Más descartes a la vista
De las últimas palabras de Valverde se deduce que el club busca sitio para Toquero, Aurtenetxe y Sola
bilbao - El futuro inmediato de Jon Aurtenetxe, Gaizka Toquero y Kike Sola es incierto. Lo único evidente a día de hoy es que ninguno de los tres cuenta para Ernesto Valverde, quien se ha encargado de dejarlo bastante claro con sus últimas decisiones. A falta de dos semanas para el cierre del mercado, ni puede afirmarse que su destino esté fuera de Lezama ni que vayan a quedarse. En realidad lo que vaya a suceder depende de los factores que intervienen en toda operación: los posibles destinos, la necesidad de llegar a acuerdos de índole económica y el deseo de los afectados, que tienen contrato en vigor. Las noticias, si es que las hubiese, no pueden demorarse, por lo que es obligado pensar que mientras todas las miradas se posan en el inminente cruce con el Nápoles, el club se mueve entre bambalinas con la intención de dar con una solución para estos jugadores.
Cuestionado por el asunto en Atenas, el entrenador no descartó ninguna hipótesis, más bien alimentó la posibilidad de que la plantilla seguirá reduciéndose en los próximos días: “No podemos asegurar si saldrá alguien más, ya veremos”. Y en referencia a Sola y Toquero, tras admitir que tiene muchos delanteros, reiteró la idea de que quizás alguno cambie de aires: “Hasta el 31 de agosto tenemos que esperar”. Se debe anotar que también declaró lo siguiente: “Cuando no entran parece que se quedan un poco atrás, pero la temporada es muy larga y pueden entrar”. Esto último parece contradecir lo anteriormente expresado, pero por encima de las palabras están los hechos y es objetivo que Valverde ni siquiera ha encontrado sitio para Toquero, Sola y Aurtenetxe en una convocatoria de 21 jugadores, que fue el número de desplazados para el amistoso de Grecia. Y esto pocos días después de que fueran asimismo tachados para la cita con el Borussia Moenchengladbach.
A fecha de hoy las probabilidades de jugar en el Athletic que cabe adjudicar a este trío son mínimas, si no inexistentes. En efecto, el año es muy largo y muy denso, pero Valverde es partidario de apostar por otros futbolistas y en su fuero interno está convencido de que con una veintena le llega para afrontar la competición. El 7 de julio, cuando se encontró con 34 hombres, advirtió de que iría aligerando el grupo y pronto se inició un goteo de bajas que, con la cesión de Galarreta, ha dejado en 24 el número de jugadores, o en 23 si se considera que Aketxe, que figura en la Lista B de la UEFA, recalará en el filial siguiendo la estela de Kepa Arrizabalaga y Unai López. 23 es la cifra con la que Valverde arrancó la pasada campaña y más adelante se agregaría Guillermo Fernández. Seis de los jugadores que utilizó no sumaron ni 500 minutos de competición, cuatro de ellos estuvieron además por debajo de la mitad de dicho guarismo. Son datos que pesan en el cálculo de Valverde, que no tendría inconveniente en continuar la resta con uno, dos o tres nombres más.
EMBOTELLAMIENTO El caso más curioso es el de Sola, que no puede decirse que haya desentonado en sus esporádicas actuaciones, especialmente si se valora que estuvo muy mediatizado por las lesiones que sufrió. El técnico maneja más información y por lo visto el navarro no le convence, de forma que ha optado por otorgar al bisoño Guillermo el papel de sustituto de Aritz Aduriz. De hecho durante el curso anterior ya repescó a Guillermo del filial ante las prolongadas ausencias de Sola y las contadas de Aduriz. Probó con Toquero previamente, pero este sí que no encaja en sus planes, menos aún como ariete. Se pudo pensar que tanto Toquero como luego Guillermo se beneficiaron de las bajas de Sola, pero estando todos en condiciones de actuar este verano ha continuado poniendo al más joven.
Es verdad que sobran delanteros, como lo es que las probabilidades de Toquero son casi nulas, pese a que en reiteradas ocasiones Valverde le catalogase como un revulsivo interesante. A la hora de la verdad, su presencia fue testimonial y en la pretemporada la tendencia se ha acentuado. El gasteiztarra, que cumple se séptima temporada en el equipo y finaliza contrato en 2016 no tiene espacio, pero resulta que tres cuartos de lo mismo sucede con Sola, fichado para cinco años de Osasuna con la idea de que ejerciese de complemento de Aduriz. Se diría que esta perspectiva ha chocado con los gustos del entrenador, aunque quién sabe si esa vaguedad de que “la temporada es muy larga” se acaba convirtiendo en certeza, plasmándose en una oportunidad para Sola.
Colocar cedidos a Sola y Toquero encierra una pega que a nadie se le escapa, cual es la cuantía de sus fichas, inasumibles para los potenciales pretendientes que hubiera. Apuntar por último que, pensando en el embotellamiento que se observa en la delantera, Valverde tiene en la recámara a Borja Viguera, un goleador consumado según reza la tarjeta de presentación que imprimió en el Alavés. Sin embargo, el técnico tampoco le considera un punta específico y en la mayoría de los ensayos ha ubicado al riojano en la banda izquierda. Está por ver su evolución, tanto posicional como, sobre todo, por cómo se adapta al ritmo de la máxima categoría. Eso sí, de momento antecede a Sola y Toquero en las preferencias del responsable.
Con Jon Aurtenetxe el tema no es nuevo. Al parecer, el que fuera lateral zurdo indiscutible con Marcelo Bielsa no estuvo muy afortunado durante el verano anterior, lo cual indujo a Valverde a elegir a Enric Saborit como competidor de Mikel Balenziaga, que volvía tras su fructífero paso por el Valladolid. Saborit no dio la talla, la Primera División le quedó muy ancha, mientras Aurtenetxe pugnaba por abrirse paso a las órdenes de Luis Enrique en el Celta. No le fue mal en Vigo, sumó una veintena de partidos, bastantes como central, que dicen que es su lugar natural. Se daba por hecho que con tal bagaje añadido a su precipitado e intenso bautismo rojiblanco, este año se asentaría en el Athletic.
Bueno, pues pese a que en alguna declaración durante el invierno concediese que quizás su criterio no fue el acertado, doce meses después Valverde sigue creyendo que Aurtenetxe no cumple sus exigencias y ha probado con Unai Bustinza y el polivalente De Marcos para suplir al intocable Balenziaga. De estas maniobras se deduce que algo muy gordo debería pasar para que recurriese a los servicios de Aurtenetxe.