El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, afirmó hoy que su Gobierno está "satisfecho" por el "ambicioso" fondo de recuperación aprobado esta madrugada por los líderes de la Unión Europea (UE) para apoyar a los Estados más afectados por la crisis del coronavirus.

"Es un momento histórico para Europa y para Italia (...). Estamos satisfechos: hemos aprobado un ambicioso plan de recuperación apropiado para la crisis que estamos viviendo", señaló Conte a los medios italianos en Bruselas.

Esta madrugada los jefes de Estado y de Gobierno de la UE llegaron a un acuerdo para impulsar la creación de un fondo de recuperación financiado con deuda común de 750.000 millones de euros, de los cuales 390.000 millones se desembolsarán en subvenciones y 360.000 millones en préstamos.

De estos, Italia recibirá unos 209.000 millones, de los cuales casi 82.000 serán en forma de transacciones y unos 127.000 como créditos, reveló Conte.

El acuerdo refuerza además el control sobre la concesión de ayudas directas para contentar a Holanda, que reclamaba que los países pudiesen vetar los planes de reformas e inversiones de sus socios, mientras que la Comisión Europea planteaba que se pronunciasen solo a nivel técnico.

Finalmente, los países remitirán sus planes a la Comisión y estos tendrán que ser aprobados también por una mayoría cualificada de los Veintisiete.

En el momento de autorizar el desembolso de cada tramo de ayuda, si un país o varios tienen dudas, podrán elevar la cuestión a una cumbre de líderes con lo que el pago se paralizará hasta que lo hayan abordado.

"Nunca habría otorgado a ningún país el derecho de veto o de interferir con la implementación de un plan nacional de recuperación. Es cierto que existe un sistema de controles en relación con el progreso de los proyectos, pero era un reclamo inaceptable que un solo país pudiera vetar el desembolso de fondos y ejercer poderes de intrusión. Nunca lo habría permitido, no lo he permitido y estoy satisfecho", apuntó Conte.

El jefe del Gobierno italiano reconoció que los países de la UE han concedido "un 'freno de emergencia'" para que un país pueda exponer si hay "un problema particular, delicado y complejo" ante el Consejo Europeo, pero en ningún caso se invadirán "las competencias de la Comisión en la fase de implementación del plan".

"Hemos logrado este resultado protegiendo la dignidad de nuestro país y la autonomía de las instituciones comunitarias", concluyó, al tiempo que observó que espera que la concesión de estos fondos sirva para abandonar en Italia el debate sobre si el país acudirá a la línea de crédito para financiar gastos sanitarios del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que tanta polémica genera a nivel nacional.