bilbao - La versión 2016-17 del Athletic no tiene ningún temor al pasado. Podría decirse incluso que lo desprecia, pues en lo que va de temporada ha mandado a la papelera cuatro estadísticas previas frente a rivales de la liga. Tres de ellas eran negativas, con Deportivo, Granada y Real Sociedad como protagonistas, mientras que una, relacionada con el Sporting, era positiva a priori. A todas han dado un poderoso y contundente revés los rojiblancos, que pretenden hacer lo mismo con la estadística que les recuerda que son ya once las visitas consecutivas al Real Madrid sin conseguir rascar punto alguno.
La última victoria de los leones en el Santiago Bernabéu, que alberga mañana un nuevo enfrentamiento entre ambos bandos, tuvo lugar en la temporada 2004-05, con Ernesto Valverde como entrenador del Athletic. Valieron entonces sendos goles de Asier del Horno y Andoni Iraola para derrotar por 0-2 a los blancos, dirigidos por Vanderlei Luxemburgo. Fue la última alegría en el feudo madridista, que a partir de aquella noche de febrero de 2005 ha sido testigo de auténticos festines de los locales ante los rojiblancos. Pero todo tiene un final. Toda estadística acaba por romperse. Ninguna se mantiene en pie con el transcurrir del tiempo. Y el Athletic de Valverde aspira a que sea mañana mismo, en la novena jornada de liga, cuando los acontecimientos den un giro radical en el Santiago Bernabéu.
Para conseguirlo, nada mejor que el pertinente entrenamiento previo, por llamar de alguna manera a la práctica adquirida este curso en el arte de reventar estadísticas. La primera se evaporó en la jornada inaugural de liga en El Molinón. Es la única de las cuatro en la que los rojiblancos, empeñados en romper con su pasado más cercano, han metido la pata. Y es que el Athletic no perdía en Gijón desde 1991, cuando mordió el polvo por 3-2 con Iñaki Sáez en el banquillo. Desde entonces, los leones encadenaron once visitas consecutivas sin hincar la rodilla a domicilio ante el Sporting. La buena racha se había instaurado en El Molinón, donde casi todo eran buenas noticias hasta el primer compromiso de esta campaña, en la que las estadísticas van camino de dejar de tener cualquier tipo de validez.
Los hombres de Valverde, no en vano, perdieron por 2-1 en un choque para olvidar. El Sporting, que pudo incluso golear, apenas pasó apuros para mandar a la lona al Athletic, que recortó distancias en los últimos minutos por mediación de Borja Viguera, ahora en las filas asturianas. No fue suficiente sin embargo para evitar un tropiezo inusual en Gijón, pero las tornas cambiaron tres semanas después en Riazor.
primera víctima Allí, en la primera oportunidad que se presentaba, los hombres de Valverde destrozaron la primera estadística negativa a la que tuvieron acceso en la presente campaña. Ganaron 0-1, merced a un fantástico derechazo de Raúl García desde larga distancia. El esférico se coló por la escuadra de la portería defendida por Germán Lux y los leones aguantaron el empuje final del Deportivo para volver a ganar fuera de casa al conjunto coruñés diez años después.
El último triunfo en Riazor, no en vano, había tenido lugar en 2006, con José Manuel Esnal, Mané, como técnico de los rojiblancos, que vencieron 0-2 merced a un doblete de Javi Martínez, que fulminó al Deportivo y, al mismo tiempo, mandó al ostracismo unos números más que negativos con los blanquiazules como oponentes, a quienes los bilbainos solo habían derrotado en ocho de las 45 visitas efectuadas a lo largo de la historia. La situación se repitió en Granada. El estadio asistió a otra ruptura con la tradición en los enfrentamientos entre nazaríes y bilbainos. Y es que el Athletic solo había conseguido sumar una victoria en sus catorce últimas visitas al equipo granadino. Los números, además, daban la espalda a los leones en materia goleadora, pues los pupilos de Ernesto Valverde no habían logrado ver portería en ninguna de sus tres últimas comparecencias en Granada.
La vieron por partida doble esta temporada, en el encuentro correspondiente a la quinta jornada liguera, para imponerse por 1-2 con Raúl García y Laporte como goleadores. Fue la tercera vez que el Athletic reventaba estadísticas este curso. La cuarta y última hasta la fecha, a la espera de lo que suceda mañana en el Santiago Bernabéu, se dio el pasado fin de semana en San Mamés. La Real, que acumulaba ocho derbis seguidos sin caer a manos del Athletic, no pudo hacer nada para evitar la derrota en La Catedral, donde los rojiblancos se llevaron el gato al agua por 3-2 para poner así el punto final a otra pesadilla relacionada con el pasado más reciente. Y es que la última vez que los leones habían podido con el vecino fue en el curso 2011-12, con Marcelo Bielsa al mando de las operaciones. Los bilbainos ganaron por 2-0 en el viejo San Mamés, con dos goles de Markel Susaeta.
Irureta y el ‘centenariazo’ Para intentar asaltar mañana el Bernabéu y dar continuidad así a la recién instaurada costumbre de romper todo tipo de registros, el Athletic deberá ser “fiel” a su propio estilo, según advierte Javier Irureta, exentrenador rojiblanco y autor intelectual del conocido centenariazo en 2002 como técnico del Deportivo, que contra todo pronóstico fue capaz de derrotar al todopoderoso Real Madrid en su propio estadio en la final de Copa de aquella temporada.
Tamaña conquista, así como el modo en el que se fraguó tan recordada victoria nunca desaparecerá de la memoria de Irureta, quien recuerda que “jugar en el Bernabéu siempre impone y más en una final. Ellos estaban a escasos días de disputar también la final de la Copa de Europa, pero fueron muchos seguidores del Deportivo a Madrid y nos reforzó muchísimo ver a casi 20.000 aficionados nuestros en la entrada al campo”. En cuanto a la manera de afrontar el partido desde el punto de vista táctico, el también exentrenador del Athletic subraya que “salimos al campo con el objetivo de hacer nuestro partido y de presionar arriba al Real Madrid. Hicimos dos goles en la primera parte y después nos recortaron distancias, pero controlamos bien el partido y fue una gran satisfacción”.
“Teníamos nuestra forma de jugar y no estábamos supeditados a lo que hiciera el contrario, por lo que nuestro planteamiento del partido fue el habitual. Hacer cosas extrañas o que no están lo suficientemente preparadas es algo que no suele salir bien”, resalta Irureta, quien añade orgulloso que “nosotros no lo hicimos, entre otras cosas porque teníamos jugadores capacitados para hacer cosas interesantes con el balón y ponernos por delante en el marcador nos dio mucha confianza”. En cuanto a las opciones que atribuye al equipo bilbaino para sacar un resultado positivo en el coliseo blanco mañana, el irundarra se muestra optimista, toda vez que “está jugando bien y tiene que seguir en esa línea en Madrid. Será un factor importante que pueda jugar Beñat, por todo lo que supone su presencia en la elaboración del juego y las jugadas de estrategia”. Eso sí, Javier Irureta también hace hincapié en que “en campos así hay que estar preparados para sufrir, porque es dificilísimo ganar sin pasar apuros, salvo raras excepciones.
No tuvo opciones Irureta en su visita como entrenador del Athletic al Bernabéu, donde cayó 4-0 en la temporada 1994-95, aunque la expulsión de Larrainzar en el minuto 16 “rompió todo”, rememora el exentrenador rojiblanco. De cara a la cita de mañana y cuestionado por las estadísticas vigentes, el extécnico lo tiene claro: “Algún día se tienen que romper. Cuanto más te acercas al siguiente partido, más cerca estás de conseguirlo, porque al final siempre se acaban”.