Bilbao - La madre acusada de asesinar a su hija Kiara de 9 años el pasado 16 de enero en Atxuri aseguró en la primera jornada del juicio que comenzó ayer en la Audiencia de Bizkaia que actuó obligada por un hombre encapuchado que accedió a la casa donde fueron encontradas ella y la víctima.

La sesión de ayer, que se celebró a puerta cerrada por decisión de la magistrada Nekane San Miguel, comenzó con la elección del jurado popular -cinco mujeres y cuatro hombres-, tras lo cual prestaron declaración la acusada y cinco testigos, entre los que se encontraba la abuela materna de la víctima y Josune, la hija mayor de la acusada. Según explicó ayer la abogada de la acción popular en representación de la Asociación Clara Campoamor, Ana Hernando Tojo, la acusada respondió a todas las partes personadas en el juicio -fiscalía, acusación particular, acción popular y defensa- y mantuvo la versión de la presencia de una tercera persona en la casa que le obligó a acabar con la vida de su hija. Sobre la versión de la acusada, la letrada de Clara Campoamor considera que de las actuaciones y las pruebas practicadas hasta ahora “parece no sostenerse” la presencia de la tercera persona, pero que habrá que esperar al desarrollo del juicio para comprobarlo.

Pese a la declaración de la acusada, la defensa mantiene la petición de libre absolución, ya que la responsabilidad penal sería de esa tercera persona. El resto de partes consideran que fue un asesinato con alevosía y piden, por primera vez en un juicio en Bizkaia, que la sospechosa sea condenada a prisión permanente revisable.

La segunda persona en prestar declaración fue Josune, la hija mayor de la acusada, que tiene 20 años de edad. Minutos antes del comienzo del juicio, presentó un documento facilitado por su psiquiatra en el que solicitaba que si no se encontraba en plenas facultades para afrontar la declaración sola, pudiera estar acompañada por Tamara Pérez, su gran apoyo emocional. Sin embargo, Josune se armó de valor y no fue necesario que Pérez entrara al juicio. “La verdad es que la jueza se ha comportado muy bien porque se ha preocupado por ella en todo momento, incluso le ha ofrecido un vaso de agua para que Josune estuviera más cómoda y tranquila. Ha tenido sutileza, amabilidad y consideración”, aseguró Pérez a DEIA. Tras declarar, la joven decidió quedarse durante toda la sesión dentro de la sala donde tuvo lugar la vista. “Ha salido realmente rota”, describió la portavoz de la familia de la víctima, quien asegura que “tenemos ganas de seguir. De seguir luchando”. Y añadió: “Quiero confiar en la jueza, ya que he visto su labor de hoy y quiero confiar en que al final la sentencia sea la que nosotros solicitamos y no una menor”. Según pudo saber este periódico, en la sala de espera, hubo un pequeño altercado entre dos de los testigos, que fue solventado tras personarse agentes de la Ertzaintza para rebajar la tensión del momento.

El padre de Kiara, la niña asesinada, tenía previsto estar presente en el juicio. Sin embargo, el martes por la noche recibió un aviso en el que le fue notificado que no tenía permiso para acceder a la sala para el buen desarrollo del juicio. “No lo termino de entender”, expuso antes de que diera comienzo la primera sesión del juicio. “Si para que el juicio se encadene bien me tengo que quedar en la puerta, lo haré. Pero espero que sea para salvaguardar la imagen de mi hija y no la de la asesina”, indicó. En la misma línea, tal y como indicó a los medios de comunicación, en su opinión nunca habrá justicia. “Del juicio espero luz; justicia no va a haber nunca porque mi hija no está aquí. Espero que tenga la máxima pena”, dijo contundente. Así mismo, confesó que su “máximo miedo” sería que la ley “viera algo que no existe”. “Si se diera el caso de que la pena es menor, creo que no sería capaz de aguantar el hecho de encontrármela por la calle”, continuó el padre de la víctima. Es por ello que espera que cuando finalmente haya una sentencia “pueda darme cuenta de lo sucedido, porque es muy difícil aterrizar y asumir algo así. Superarlo no lo voy a superar nunca, pero espero aprender a vivir con ello”.

Por su parte, Pérez, quien no se separó ayer, en ningún momento, de la hija mayor de la acusada, aseguró que esperan “que verdaderamente por primera vez en Bizkaia se aplique la pena de prisión permanente revisable porque no tenía enajenación mental y eso está dictaminado por un médico forense, por eso esperamos que se dé la pena que solicitamos”.

“sólidas y contundentes” Ana Hernando Tojo, abogada de la Asociación Clara Campoamor, en declaraciones previas al inicio del juicio, aseguró que “entendemos que es un asunto en el que hay suficientes pruebas de cargo. Son bastante sólidas y contundentes para fundamentar la condena que solicitamos”. En la misma línea, Hernando Tojo opinó que es muy favorable a la institución del jurado popular: “Ya sé que hay muchas críticas, pero me parece que es una institución que funciona bien. Lo que ocurre es que hay que ser muy precisos en la elección de este jurado popular”. Hernando espera “acertar con las personas, que realmente se impliquen y puedan dar un fallo, aplicando las reglas de la lógica y la responsabilidad que tienen, que es mucha”.

La vista oral continúa hoy en una sesión abierta en la que están citados a testificar un médico y una decena de agentes de la Ertzaintza que participaron en la investigación del caso.

El suceso se remonta al pasado 16 de enero cuando Josune, la hija mayor de la acusada, alertó horrorizada a la Ertzaintza, ya que su madre y su hermana Kiara, de 9 años, se encontraban aparentemente sin vida. La madre y principal sospechosa, Ada, se encontraba en parada cardiorrespiratoria y fue trasladada al Hospital de Basurto. Sin embargo, los médicos no pudieron hacer nada por salvar la vida de la pequeña Kiara. La menor fue presuntamente intoxicada por su madre, quien sostiene en su declaración que un hombre encapuchado entró en su casa y le obligó a hacerlo.