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Aduriz, en vilo hasta el final

Aduriz, con un esguince de tobillo, es duda para el Bernabéu, donde Valverde no podrá contar con De Marcos, Yeray, Bóveda y Balenziaga

Aduriz, en vilo hasta el finalEFE

bilbao - La presencia de Aritz Aduriz mañana en el Santiago Bernabéu está en el aire. En caso de no presentar una palpable mejoría en las próximas horas, el delantero, que terminó el partido del jueves ante el Genk con un fuerte esguince en su tobillo derecho, podría verse obligado a ver a través de la televisión el choque ante el Real Madrid, en el que el técnico rojiblanco recuperará a una pieza elemental como Beñat, pero no podrá contar con los servicios de Balenziaga -cumplirá su segundo y último partido de sanción por su expulsión en Málaga-, Bóveda, De Marcos y Yeray, lesionado también en Bélgica. El joven central baracaldés, que completó una “muy buena” actuación individual según declaró su entrenador, tuvo que abandonar el terreno de juego del Luminus Arena en camilla y con las manos en la cabeza tras sufrir en el tramo final del envite otro doloroso esguince de tobillo, también en el derecho, al igual que Aduriz.

Además de la derrota sufrida, los percances físicos que padecieron dos de las actuales piezas clave de Valverde dejaron un sabor de boca más que amargo en la expedición bilbaina, que deberá afrontar la siempre complicada visita a Madrid con notables bajas en la defensa. A la espera de conocer la disponibilidad de Aduriz de cara al siempre complicado encuentro ante el conjunto blanco, la línea de atrás, con tres ausencias forzadas, es la más castigada, mientras que en el ataque los leones podrían quedar huérfanos de su hombre gol. Sería Sabin Merino el encargado de reemplazar en el Bernabéu al ariete donostiarra, que vivió en Genk una de las noches más complicadas que se le recuerdan.

El partido en territorio belga, no obstante, arrancó con una nota positiva para Aduriz, que dispuso de una magnífica ocasión de gol en el minuto 12. El guipuzcoano, iluminado en la primera jugada de peligro que dejó el duelo, pinchó un balón en el aire para hacer efectivo un envío lejano de San José y, ante la salida del portero, conectó una sutil vaselina que se perdió escasos centímetros por encima del larguero. Lo lamentó el punta, que minutos después vio cómo el colegiado Stefan Johannesson le invalidaba un gol por fuera de juego a pase de Williams. Fue a partir de entonces cuando el signo del partido cambió drásticamente para Aduriz, que protestó con vehemencia la decisión arbitral. Volvió a hacerlo en el minuto 23 tras un codazo a Raúl García, lo que le supuso una tarjeta amarilla.

La cartulina roja, incluso, sobrevoló su figura en la segunda mitad, cuando propinó un duro rodillazo a un rival a la salida de un córner. No lo vio el árbitro ni ninguno de sus asistentes, pero la acción reflejó el estado de ánimo de Aduriz en un duelo en el que todo fueron malas noticias para el Athletic. La última, cuando el partido ya agonizaba, fue su esguince de tobillo, el cual le obligó a finalizar el choque con una visible cojera que amenaza con impedirle estar mañana en el Bernabéu, donde los rojiblancos intentarán sobreponerse a las dificultades y al golpe anímico recibido en Genk para sacar algo positivo.

sin apenas descanso No lo tendrán nada fácil los hombres de Valverde, quien tendrá que reconstruir el once inicial para plantar cara al coloso blanco, pendiente de saber si queda exento de padecer el instinto depredador de Aduriz, autor la pasada semana de uno de los tres goles con los que el Athletic se impuso a la Real en el derbi. Hasta la fecha son cinco los tantos que suma el donostiarra en la presente campaña, en la que ha disputado los ocho primeros partidos de liga, así como los tres primeros encuentros correspondientes a la Europa League.

Solo fue suplente en la también amarga visita europea al Sassuolo, resuelta con un contundente 3-0 favorable al equipo italiano. Valverde echó mano de Aduriz en el minuto 54, con 0-0 en el marcador, y el plan salió mal. En el resto de partidos solo ha sido sustituido en dos ocasiones. La primera fue en Granada, en la quinta jornada de liga, cuando fue reemplazado por Iturraspe en el minuto 79. Dos jornadas después fue en Málaga donde el técnico le concedió un descanso que, no obstante, resultó forzado, toda vez que el rojiblanco resultó víctima de una sobrecarga.

Deseoso de poder estrenar su cuenta goleadora en el Viejo Continente contra el Genk en San Mamés, el guipuzcoano cambia ahora el chip para centrarse en la competición doméstica y en la recuperación de su tobillo derecho para poder ayudar a sus compañeros en Madrid, una salida a la que el guipuzcoano tiene especiales ganas. El coliseo madridista, no en vano, aún se le resiste, pues nunca ha visto portería como visitante. “Marcar allí por primera vez es un buen reto”, subrayó días antes de visitar al cuadro blanco el pasado mes de febrero. Ocho meses después, la opción de retomar su particular reto está en el aire.