- El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) avaló ayer el método de conteo del Parlamento Europeo para poner en marcha el proceso para sancionar a Hungría por sus violaciones del Estado de derecho en 2018, después de que el gobierno de este país contestara la decisión ante la justicia comunitaria.

Budapest defendía que aquella votación en septiembre de 2018, que prosperó por 448 a favor, 197 en contra y 48 abstenciones, no fue válida porque no se contabilizaron las abstenciones, sin las cuales no se hubiera llegado a los márgenes mínimos para que saliera adelante este informe sobre la situación en Hungría, que abrió la puerta a las sanciones. La iniciativa requería la mayoría absoluta de la cámara (376 de los entonces 751 miembros del Parlamento) y también dos tercios de todos los votos positivos o negativos emitidos (solo 693 de los 751 parlamentarios estuvieron presentes en la votación), sin tener en cuenta las abstenciones, un extremo que negaba el Gobierno húngaro.

Según el tribunal con sede en Luxemburgo, el concepto de “votos emitidos” solo engloba la manifestación de un voto positivo o negativo sobre una determinada propuesta, pero la abstención, que se entiende como la negativa a posicionarse, no puede ser asimilada a un “voto emitido”. “Por lo tanto, debe interpretarse que la norma que impone una mayoría de los votos emitidos excluye que se tengan en cuenta las abstenciones. La exclusión de las abstenciones del cómputo de los votos emitidos no es contraria ni al principio de democracia ni al de igualdad de trato, habida cuenta, en particular, de que los parlamentarios que se abstuvieron en la votación actuaron con conocimiento de causa”, señaló el TJUE en un comunicado.

Así, la justicia europea avala el resultado favorable que obtuvo el informe de la ecologista Judith Sargentini, que criticaba la situación de la libertad de prensa, la falta de independencia del poder judicial, así como la discriminación de las minorías y el trato de los refugiados en Hungría.