo de aquella época llegó el centro de Yuri Berchiche que Jaume Costa remató a su propia portería en el minuto 19. 0-1 y las cosas pintaban muy bien para los de Garitano y eso se notaba en La Pasarela. Porque con el Athletic se sufre cuando pierde y se disfruta de lo lindo cuando gana. “Esa pasión es algo que no ha cambiado con el paso del tiempo y cuando viajas por cualquier lugar del mundo y te preguntan de qué equipo eres, al responder que eres del Athletic, te lo reconocen. Admiran esa pasión y, sobre todo, la filosofía del club”, reconoció el artista, quien solo falla a su cita con La Pasarela y el equipo de sus amores cuando se solapa con cuestiones profesionales. “Por ejemplo, el derbi contra la Real no lo voy a poder ver. Ese día tenemos actuación en Salamanca y los días que tenemos conciertos estamos en capilla. Nos concentramos, nos aislamos para ofrecer al público el espectáculo que merece, así que ese día, supongo, que me mandará mi hijo el resultado”, señaló Uranga, que tiene un inicio de febrero muy ajetreado con conciertos en Madrid, Mérida, Badajoz y Cáceres, además del que ofrecerá el día 2 en Salamanca.
sabor agridulce Tras el descanso, el Villarreal no inquietó en exceso a los de Garitano, pero existía una calma tensa en el ambiente... Hasta que llegó el gol de Ekambi que igualó la contienda poco después de que los leones rondasen el 0-2. Después llegó la jugada polémica del gol anulado a Williams y la controvertida revisión del VAR, que fue discutida en el bar con B. “Al final te quedas un poco chafado con el empate porque te quedas con la sensación de que el rival te ha empatado sin haber hecho demasiado”, indicó Uranga, un hombre con música en el alma y ADN zurigorri.