bilbao. El Athletic se ha quitado un peso de encima. La dirección deportiva ha espantado posibles fantasmas después de que haya cerrado las renovaciones de los cadetes Iñigo Córdoba y Asier Villalibre, dos de los canteranos con mayor proyección de futuro y que a día de hoy están considerados como unas de las joyas de la corona de Lezama. El club consumó el objetivo de blindar a dos de sus chavales a los que habían tocado un buen ramillete de clubes, tanto estatales como europeos.
La continuidad de Villalibre y Córdoba ha traído en jaque a la cúpula de Lezama, sobre todo porque se acercaba la fecha del 30 de junio, cuando ambos, amparados en la normativa vigente, quedaban libres para fichar por cualquier otro conjunto. El Athletic, en este sentido, se siente aliviado y, de paso, reivindica la esencia de la entidad al retener a dos jugadores que, pese a su edad (15 y 16 años), tienen pinta de asomarse a corto plazo como grandes futbolistas.
Villalibre (Gernika, 30 de septiembre de 1997) es la máxima referencia de una generación que dicen apunta muy fuerte. Se trata de un delantero que presume de una pegada descomunal y de unas cualidades innatas que le hacen ser diferente dentro del área. El Athletic lo descubrió, como adelantó DEIA, hace dos años, cuando sobresalió en el Gernika. Le reclutó para jugar con el infantil en el torneo Francisco Goya de Zaragoza, en el que brilló y se convirtió en el pichichi con diez tantos en solo tres partidos, con sendos hat-tricks frente a Valencia y Zaragoza.
"Es una joya", aventuraron entonces en Lezama, donde reclamaban cuidar y pulir a un chaval que ha dado otro paso más en su crecimiento como futbolista. Esta campaña, sin embargo, no ha sido del todo satisfactoria para el de Gernika -un habitual también en la selección estatal sub'15, con la que disputó el año pasado la Copa de Naciones en México, y en la sub'17-, ya que permanece en el dique seco desde el pasado enero por una rotura en el menisco externo. Hasta sufrir la lesión cumplió en el arranque con el Cadete de Liga Vasca de Joseba Etxeberria, con el que anotó cinco goles, y dar el salto al Juvenil Nacional de Unai Melgosa, en el que sumaba trece dianas.
proyecto blindado Villalibre afronta la última fase de su proceso de recuperación y ayer incluso se ejercitó en Lezama con el juvenil de Gontzal Suances, que el sábado espera certificar el billete a la finalísima de la Copa. También se probó Córdoba (Bilbao, 13 de marzo de 1997), ya con el alta médica tras superar una lesión de rodilla. El bilbaino es un centrocampista que ofrece muchas cualidades, lo que le convierte en un futbolista polivalente y con mucha llegada al área rival, como así lo atestigua los siete goles que han llevado su firma en el segundo juvenil.
La continuidad de Villalibre y Córdoba genera tranquilidad en Lezama, ya que la dirección deportiva blinda así a la generación del 97, en la que también destacan el central zurdo Xiker Ozerinjauregi (Zalla, 30 de enero de 1997), internacional sub'16, y el también defensa Unai Núñez (Portugalete, 30 de enero de 1997), a los que el Athletic ya renovó semanas atrás, además de los Unai Ferreras, Ander Dulce y compañía.
Estos valores rojiblancos han firmado el llamado contrato encadenado, cada uno con sus particularidad económicas, que permite al Athletic gestionar los tiempos de su progresión hacia categorías superiores. Villalibre y Córdoba tienen asegurada la presencia en el juvenil de División de Honor, donde Xiker también parece que tendrá un hueco, con lo que confirmarían un crecimiento que va por delante de su edad, algo que prima en el plan integral que lidera José María Amorrortu, director deportivo.