Lezama - En compás de espera. Así se encuentra el vestuario del Athletic en relación a Kepa Arrizabalaga, concentrado hasta la noche de ayer con la selección española y con su futuro deportivo aún en el aire. El de Ondarroa, en medio de los crecientes rumores e informaciones en torno a su porvenir, continúa sin firmar su renovación como león mientras el tiempo se consume, toda vez que el contrato que vincula al portero con Ibaigane toca a su fin el próximo 30 de junio. Los siete meses que se vislumbran para alcanzar un acuerdo inexistente hasta la fecha o para romper definitivamente unas complicadas y laboriosas negociaciones que siguen su curso, se verán reducidos considerablemente tal como adelantó en su última comparecencia pública Josu Urrutia, quien advirtió el pasado 31 de octubre que “en breve tendremos que tomar una decisión definitiva y espero que sea positiva”.
No quiso dar el presidente un ultimátum a Arrizabalaga, ni establecer una fecha límite para dar por cerrado el caso, pero el tiempo apremia y el desenlace del culebrón se antoja cada vez más cercano en el tiempo. La primera plantilla del Athletic, por su parte, se mantiene al margen de tan enrevesado proceso, pero con el firme deseo de que jugador y club pacten más pronto que tarde una renovación que en el vestuario esperan ver materializada. El último en proyectar públicamente dicha ilusión ha sido Mikel Balenziaga, quien apenas quiso hincar el diente ayer al tema en las instalaciones de Lezama. Fue instantes después de asegurar que “es un tema que lo tienen que llevar tanto Kepa como el club y no creo que tenga nada que decir al respecto”, cuando el lateral rojiblanco profundizó mínimamente en tamaña cuestión para dejar claro el sentir del vestuario. “Lo único que sé es que es un grandísimo jugador y que nos gustaría que se quedase con nosotros”, destacó Balenziaga, siguiendo así el discurso colectivo al que se han abrazado en las últimas fechas otros leones deseosos de que Arrizabalaga continúe en el club más allá de esta temporada.
Se trata, sin embargo, de una cuestión sumamente peliaguda y que tiene al Real Madrid en la sombra, al acecho de un portero con presente y futuro al que su agencia de representación trata de guiar por un camino que choca con los intereses de Josu Urrutia, quien no dudó en manifestar el pasado 1 de septiembre su intención de pelear por un Athletic “sin cláusulas de rescisión”, en clara e inequívoca referencia a la problemática surgida con Arrizabalaga a la hora de tratar su renovación en función de la nueva cláusula a establecer.
Vuelta a san mamés Con las negociaciones aún en marcha, el guardameta de Ondarroa volverá a defender la portería rojiblanca el domingo en San Mamés, donde compareció sobre el césped por última vez el 28 de octubre. Lo hizo ante el Barcelona en un envite en el que los pupilos de José Ángel Ziganda cayeron derrotados por 0-2. Tres semanas después, los rojiblancos recibirán al Villarreal con la necesidad de sumar los tres puntos en juego para escalar posiciones en la clasificación liguera.
Consciente de ello se mostró ayer Balenziaga en sala de prensa, quien resaltó la dificultad del choque, pero también la convicción personal de que “este equipo puede acabar mucho más arriba en la liga y creo sinceramente que se le puede dar la vuelta a esto”. “Cuando no salen las cosas como uno quiere, lo que hay que hacer es fijarse en los últimos partidos en los que estuvimos bien, porque lo que queremos es dar esa imagen y no la de Vigo”, agregó el lateral, ya recuperado de sus problemas de tobillo y preparado por tanto para partir como titular ante el Villarreal, que visitará San Mamés tras sumar trece de los quince últimos puntos posibles en liga.
Balenziaga, sin embargo, dejó claro que “si damos nuestra mejor versión, podremos ganar” y asumió la dificultad del calendario más inmediato, con visitas a San Mamés de equipos como el Villarreal, Hertha Berlín y Real Madrid y una salida a Riazor, aunque resaltó que el equipo hará frente a lo que venga para cumplir el objetivo de “mejorar” la situación clasificatoria tanto en el campeonato doméstico, como en la Europa League.
Al ser cuestionado por Kuko Ziganda, el lateral también habló con claridad. “Tiene mucha fuerza, muchas ganas de entrenar al Athletic y lo veo con ganas y fuerte como para enderezar el rumbo que llevamos”, apuntó haciendo alusión además a los beneficios relacionados con el último parón de liga, toda vez que “jugando tantos partidos y estando en tres competiciones no se puede entrenar mucho y por eso vienen bien estas semanas”.