Bilbao. Al volante, Luis Bonini, preparador físico del Athletic, conduciendo un coche familiar azul, las luces de emergencia encendidas, a modo de cierre, como si el vehículo se tratara del coche escoba, del pelotón de futbolistas que ayer realizaron carrera continua fuera de la instalaciones de Lezama, por la carretera que bordea la factoría rojiblanca. El cuerpo técnico del Athletic, siguiendo las directrices de Marcelo Bielsa, decidió que el equipo corriese sobre el alquitrán, un hecho sin precedentes en las sesiones preparatorias de la plantilla bilbaina, que abandonó el recinto para trotar por el asfalto de la carretera general que da acceso a centro de entrenamientos del Athletic con el riesgo que conlleva. La respuesta al cambio de escenario habría que buscarla a la disconformidad mostrada por Bielsa sobre las bondades de la pista de arena, inaugurada el pasado lunes, cuando la tropa rojiblanca inició su trabajo de pretemporada.

La construcción del pequeño circuito, un trazado de arena, diseñado por petición expresa de Marcelo Bielsa para resguardar en lo posible el césped de los campos de entrenamiento, que cuida con enorme celo y extremado mimo, (de hecho, el Athletic puso un jardinero a su entera disposición para cuidar del césped durante las sesiones preparatorias del equipo), no parece que haya pasado el control de calidad del preparador, tal vez advertido porque David López sufrió un pinchazo muscular en la sesión matutina del pasado martes, mientras la escuadra corría por el trazado construido para mejorar la resistencia de los futbolistas. Para evitar en lo posible un efecto rebote, Luis Bonini dirigió a los futbolistas a correr sobre el asfalto, una medida drástica y extraña teniendo en cuenta la reciente puesta en funcionamiento de la pista de arena, que incluso ha trastocado el paisaje de Lezama puesto que un pinar ha sido talado para realizar el trazado que fue empleado durante las primeras dos jornadas, pero no en la tercera.

un inicio a contrapié Lo cierto es que la pretemporada del Athletic ha comenzado de manera turbulenta y no precisamente en el ámbito deportivo. Las obras que se vienen desarrollando en las instalaciones de Lezama han generado un ambiente enrarecido y poco edificante. El malestar de Marcelo Bielsa con el ritmo de los trabajos -una reforma integral del centro de entrenamiento en sus diversa áreas- ha sido un foco de polémica entre los encargados de acometer las reformas y el propio técnico, aunque las versiones son contradictorias respecto a la fuerte discusión que ambos mantuvieron y que trastocaron el ritmo de trabajo en el día posterior.

Sobre lo que no existe debate es respecto a las supuestas quejas del rosarino respecto a la imposibilidad de emplear el campo 3, adyacente al campo 1, y que la primera plantilla utiliza para no sobrecargar el terreno de juego principal. Marcelo Bielsa dio la orden durante su estancia en Argentina de que el campo 3 fuera tratado del todo, nuevo drenaje incluido, y era conocedor desde el primer instante de que la operación requeriría dos meses de plazo. El técnico argentino no ha mostrado ninguna protesta al respecto.