El número dos del Gobierno británico, Michael Gove, ha dejado en manos de la Unión Europea el siguiente paso a tomar en las tensas negociaciones sobre el Brexit, después de que, el pasado viernes, el Gobierno británico decidiera dar por "terminado" el diálogo con el bloque para negociar un acuerdo comercial que entre en vigor el 1 de enero de 2021.

"La pelota está en el campo de la Unión Europea", declaró ayer Gove en una entrevista realizada con Sky News, donde ha acusado a Bruselas de haber sido incapaz de proporcionar un texto legal detallado y de falta de intención para "intensificar las conversaciones para llegar a un acuerdo serio".

Según fuentes europeas, no ha habido ningún acercamiento desde que arrancaron los contactos para establecer un marco común en los tres asuntos prioritarios de la UE: Las garantías de que las empresas británicas seguirán las mismas reglas de competencia que las europeas, una gobernanza para el cumplimiento de los acuerdos y permitir el acceso de la flota comunitaria a las aguas británicas.

En respuesta, Gove ha acusado a Bruselas de insistir en que el Reino Unido acepte un nivel de control sobre su autonomía que un país independiente "no puede admitir" y ha finalizado: "Quiero un acuerdo, pero es necesario un compromiso por ambas partes, algo que la UE no está haciendo en este momento", ha sentenciado.