cUANDO el pasado amenaza con dar un salto hasta el presente para influir en el futuro, se torna necesario tomar un machete y fulminarlo sin compasión. Un golpe seco, inapelable, lo suficientemente contundente para abrirse paso a fin de cambiar los lamentos arrastrados por una reconfortante sonrisa. Es lo que intentará hacer hoy el Athletic en San Paolo con motivo de su visita a tres viejos y peligrosos conocidos, fantasmas del pasado a los que tanto el entramado defensivo planificado por Valverde como Iraizoz tienen la misión de frenar en seco.
Son Gonzalo Higuaín, José Callejón y Michu, por orden de relevancia y daños causados. Los tres, miembros del experimentado y batallador ejército de Rafa Benítez, saben de antemano lo que significa batir al guardameta iruindarra. El delantero argentino, en una permanente enemistad con el éxito en la Liga de Campeones y vigente subcampeón del Mundo con su país tras errar la ocasión más clara de la final, acostumbra a sonreír cuando ve al Athletic enfrente. Así lo reflejan sus números. Y es que contabilizando los diez partidos disputados ante los rojiblancos -saldados con pleno de victorias-, Higuaín suma la contundente cifra de ocho goles, 0,8 por encuentro.
La primera diana a costa de los rojiblancos, no obstante, tuvo como víctima a Armando en el envite celebrado en abril de 2008 en el Santiago Bernabéu y que se definió con un 3-0 a favor de los blancos. El Pipita, un tradicional incordio con letras mayúsculas para los leones, vio portería solo cuatro minutos después de ingresar en el terreno de juego.
Javier Saviola y Arjen Robben habían puesto en clara ventaja a los entonces pupilos de Bernd Schuster, que encontraron la calma definitiva mediante el gol de Higuaín. Fue la primera de las ocho lanzas que el argentino ha clavado en la espalda del Athletic. Los siete tantos restantes los lamentó Iraizoz, sentenciado a su suerte en más de una ocasión. El poderío ofensivo del Real Madrid, unido a la capacidad de desmarque del ahora punta referencia del Nápoles siempre pusieron en jaque a la defensa rojiblanca, consciente hoy de que dejar calibrar al argentino podría conllevar irreversibles disgustos.
Tras estrenarse en pretemporada con gol ante el PSG en el primer y único amistoso disputado, Higuaín alcanza la trascendental cita de esta noche con el colmillo afilado, pero sin apenas recorrido en el periodo estival. Será inquebrantable tarea de Gurpegi y Laporte, amén de Iturraspe, alejar de su hábitat natural al exmadridista, acostumbrado a dañar al Athletic a base de goles.
Menos prolífico en cuanto a tantos se refiere se ha mostrado José Callejón, su fiel aliado, en los encuentros dirimidos frente a los bilbainos. Escurridizo y goleador por naturaleza, el de Motril asoma sin embargo como el segundo más dañino en la particular lista que maneja Iraizoz. Después de no poder perforar la portería rojiblanca en ninguno de los cuatro partidos de Liga jugados con el escudo del Espanyol luciendo en el pecho, Callejón cantó bingo en su primer duelo contra el Athletic como madridista.
La cita, de infausto recuerdo para los leones dirigidos por Marcelo Bielsa, tuvo lugar el 22 de enero de 2012 y tocó a su fin con un contundente 4-1 favorable a los de José Mourinho. Marcelo y Cristiano Ronaldo, por partida doble, allanaron el camino que condujo hasta el gol de Callejón en el minuto 86. El tanto, en culminación de un vertiginoso contragolpe, a buen seguro habrá sido repasado en vídeo durante los últimos días en Lezama.
un gol para no olvidar La secuencia fue la siguiente: robó en campo blanco Sergio Ramos, encontró a su lado a Xabi Alonso y este habilitó inmediatamente a Mesut Özil para que el alemán jugara con Higuaín, quien de espaldas en posición de pivot, desde la divisoria, giró para conectar en la distancia con Callejón. El de Motril, tras ganar la espalda a San José con una poderosa cabalgada sin balón por la banda derecha, controló el esférico y lo puso lejos del alcance de Iraizoz en un bis a bis en el que el iruindarra nada pudo hacer.
Callejón, con un bagaje personal de siete triunfos, un empate y dos derrotas ante el Athletic, no titubeó en su misión. Sacó tajada de su codiciada verticalidad y celebró el gol con el fondo sur del Santiago Bernabéu mientras señalaba con gestos reivindicativos el escudo del Real Madrid. El antecedente, así pues, queda explicado y subrayado del mismo modo que lo habrá hecho Ernesto Valverde, sabedor de que la velocidad y el avanzado olfato goleador de Callejón figuran como dos armas de primera magnitud en el organigrama ofensivo desarrollado por Rafa Benítez.
A pesar de ser expulsado por el técnico madrileño del entrenamiento matinal que realizó el Nápoles el pasado 27 de julio, Callejón no ha perdido el rol de futbolista indispensable que ya le otorgó Benítez la pasada temporada, en la que marcó un total de 20 goles, por los 24 de Higuain. En puertas de la visita del Athletic, los 44 tantos firmados entre ambos brotan con fuerza ante la exigente mirada de la hinchada napolitana, que ha visto aterrizar en San Paolo a un tercer hombre con pasado dañino para la estabilidad rojiblanca.
la huella fugaz de michu Se trata de Miguel Pérez Cuesta, conocido a nivel futbolístico como Michu. Su particular hoja de servicios con Iraizoz enfrente se reduce a lo acontecido en dos partidos, correspondientes ambos a la temporada 2011-12 y resueltos con un empate y una victoria del Athletic. El poderoso atacante ovetense, entonces en las filas del Rayo Vallecano, apenas tuvo opciones para golear en el encuentro que abrió el curso en el viejo San Mamés, pero no desaprovechó la primera gran oportunidad que tuvo en Vallecas para inaugurar el marcador. Lo hizo a la salida de un córner, aprovechando la candidez defensiva de los leones para fulminar sin oposición a Iraizoz y dejar así constancia de su innata capacidad para lucir músculo como factor sorpresa. Otro aspecto y gol a tener muy presente de cara al envite de esta noche.
El posterior hat-trick de Fernando Llorente, no obstante, anuló los efectos del tanto inicial de Michu en una campaña en la que el asturiano, Higuaín y Callejón lograron batir a Iraizoz, en estado de máxima concentración para solventar con éxito su debut en la principal competición continental a nivel de clubes. Raúl Albiol, con pasado también en la Liga BBVA al abrigo del Getafe, Valencia y Real Madrid, es el único de los cuatro que no ha alterado el pulso de Iraizoz. Ningún gol en sus doce enfrentamientos con el Athletic ha marcado el central valenciano, con un balance de seis victorias, dos empates y cuatro derrotas contra los rojiblancos.
Todos los goles, datos y pasajes rescatados, sin embargo, forman parte de un pasado que los hombres de Ernesto Valverde tratarán de mantener bien alejado del presente. Tras más de un mes de entrenamientos, amistosos y trabajo específico de laboratorio en las entrañas de Lezama, las cartas de uno y otro equipo se ponen boca arriba en San Paolo. Rafa Benítez, que en 1998 ya cayó eliminado con el Extremadura en Copa a manos del Athletic, se encontrará a partir de las 20.45 horas con un grupo de futbolistas decididos a jugar sin complejos y a emplear el pasado como un valioso manual de aprendizaje.