El cuerpo sin vida hallado este lunes en Aizarnazabal es el de la donostiarra de 32 años Aintzane Pujana, desaparecida el pasado 1 de enero. Así lo ha confirmado la Ertzaintza, que investiga su muerte como un presunto homicidio, ya que el cadáver de la joven presenta varias heridas producidas por arma blanca. La víctima había desaparecido el día de Año Nuevo en la propia localidad guipuzcoana en la que fue encontrada ayer sin vida por un grupo de operarios que trabajaban en una zona de matorrales junto al río Urola en el barrio Etxabe.

Al parecer, el cuerpo, que se encontraba fuera del agua, presentaba varios signos de violencia e incluso múltiples cuchilladas por arma blanca que podrían haberle causado la muerte. La autopsia al cadáver se llevará a cabo hoy mismo en el Instituto Vasco de Medicina Legal de Donostia. Mientras tanto, la Ertzaintza prosigue con la investigación del que podría ser el primer homicidio del 2021 en Gipuzkoa.