El domingo, a partir de la 17.00 horas, el Athletic recibe en San Mamés al Real Madrid con el objetivo de empezar a escapar de la zona baja de la clasificación de la Liga F y brindar un triunfo a la afición.
Nueva cita en San Mamés, ¿se están acostumbrando a ‘La Catedral’?
—Es una buena costumbre. Tenemos muchas ganas. Cada vez que jugamos lo vivimos como un partido especial y creo que así tiene que ser. Nos sentimos afortunadas de que el club nos entregue todo este cariño y el que nos abran San Mamés habla de la respuesta del club por invertir en nosotras y por creer en nuestro proyecto.
¿Y sigue impresionando tanto pisar el césped de ‘La Catedral’?
—Cuando vas cogiendo más partidos esos nervios se quitan. San Mamés es impresionante. Pero al final disfruto mucho jugando aquí, ves más aficionados, muchas niñas y es muy especial cada vez que jugamos allí.
¿Ya no se pierden en las dimensiones del terreno de juego, como ocurría al principio?
—No. Ya hemos jugado buenos partidos en San Mamés. La oportunidad de que el club nos abra San Mamés cuatro o cinco veces durante el año nos permite coger esa experiencia y disfrutamos mucho.
Cuatro empates en seis jornadas ¿Cuál es la causa de que no llegue la primera victoria?
—Se nos está complicando. Creo que no hemos hecho un inicio muy bueno. Pero somos conscientes del margen de mejora que hay, que al final es muy grande, y contra el Atlético la respuesta fue buena. Nos sentimos un equipo y con las sensaciones que podíamos tener el año pasado. Pero éramos conscientes de que hasta ahora, con lo que estábamos haciendo, no nos valía. Ha habido un poco de autocrítica en todo el grupo, ser conscientes de que tenemos que dar mucho más, y esperemos dar continuidad a lo del otro día.
Y, para colmo, llega el Real Madrid. No es el mejor compañero de viaje para reaccionar.
—No. Somos conscientes de que en Liga F todos los partidos tienen su complejidad. Si lo que estábamos haciendo hasta ahora no nos valía con los equipos menos grandes, está claro que con el Madrid, Atlético y Barça no nos va a valer y tendremos que mostrar nuestra mejor versión, hacer nuestro mejor partido, y a por eso vamos. Las victorias no están llegando y queremos puntuar de tres en tres.
Teniendo en cuenta esa capacidad de reacción con el Atlético, ¿va a dar para competir con los de arriba como en la temporada anterior?
—Es el objetivo. Por ganas y ambición no va a ser. Puedes jugar mejor o peor pero la actitud de competir todos los partidos debe ser nuestra esencia, es lo que nos ha hecho ganar muchos duelos. Queremos darle la vuelta a la situación, veremos cómo acaba el año. Siempre digo que no es cómo empieza sino cómo acaba. Esperemos acabar mucho mejor de lo empezado.
¿Cómo se ve todo desde la portería?
—Realmente, creo que no han sido partidos que nos hayan dominado tanto, salvo el Barça, sino que nosotras no hemos estado tan acertadas. Y luego ha habido partidos que los goles encajados han sido más errores puntuales y nosotras defensivamente tenemos algo muy bueno que es la intensidad, pero si no la sacamos no vamos a ningún lado. Tenemos que centrarnos en eso. El año pasado nos ayudaban mucho las porterías a cero. Es puntuar. Desde la portería se ve tranquilo. Hemos tenido que juntar un poco al equipo para poner las cosas claras, qué es lo que queremos hacer. Y somos conscientes todas de que tenemos que dar un puntito más y las cosas seguirán saliendo.
Viéndola jugar con los pies, parece más una jugadora de campo.
—De pequeña jugaba de extremo izquierda y es una de las cosas que más me gustan de la portería. Nosotras tenemos la capacidad de dirigir el juego y me siento una persona que quiere darle importancia a eso. Aparte de jugar con el pie, me gusta un juego de toque y sentirme protagonista. Lo considero importante en el fútbol.
¿Y cómo acabó en la portería?
—En un torneo en Miranda un portero se puso malo, me gustó la idea y decidí quedarme. El cambio no ha salido mal.
Se la considera una portera moderna, ¿qué referencias ha tenido?
—Antes no había referencia femenina, ahora me he fijado siempre en Sandra Paños. Luego he tenido la suerte de compartir un montón de años con Mariasun Quiñones, que ha sido toda una referencia. He podido entrenar con ella y ha sido y es una de las mejores. En el fútbol masculino, por mi forma de jugar, Ter Stegen.
Fue una sorpresa en el Europeo con la selección.
—Era un premio estar allí. Por circunstancias, me tocó jugar y me sentí superfeliz. No solo el estar, sino el poder participar y hacerlo bien. Es muy importante dejar tu huella cada vez que te dan la oportunidad y me sentí superfeliz. Una pena el final, pero muy orgullosa de todo lo que he podido vivir y de la experiencia.
Renovó hasta el 2027 con el Athletic, ¿se sigue viendo rojiblanca?
—Sí, tengo otro año más. En el Athletic estoy como en casa. Desde pequeña he sido del Athletic y es todo un sueño. El tener a la familia cerca, soy una persona bastante familiar y aquí el club y las compañeras lo hacen familiar. Ahora, no pienso más allá. Y ojalá pueda estar muchos años aquí.
¿Qué tal por Miranda, la reconocen por la calle?
—Sí. Hay muchos niños allí. La pena que todavía no hay fútbol femenino. Por localización geográfica se tienen que ir muy lejos a jugar y les interesa más jugar en Lantarón, que está cerca, y juegan en Araba que es más sencillo. Me paran y me siento orgullosa de que me tomen como un referente. Y muchas niñas se fijen en mí.
¿Y en Bilbao?
—Cada vez más. No me suelen parar, pero alguna vez te reconoce alguna niña y te hace especial ilusión.