La canciller federal, Angela Merkel, cumplió ayer martes con su función de salvavidas y acudió al rescate del candidato conservador a su sucesión, el primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet, al que los sondeos electorales para los comicios legislativos de este domingo no le auguran un buen resultado.

Merkel respaldó a su correligionario durante un mitin en la localidad báltica de Stralsund, en el distrito en el que Merkel ha sido elegida por mandato directo como diputada del Bundestag desde 1990. Ambos estuvieron acompañados por Georg Günther, el hombre que espera heredar de la veterana líder conservadora el escaño en la región de Antepomerania, en el extremo noreste de Alemania. Ausente de la campaña electoral debido a su retirada de la política tras estos comicios, Merkel solo había acompañado hasta ahora una sola vez a mediados de agosto a Laschet en un acto electoral en Berlín y se había mantenido al margen de la disputa por su sucesión.

ventaja socialdemócrata

El acto de Merkel y Laschet coincidió ayer con la publicación de un sondeo del instituto demoscópico Forsa en el que el bloque conservador acorta la distancia, pero sigue en segundo lugar a tres puntos de los socialdemocrátas de Scholz.

Según la encuesta, realizada entre el 14 y el 20 de septiembre y difundida ayer por el grupo mediático RTL, el Partido Socialdemócrata (SPD) se mantiene así en el 25% alcanzado en las dos semanas anteriores. En tanto, el bloque conservador formado por la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller, Angela Merkel, y su hermanada Unión Socialcristiana (CSU) bávara gana un punto, hasta el 22%, después de remontar ya dos la semana pasada.

Los Verdes defienden el tercer puesto y repiten con un 17%, mientras los liberales del FDP y la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) mantienen, respectivamente, su 11%, y La Izquierda sigue en el 6%.

De celebrarse ahora elecciones generales, los conservadores sumarían por lo tanto el 22% de los votos -frente al 32,9% en los comicios de septiembre de 2017-; los socialdemócratas, un 25% (20,5%); los liberales, un 11 % (10,7 %); los Verdes, un 17 % (8,9 %); La Izquierda, un 6 % (9,2 %), y AfD, un 11 % (12,6 %).

La cifra de indecisos y no votantes superaría con el 25% el 23,8% que no votaron en los comicios de 2017. Así, en un Parlamento de 762 diputados, los conservadores perderían 61 escaños respecto a los comicios de 2017 y se quedarían con 185, mientras los socialdemócratas alcanzarían 206. Los Verdes conseguirían 140 escaños; los liberales y AfD, 91 ambos; y La Izquierda, 49.

Cuatro posibles coaliciones tripartitas sumarían una clara mayoría para gobernar al superar el mínimo necesario de 382 escaños. Una alianza Jamaica entre conservadores, verdes y liberales, conocida con ese nombre por los colores con los que se identifica a estos partidos, sumaría 416 escaños; una coalición Alemania entre conservadores, socialdemócratas y liberales, 482; y una fórmula semáforo entre socialdemócratas, verdes y liberales, 437. También una coalición de izquierdas entre socialdemócratas, Verdes y La Izquierda podría gobernar con 395 diputados.

Por otra parte, matemáticamente volvería a ser posible reeditar la "gran coalición" entre conservadores y socialdemócratas, con 391 escaños. No tendrían mayoría otras alianzas bipartitas, como un gobierno de socialdemócratas y Verdes, con 346 diputados, o una alianza entre conservadores y liberales, con 276.