Bilbao - Iker Muniain (Iruñea, 19-XII-1992), con contrato en vigor como león hasta el 30 de junio de 2019, encara su particular proceso de renovación sin la intención de hincarle el diente en público hasta que las negociaciones con Ibaigane toquen a su fin. Cuestionado ayer en Lezama sobre su situación contractual, el de la Txantrea apuntó que “de momento no hay ninguna noticia que dar, pero también digo que puede haberlas dentro de poco”. La frase, a modo de titular, fue la más significativa que salió de la boca del navarro respecto a una renovación que el Athletic espera cerrar más pronto que tarde, habida cuenta del peso específico del jugador en un equipo en el que presenta galones renovados tras las dos graves lesiones de rodilla sufridas en los últimos años. El presente, no en vano, dibuja a un Muniain enérgico y dinámico sobre el césped, con una elevada cuota de protagonismo.

Es por ello que en la junta directiva liderada por Josu Urrutia, con el caso de Alex Remiro pendiente aún de resolución, se ha decidido a abordar con todas las garantías posibles un proceso que esperan finiquitar con una nueva ampliación de contrato del de la Txantrea, quien firmó su última renovación en junio de 2015. Muniain no quiso entonces que su caso se convirtiera en un culebrón y tampoco lo desea ahora, sabedor de que, tras salidas como las de Aymeric Laporte rumbo al Manchester City y de Kepa Arrizabalaga al Chelsea, “la gente necesita alegrías y a ver qué pasa”. “Vamos a esperar y cuando haya algo que decir lo comunicaremos. Las negociaciones son para ponerse de acuerdo entre las partes y aquí no hay nada escrito. Las intenciones que tiene el club y tengo yo pueden estar encaminadas, pero para eso están las reuniones y las negociaciones. Yo ya he dicho que soy feliz aquí y veremos qué pasa”, incidió el navarro, consciente de que, con fugas indeseadas como las citadas anteriormente, la afición “se queda dolida, porque al aficionado le toca el orgullo que los jugadores se vayan”.

Muniain, sin embargo, no quiso dar por hecha su continuidad en el Athletic a la espera de que las negociaciones lleguen a buen puerto, en lo que confían que suceda tanto el club como el propio jugador, quien se ha desligado de la agencia de representación que le ha llevado desde hace varios años atrás. Serán sus nuevos asesores, por tanto, quienes deban llegar a un acuerdo con Ibaigane para ver plasmados así los deseos del 10 del Athletic, convertido en uno de los capitanes del equipo y por cuya continuidad deberá hacer un nuevo esfuerzo económico la junta directiva bilbaina, sabedora de que tras sus últimos movimientos con hombres como Iñaki Williams, Iñigo Martínez o Yuri Berchiche tendrá que dar un nuevo paso al frente para satisfacer a Muniain. El navarro, mientras tanto, se centra en el día a día y en mantener sus buenas sensaciones sobre el césped, donde asoma como uno de los intocables para Eduardo Berizzo.

en un buen momento “Con los años vas adquiriendo experiencia y madurez y ahora estoy en un momento de mi carrera en el que me encuentro muy bien y muy a gusto, con ganas de seguir creciendo con el equipo y conseguir cosas bonitas”, resaltó ayer Muniain en clave personal, quien se siente “muy cómodo” en su renovada demarcación por detrás del delantero. El rojiblanco, no obstante, no descarta volver a jugar “más escorado a la banda” en caso de que Berizzo estime oportuno un cambio de rol que resultaría conocido al atacante navarro, quien, con 350 partidos a sus espaldas como león, se encuentra a solo cuatro de los disputados por Zarra a pesar de sus dos graves lesiones de rodilla. “He recibido golpes que me han hecho perderme partidos y temporadas, pero eso quizás me haya dado más hambre para continuar y seguir mejorando”, subraya un lanzado Muniain.