bilbao. "El listón lo ponemos nosotros", trazó con la serenidad de la autoexigencia Andoni Iraola, uno de los capitanes del Athletic cuando estiró la mirada al futuro rojiblanco tras una campaña histórica, en la que el equipo alcanzó cotas con apenas un precedente: dos finales en un solo curso. Algo tan extraordinario en la genealogía del Athletic que únicamente ha brotado un par de veces en la centenaria biografía rojiblanca. Sobre ese sustrato, el suelo de la ambición, se impulsó el discurso de Iraola con la pértiga del deseo, la palanca que mueve el mundo para dar la bienvenida al nuevo curso. "El listón o el grado de exigencia que tenemos nos lo hemos puesto nosotros", citó Andoni Iraola, que observó al retrovisor, a la huella de una campaña de ensueño, -esa que "ilusionó a la gente", como definió el presidente Urrutia cuando realizó una balance del año-, a modo de referente y punto de apoyo.
El pasado como hoja de ruta del futuro, como lanzadera y muelle, pero también como recordatorio de una temporada memorable, que jamás caerá en el olvido, ese sótano de la mente. Para alcanzar ese lugar común, donde el Athletic mostró su afán competitivo, estima Iraola, oráculo rojiblanco que "hay que hacer como el año pasado, ir paso a paso hasta donde nos merezcamos". Sabe Iraola, que luce las patas de gallo de los futbolistas sabios y las arrugas de la experiencia, que cualquier reto debe negociarse sobre el césped, donde nada se merece, sino que se consigue a dentelladas de juego. Así funciona el parqué futbolístico, que hace tiempo que despidió al romanticismo por el desagüe. En el fútbol de chequera y de competición extrema no se hacen prisioneros. No existe lo contemplativo ni el spa en los amistosos. Menos todavía en los torneos, donde se debe entrar con la mandíbula tiesa y el colmillo afilado.
Es lo que aguarda al Athletic en la ronda previa de la Europa League, el ring inicial donde una mal partido manda a la lona a quién no tenga esquiva y sea chato con el gancho. Lo subrayó el zaguero, que sabe que la ruleta del casino continental comienza a rodar en menos de un mes. "Somos conscientes de que ya desde el 2 de agosto nos jugamos muchas cosas". A Iraola le azotan la mente las eliminatorias contra al Young Boys y al Tromsoe, dos equipos que no lucen en la nomenclatura europea, pero que exigieron al límite al Athletic. "Tenemos la experiencia de que las previas de las competiciones europeas son difíciles, de que nos ha costado siempre muchísimo pasar. El año pasado ya nos costó contra el Trabzonspor -rival frente al que no tuvo que jugar la vuelta tras el 0-0 de la ida en San Mamés- y la vez anterior que estuvimos nos costó un mundo pasar las dos previas ante el Young Boys y el Tromsoe".
Para el que mundo lo sea menos, no tan grande, el Athletic ha fortalecido el plantel con la argamasa de Aritz Aduriz e Ismael López, dos futbolistas que, según Iraola, aportarán registros que el resto no dispone en la actualidad por diferentes. "Son buenos fichajes. Sabemos las cualidades que tienen y nos van a dar unos registros distintos a los que tenemos porque son jugadores de mucha calidad", explicó el defensor que sugirió una pronta adaptación al libreto de Bielsa. "No les va a costar entrar en la dinámica del equipo", estimó Iraola sobre el encole de ambos.
A pesar del pulso que le espera en agosto, el Athletic cuenta con la ventaja de conocer al dedillo el recetario de Marcelo Bielsa, nada que ver con el curso anterior, cuando los futbolistas, con las orejas tiesas, tuvieron que atender al técnico sin pestañear desde el pupitre para desentrañar lo que quería. "Respecto al año pasado tenemos la ventaja de que ya conocemos lo que el entrenador quiere de nosotros", expuso Iraola, que ha optado por un tratamiento conservador para combatir las dolencia de pubis que le alejó de la Eurocopa, por cuya consecución felicitó a Llorente y Javi Martínez.
"La Eurocopa no era una opción. Acabé los últimos meses muy tocado del pubis y decidimos con los médicos que descansase y me tomase un mes tranquilo para evitar la operación. De momento me encuentro bien. Luego habrá que ver si con la carga de entrenamientos y partidos me responde el pubis", expuso el zaguero, convencido de que será positivo que a los Juegos Olímpicos de Londres acuda el mayor número de compañeros so pena de debilitar la plantilla para el pleito inicial. "Ojalá vayan todos los que puedan", analizó Iraola, convencido de que "entre los que nos quedamos aquí tendremos un equipo de garantías para afrontar esa primera eliminatoria". Será el primer listón a superar.